—¿Quién eres? —observó a todos lados en la celda, la voz que oía parecía ser omnipresente y venía acompañada de nuevos temblores en la tierra.
“Mi nombre es Chronos, parte de mí fluye a través de ti y ya es hora de que seamos uno; los siete ancestrales están aquí para coronarte. No temas, la hora al fin llegó.”
—¿La hora de qué? —frunció el ceño—. ¿Cómo es que puedo escucharte? ¿Dónde estás?
“Puedes oírnos a todos si te lo propones, tu poder abarca más que solo saber cómo tratarnos, solo tienes que aprender a usarlo. De momento, encarguémonos de terminar con este problema, ya habrá tiempo y mentores que te ayudarán con tus habilidades…”
—¿Cómo saldré de aquí? —susurró viendo por los barrotes hacia el oscuro corredor, otro remesón lo sorprendió y apretó los labios.
“La ayuda viene en camino, tranquilo.”
—¿Qué está sucediendo fuera, Chronos? —preguntó viendo a su alrededor, no podía verlo pero estaba seguro de que estaba allí, sentía su presencia en todo el sitio.
“Quien era el regente de este reino a perdido el juicio y el camino por perseguir intereses propios, ahora mismo está cometiendo actos imperdonables junto al dragón que ha esclavizado.”
—Adam no tiene un dragón —negó—. Los reyes no pueden tener uno, se supone que no debemos…
“No es un rey como tal, tal vez forme parte de la familia real pero no es quien debe regir; en cuanto a lo que dices, estás en lo cierto, el hecho de que no les hayamos permitido enlazarse a un dragón se debe específicamente a esto pues no queríamos darle más poder del que podían manejar.”
—Quisiera haber podido evitar esto —chasqueó la lengua.
“Las muertes ocasionadas por esta disputa no podrían haber sido evitadas pues han sido decisión de cada uno de los seres que han perecido. Me temo que a veces el libre albedrío junto a las convicciones e ideales de cada uno hace que no podamos controlarlo todo; sin embargo, debemos ser agradecidos con quienes han dado todo de sí por uno.”
—¿A qué te refieres? ¿Quiénes han decidido morir por mí? —comenzó a sentir el corazón acelerado, lleno de congoja por la respuesta que no estaba seguro de querer conocer.
“Haku ha muerto protegiendo a su jinete y esta, a su vez, se encuentra en graves condiciones.”
—¿Qué? —boqueó sorprendido—. No, ¿Cómo es posible?
“El enemigo era demasiado poderoso para ellas, sin embargo, fueron valientes tratando de cumplir con lo que se les encomendó.”
—¿Se les encomendó morir en vano? —espetó molesto.
“Protegerte a como dé lugar, darte el tiempo para escapar y, te recuerdo, estás aquí porque ellas te guiaron.”
—¡Ivoh, Ivoh! —la voz de Clark logró sacarlo de sus pensamientos para que volteara viendo hacia el corredor donde una antorcha encendida se acercaba.
—¡Estoy aquí!
—Mierda, ¡Al fin te encuentro! —una vez estuvo frente a la entrada de la celda comenzó a probar con todas las llaves que eran sostenidas en un manojo—. Te sacaré en un instante, solo espera.
—Clark, ¿Qué está pasando fuera? ¿Dónde está Tessa? —preguntó preocupado, temeroso de confirmar lo que Chronos le había comentado.
—Fuera es una masacre, el príncipe se ha vuelto loco y lo peor es que nunca nadie lo vio venir —explicó cambiando de llave al ver que no servía—. Adam tenía un dragón escondido en las profundidades del palacio, no sabemos cómo es que llegó allí ni por cuánto tiempo estuvo cautivo, pero sí sabemos que es poderoso y fuerte; Balaur, Dragua y Drachen no pueden hacerle frente, Ehecatl está desaparecido y Haku… —Clark lo observó con los ojos empañados en lágrimas, la situación era desbordante—. Murió en batalla, Tess está muy grave y Alistair fue a ayudarla.
—No puede ser… Haku… —retrocedió un par de pasos—. Tess…
—¡Abrió! ¡Vamos, tenemos que irnos, podemos huir por un atajo que conozco! —apremió mientras comenzaban a correr—. Ya se están preparando muchos caminos para evacuar, quienes no pueden o no quieren quedarse en este mandando del príncipe Adam han decidido irse de Aphato, creo que es lo mejor si queremos seguir vivos ya que muchos de los soldados no pueden seguir sus órdenes, ¡Quiere que nos ataquemos entre nosotros! ¡Está loco! Prácticamente nos hemos criado juntos, es una aberración pensar en hacernos daños entre nosotros…
—No puedo irme —negó deteniendo el andar.
—Si es por Tessa, Alistair la llevará en cuanto pueda fuera de la ciudad, no tienes que preocuparte —insistió.
—Es más que eso, tengo que quedarme, tengo que hacerle frente mi primo —suspiró y el hombre solo frunció el ceño.
—¿Tú primo? ¿Adam es tu primo? —parpadeó un par de veces—. ¿Tú eres hijo de Cordelius y Arelí, los reyes anteriores?
—Sí, es una larga historia y créeme que puedo probarlo, el Supremo Ancestral Chronos me guía —murmuró apretando las manos en puños—. He estado huyendo o reticente a hacer lo que debo porque no sabía si quería esto para mi vida, porque me sentía poco para un puesto como lo es el de ser rey, pero, ahora entiendo que no es solo una corona, es hacer prevalecer la paz entre dos especies.
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Editado: 31.03.2025