Príncipe Heredero [stiles Stilinski]

Capítulo 11. Durmiendo junto a él.

Adam.

Mi respiración se a atorado en mi garganta, siento los nervios invadir mi cuerpo entero, ahí, frente a nosotros se encuentra el padre de Stiles parado en la puerta abierta. Me mira por unos segundos de arriba a abajo, analizándome, siento mis piernas flaquear por su penetrante mirada. Creo que voy a desmayarme.

—Stiles, llegas tarde, ¿Se puede saber donde estabas? — pregunta el señor sin dejar de mirarme. Trago grueso.

— Lo siento papá — se disculpa el hermoso chico a mi lado — es que Liam y Allison nos propuso ir de compras y no nos dimos cuenta que se nos hizo tarde - Stiles le dice con calma.

—¿Y quien es este amigo tuyo? — vuelve a preguntar. Creo que estoy temblando.

— Ah, el es Adam, Adam mi padre, el sheriff Stilinski — presenta Stiles mirando a su padre y después a mi.

Aclaro mi garganta y tomo valentía — Un gusto señor —extiendo mi mano hacia él, menos mal que no e tartamudeado.

— El gusto es mío — musita el señor sheriff demasiado serio y estrecha su mano con la mía mientras la otra la lleva donde tiene su arma, estoy seguro que me va a disparar, me atrevo a sonreír le con nerviosismo.

— Papá, deja de intimidar a Adam y suelta su mano — se queja Stiles.

El señor suelta mi mano y de la nada suelta una estruendosa carcajada. Se calla por unos segundos, me mira y mira a su hijo y vuelve a soltar otra carcajada. Miro al chico de lunares y él me la devuelve apenado.

—Lo siento, mi papá está algo loco, solo intentaba intimidarte — dictamina con pena, ¿Intentaba dice?  Yo creo que en verdad lo a logrado, tan solo un poco mas ya me veía tirado en el piso, Stiles mira con reproche a su padre que sigue riendo —¡Papa, ya basta! — le grita enojado.

— Ya, ya, me tranquilizo — el señor da bocanadas de aire para regular su respiración — Tranquilo muchacho, que no muerdo — se dirige a mi — ¡Dios! Deberías haber visto tu cara — suelta una risa.

— ¡Papá! — le grita mi castañito. Mio, solo mio

— Ok, ok, entiendo — alza las manos en son de paz — es un placer conocerte en persona, Stiles me a hablado mucho de ti — espeta el hombre con una sonrisa en el rostro.

— Espero que hayan sido cosas buenas — dictamino mirando a un Stiles sonrojado, simplemente hermoso.

No te preocupes muchacho, han sido cosas mas que buenas — cuestiona el padre de Stiles — ¿Por que no te quedas a cenar? Sería bueno conocer mas del amigo de mi hijo — dice de una forma extraña la palabra amigo de la oración, ¿Él sabrá algo? Santo dios, espero que no, aun no se como expresarme bien solo como el amigo de Stiles frente a él como para hacerlo como algo mas de su hijo, ¡Sería mi fin! —¿Que dices? — la voz del sheriff me saca de mis pensamientos.

— Eh... Yo — miro a Stiles buscando ayuda, él solo se encoge de hombro — Está bien, acepto — declaro con valentía, una que no tengo para nada en realidad, pues siento que todo me tiembla, desde las uñas de mis pies hasta el ultimo cabello de mi cabeza.

—Pues adelante — se hace a un lado de la puerta cediéndome el paso.

Suelto un suspiro suave, levanto las bolsas que se me cayeron hace unos minutos atrás por la impresión y el susto y camino hacia la puerta, hago una pequeña reverencia al padre de Stiles y entro a la casa seguido de mi destinado y tras él su padre entra cerrando la puerta después.

Miro el lugar, todo sigue igual como la primera vez que estuve aquí, el olor del chico de ojos claros está impregnado por toda la casa, eso me gusta mucho, a pesar que el olor del sheriff también predomina, él de Stiles es mas fuerte.

— Papá, voy a dejar las bolsas en mi cuarto — le habla Stiles a su progenitor — por favor no vuelvas a tratar de hacer de las tuyas, ¿Si? — pide mientras frunce su entrecejo.

—Lo intentaré — contesta el señor, Stiles achica los ojos — esta bien, estate tranquilo.

— Bien, Adam bajo en unos momentos — se dirige a mi, asiento con la cabeza y le doy alguna de las bolsas, me sonríe para después subir los escalones que llevan al segundo piso de su casa con las bolsas en manos.

— Ven — me llama el hombre, camina hacia la cocina a lo cual no me queda de otra que seguirlo — siéntate — señala las sillas alrededor de la mesa — serviré la cena.

— Le puedo ayudar — ofrezco, el señor niega con la cabeza.

— Eres un invitado y a los invitados se les atiende — declara — toma asiento — le hago caso, camino hacia una de las sillas, la jalo un poco para depositar después mi trasero en ella. Descargo de mi espalda la mochila y la dejo a un lado del pie de la silla.

El señor se mueve de aquí para allá, a pesar de que no me mira aun siento mi cuerpo temblar por el miedo, miedo de que lo haga enojar por alguna acción o palabra mía, ¡Por dios! Es el padre de mi futuro novio, además sumándole a eso que es el sheriff del pueblo también.

Stiles baja ya.

— Y dime Adam, ¿Mi hijo se porta bien en el instituto? — pregunta de espaldas después de un rato de silencio incómodo para mi.

— ¿Eh? Este, si, él se porta muy bien, señor — respondo con un ápice de temblor en la voz.

— Dime John, no es necesario el señor — cuestiona con humor.

— Claro seño... John —me corrijo rápidamente. Casi la riego.

— Hay algo que quisiera preguntarte — se gira para posar sus vistas en mi ser — ¿Solo eres amigo de mi hijo o eres algo mas? — su mirada se torna serio.

— Este, yo, este —¿Que le respondo? Esta vez si que voy a desmayarme — Verá, Stiles es mi compañero de vida, John, estoy seguro que usted está al tanto de los seres sobrenaturales como su hijo, así que creo que puede entender a que me refiero — opto por ser sincero.

—¿Tu compañero de vida? — asiento consternado — entonces solo puedo pedirte que no lastimes a mi hijo, él ya a pasado por mucho, no quiero que vuelva a sufrir, por culpa de su antigua manada y mío a sufrido, te pido que lo cuides y ames como yo no pude hacerlo bien — inspira aire — se que las parejas destinadas son por la eternidad y no hay nada que pueda separar a los involucrados al igual que el amor que se tienen el uno al otro es infinito, mi hijo te quiere, se la pasa hablando de ti, cada que menciona tu nombre una sonrisa de tonto enamorado aparece en sus labios, no lo había visto sonreír con sinceridad desde que su madre murió — cuenta — Se que en el futuro habrá muchos obstáculos que tendrán que enfrentar, al igual que estoy seguro que podrán con todo, por eso te pido que nunca le dejes y hazlo feliz — me quedo conmovido con todo lo que me a dicho, él me está aceptando para su hijo, eso de verdad me hace feliz, por que ahora se que no voy a tener que preocuparme por que se que me da su apoyo.




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