Príncipe de Hielo

Despedida

Cariño deja de llorar.
  Aún recuerdo las palabras de mi dulce madre, mientras me miraba al espejo con enojo y frustración.
-Tranquila, la próxima vez saldrá mejor, tan solo fue un error de sincronización y nadie lo notó.-
 Mi madre intentaba controlarme pero no podía con el sentimiento de tristeza al no poder hacer una presentación perfecta como a él le hubiera gustado. Así que lo único que le dije a mi madre fue -Por favor deje de entrar en mi mente, se que no hice la presentación correcta y el director me lo hará saber mañana.-
-Deja de ser dura contigo, tu padre y yo estamos orgullosos de ti, eso debe bastar- Respondió mi madre tratando de alentarme.
-¿En dónde está mi hermano?¿Vino a verme?- Le dije tratando de encontrar un pretexto para alejar mi frustración.
-Sí, el está esperando con tu padre en la parte de afuera- Lo dijo con una sonrisa amable y agradable como era de costumbre.
-Madre, de casualidad ¿Vió a Jeong-Hyun?- Le dije secando las pocas lágrimas que tenía en el rostro, mientras que mis mejillas adquirían un poco de rubor.
-Sí, el también está con tu padre y hermano, será mejor que te retoques el maquillaje, no quiero que te vea triste ni un solo instante, está es tu noche, debes estar feliz.- Respondió mientras tomaba su bolso y salía del camerino.

Tomé un poco de maquillaje y retoque mi rostro, mientras pensaba en lo hermosa que sería esa noche.

La noche lucía maravillosa, perfecta para tener una velada inolvidable. Me cambié de atuendo, mientras escuchaba el instrumental del "Lago de los Cisnes" realmente me gustaba,una de las ventajas de tener el papel principal dentro de la presentación estelar era tener un camerino para mí sola, era cómodo ya que era un espacio para mí reabilitación en dónde podía hacer mis cosas sin necesidad de ser molestaba por alguien más. Cuando terminé de alistarme tomé mis pertenencias y salí del camerino algo nerviosa, estaba preocupada por lo que dirían de mi presentación de esa noche.
Abrí la puerta, ahí estaban ellos esperando con algunos regalos, mi corazón se llenó de alegría toda aquella tristeza que había sentido se había esfumado, caminé hacia ellos.

-Lo hiciste increíble- Dijo mi hermano mayor mientras me daba un abrazo, empecé a sentirme satisfecha con mi desempeño.
-Has mejorado mucho desde que ingresaste a la academia de ballet desde que tenías 10 años, tienes un gran futuro, cariño- Agregó mi padre con una sonrisa cálida y sincera mientras sostenía el brazo de mi madre. 
-Tu presentación fue buena, pero definitivamente tienes que mejorar, no puedes dejar que tus pensamientos te traicionen- Dijo Jeong-Hyun, aquel chico frío y serio del que me había enamorado, con los brazos cruzados y una mirada un poco seca, para muchas eso pudo ser grosero, pero para mí fue lo mejor que pudo decir, difícilmente reconoce un buen trabajo, por esa misma razón mi corazón se llenó de alegría aún más.
Mis mejillas se pusieron algo coloradas provocando una leve sonrisa en Jeong-Hyun, quién me abrazó en el instante susurrando en mi oído las palabras "Eres la más hermosa de todas". No sabía que hacer sentía que el corazón se me salía del pecho, así que mi mamá decidió salvarme -Es hora de ir a cenar, o perderemos la reservación- Dijo mirándonos.

Mi padre nos llevó en coche, pero Jeong-Hyun iba en su motocicleta, aquella que había comprado cuando tenía 15 años. En el camino mi padre preguntó -¿Te gusta?- Yo iba al lado de él, así que la pregunta iba para mí -¿Eh?- Mis labios no pudieron decir más. 
-Sí, me refiero a Jeong-Hyun¿Te gusta mucho?- Dijo mientras se formaba una sonrisita en su rostro.
-¡Padre! No sé si deba hablar de esto con usted- Respondí tocando me las mejillas que ya se habían ruborizado.
-Vamos cariño, no estamos en el siglo pasado, puedes contarme- Agregó.
-Sí, ustedes más que nadie saben que tengo sentimientos por él, hemos compartido tantas cosas juntos desde que nos conocimos aquel día-le dije.
-Es un buen muchacho, sabes que ha pasado por cosas realmente difíciles, desde que perdió a sus padres, ahora nosotros somos su única familia, y lo quiero como a un hijo, nada me haría más feliz si se casarán- Me dijo de forma amable.
-A mi también me gustaría eso- le dije con un tono de voz más baja.

Llegamos al restaurante, Jeong-Hyun ya nos esperaba en la entrada, mi corazón latía demasiado rápido, no sabía que hacer.

Para esa noche había decidido utilizar el vestido blanco que mis padres me habían regalado en mi cumpleaño pasado, era muy hermoso y quería ocuparlo en un evento especial como ese.
Entramos al restaurante, Jeong-Hyun tomó mi brazo, me sentía tan afortunada de tener a un chico como él en mi vida. Estuvimos algunas horas en el restaurante compartiendo risas y una buena comida, esa noche iba dándose de una forma tan hermosa. Cuando terminamos de cenar Jeong-Hyun se dirigió a mis padres -¿Le darían permiso a esta linda mujer salir conmigo?- Lo dijo de una forma tan tierna, pero siempre con esa seriedad que lo representaba.
-Claro que sí, solo cuidense mucho y regresen pronto a casa- Dijo mi padre.
-¿Nos vamos?- me dijo con una pequeña sonrisa que iluminaba su rostro.
-Sí-Respondí y me despedí de mis padres y hermano mientras salía con él.

-Toma, ponte esto- Me dijo mientras me daba un casco, me sentía confundida, no pensé que me llevaría en su motocicleta ya que ambos llevábamos atuendos formales, pero después no importó, quería estar con el.
Ambos nos subimos y arrancó, me sentía tan feliz, que en todo el viaje mi sonrisa siempre se mantuvo. Hasta que llegamos a nuestro destino,estábamos en un parque, un hermoso parque. Había preparado una pequeña velada, todo lucía hermoso.

-Ven, sigueme- me dijo mientras tomaba mi mano y caminábamos hacia la fuente. La luna iluminaba perfectamente la ocasión
-¿Qué es esto?- le dije algo intrigada
Llegando a lado de la fuente me dijo -¿Quieres casarte conmigo?- lo dijo justo cuando había terminado de incarse frente a mi, mostrándome una cajita de anillo, el brillo de la luna me permitía ver una sonrisa hermosa, era la primera vez que lo veía sonreír de esa manera, el se veía realmente feliz.
Mi corazón latía demasiado rápido, y como era de esperarse mis mejillas se pusieron coloradas, tarde un poco en asimilar la pregunta y respondí -Me encantaría-




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