Prioridades

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Le marqué nuevamente y pude observar como miro el teléfono, corto la llamada y continuo platicando con esa chica.

Sentía que iba a explotar de rabia y enojo, sin embargo decidí no armar escena de celos y continúe mi camino a casa.

Mis padres se encontraban fuera de la ciudad, cosa que agradecí para que no me vieran sumida en mi depresión.

Tome el teléfono y les mandé un mensaje S.O.S. a mis amigas, quienes llegaron rápidamente a mi casa con una botella de tequila.

— Vamos Cassie, tomate un tequila y cuéntanos qué ocurrió..

— ¡Shot, shot, shot! — gritaron todas en unísono y no me quedo más remedio que tomarme el tequila.

Les conté mi bizarro día, y no las note sorprendidas cuando les conté lo ocurrido con Patricio.

— Porque no las veo sorprendidas?

— Cassie — dijo Monse — Ayer mi hermano me contó que vio a Patricio con una chava en plan romántico, le conté a Laura y fuimos a tratar de espiarlo pero ya no estaba en el Bar. 
No quisimos decirte hasta confirmar nuestras sospechas.

—¡Dios!, no entiendo que pudo haber pasado?

— No te ha hablado, marcado o enviado mensaje?

— Ahora que lo mencionas, no desde ayer. Al principio no le di importancia, pensé que estaría ocupado con sus exámenes finales.

— ¿Y que harás? ¿Esperaras a qué te llamé?

— No lo sé... Supongo que en algún momento debo enfrentarlo y cerrar este círculo. Solo espero no derrumbarse frente a él.

— Ni el FBI es tan eficiente como yo! — Dijo Nina — Ya se con quien anda, es una niña!, tiene 19 años, acaba de entrar a la universidad y sus padres son dueños de la nueva cadena de gimnasios que hay en la ciudad. Es rubia, delgada, ojos celestes, y trae un auto último modelo.

— Bueno, pues más claro ni el agua. No creo ser competencia con mi 1.60 de estatura, castaña, ojos café, cuerpo de troll y ¡sin auto! ¡ Salud!

— ¡Jajajajajajajajaja! — nos reímos mientras seguimos tomando tequila.

****

Por la mañana desperté desorientada y mareada, la evidencia de lo que ocurrió la noche anterior estaba ahí, habían dos botellas de tequila y cajas de pizza vacias. Laura, Monse y Nina aún estaban dormidas en mi cama cuando escuché el escandalo de mi teléfono.

Tome mi teléfono y apague la alarma, revise los mensajes y no había ninguno de Patricio, afortunadamente alguna de las chicas me quito mi teléfono para no realizar llamadas de despecho con canciones de Jenny Rivera en la madrugada a mi ex chico. Casi vómito al ver la aplicación de tinder instalada en mi teléfono, mi perfil estaba activo y habían conversaciones subidas de tono con chicos que ni conozco.

Al salir del baño, veo a las chicas como un huracán moviéndose de un lugar a otro buscando ropa...

— ¿Que ocurre chicas?

— Tienes una cita con un chico que te conectamos ayer por tinder.

— ¿De que están hablando?

— Anoche, después de reír y llorar y volver a reír, te quedaste dormida, tomamos tu teléfono y conocimos a unos chicos por ti. En dos horas quedaste con uno para ir a comer.

— No, no y no... Yo noy me voy a prestar a sus juegos.

— ¡Anda ya! Siéntate aquí y déjanos el trabajo a nosotras, te acompañaremos para darte apoyo moral.

— Aún no entiendo cómo deje manipular por ustedes — les dije mientras entrábamos al restaurante donde conocería a mi Date.

— Quédate en esta mesa y estaremos vigilandote desde ahí, además Nina ya reviso su perfil y no tenemos nada de que preocuparnos — dijo Monse.

Espere aproximadamente unos 15 minutos cuando llegó un chico fitness, guapo, de cabello castaño y ojos miel.

No era para nada mi tipo, pero no tenia otra opción a la mano y según mis amigas, era lo más decente que habían encontrado.

— ¡Buenas tardes Cassie! — Me saludo con un beso cerca de la comisura de mis labios.

— ¡Hola! ¿Cómo estás?

— Bien, ¿traes ese tanga de encaje que me dijiste que te pondrías?

Me quedé asombrada ante su pregunta, digo, no soy ninguna santurrona, pero me asombro que fuera directo y sin rodeos.

— ¡Claro! — Mentí, — ¿Y a qué te dedicas?

—Creo que ese tema ya lo platicamos antes por chat.

¡Mierda!

— Ya se, solo quiero corroborar tus mentiras. Jajajaja. Me permites un momento, voy a sanitario.

— Sería muy sexy si te quitas la tanguita para poder acariciar tu almeja debajo de la mesa...

Roja como un tomate, le sonreí y me puse de pie para dirigírme al sanitario. Tenia que revisar con urgencia la conversación para tener idea de lo que "Había platicado" con este tipo por el chat.

Revise rápidamente la conversación y trate de memorizar los detalles más importantes, aunque la mayoría de la platica se resumía a sexo telefónico.

— ¿Como vas con tu galán? — me preguntó Laura encantó entro al baño.




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