Prioridades

3

— Repite lo que nos acabas de decir — dijo mi padre.

— Patricio y yo terminamos hace unos días. Lo encontré besando a otra chica y ni siquiera tuvo los huevos de terminar conmigo, simplemente se desapareció de mi vida. Me lo encontré en la entrada de un restaurante e intento negar que estuviera saliendo con otra! Cuando estaba con ella! La flaca deshabrida con quién lo vi besándose! — No me pude contener y comencé a llorar.

— Ya no llores princesa. Me entristece verte así— me consolaba mi padre.

— Deberías escucharlo— dijo mi madre— Alguna razón debió tener para hacer lo que hizo.

—Insinuas que mi hija debe seguir saliendo con un patán?

—Bueno, la nena ya está grande, será muy difícil encontrarle otro novio. Se va a quedar a vestir santos.

—¡Mamá! Qué manía tienes con que me casé pronto! Entiende que quiero seguir estudiando, trabajar, vivir sola.

— ¿Vivir sola? Si ni siquiera limpias tu cuarto. ¿Como piensas sobrevivir?

—Aprenderé, comeré piedras de ser necesario— dije convencida.

—Es muy pronto para que tomes esas decisiones hija— dijo mi padre tratando de calmar la tensión entre mi madre y yo— aquí no te falta nada, si estudiar va a lograr que distraigas y evitar que te deprimas, pues puedo apoyarte en eso.

—¡Hablas en serio papá!

— ¡Si hija! — la única condición es que sea una escuela aquí en la ciudad.

—Me ofrecieron una beca, en la compañía dónde trabajaba, pero es para irme a la capital a estudiar y trabajar. Me ofrecen hospedaje y un pago para mantenerme.— vi cómo cambio la cara de mis padres.

—¡Eso jamás! — Dijo mi madre— Que prisa tienes por irte a otro lugar!, Seguro quieres andar de libertina!

— ¡Tranquila Odette, no juzgues a la Nena tan pronto! ¿Cuándo inicia el curso Cassie?

— La verdad no sé. Me ofrecieron la beca, pero aún debo hacer los trámites y presentar algunos exámenes.

— Si obtienes esa beca y decides irte, tu madre y yo no te abandonaremos, este siempre será tu hogar, pero no te daremos dinero, como vas a estudiar y trabajar, debes ser lo suficientemente responsable para administrar tus gastos.

— ¡De una vez te advierto, que no aceptaré un nieto fuera del matrimonio!

—¡Mamá, El hecho de que me vaya a vivir sola, no significa que andaré de libertina!

— Necesito un té de valeriana para los nervios.

Le di un abrazo a mi mamá y mi papá se acercó a nosotras rodeandonos.

—¡Ya deja los dramas amor! —dijo mi padre con dulzura.

Comenzamos a reír, nos separamos, y me despedí de ellos.

—No regreses tarde Cassie, recuerda que el alcohol no es el mejor amigo en las depresiones.— dijo seriamente mi padre.

—Despues de lo que acabamos de platicar, ahora en lugar de depresión tengo emoción por los cambios que pueden llegar. Los quiero— me despedí de ellos con un beso y salí de casa rumbo al bar.

Llegue al bar en un Uber compartido con Nina; Laura y Monse ya nos esperaban en la entrada. No tuvimos problemas en el acceso, ya que éramos clientes frecuentes, sin importar la opinión de mi Exnovio solía salir con ellas al menos una vez al mes.

Nos asignaron una mesa y pedimos nuestras bebidas. Comenzamos a bailar y cuando me di cuenta, estábamos rodeados por varios chicos. No tenía ánimos de socializar con ninguno. Así que en la primera oportunidad que tuve me separé del grupo y me fui al baño.

Al salir del baño, choque con un chico.

—De nuevo tú—Me preguntó y lo miré confundida.—¿Me recuerdas?

— ¿Debería?— No tenía idea de que hablaba.

—Soy el chico que te debe una lavanderia.

—¡Claro! El despistado que me tiro un pastelito encima! ¿Acaso ir chocando por la vida es tu método para ligar chicas?— Nos reímos.

—Puede ser.

—¿Y enserio te funciona esa técnica?

—Mmm... Todo dependerá de tu respuesta. ¿Puedo invitarte algo de tomar?

— No.

— Entonces no funcionó. — comencé a reír. — Te ves hermosa cuando ríes.

Me sonroje, después de varios años de noviazgo ya había olvidado lo que se siente cuando coquetean contigo.

— Debo irme, mis amigas me esperan. — Me despedí.

No le di tiempo de responder y me dirigí hacia la mesa donde estaban mis amigas para encontrarlas ligando, cada una estaba con un chico y yo parada sola en la mesa.

— Es una pena que estés tan solita.— Dijo una voz detrás de mí que comenzaba a sonar familiar, sonreí y di la vuelta para estar frente a él. — No nos hemos presentado, soy Mateo.

— Mucho gusto, soy Cassie.— le dí la mano para saludarlo y me jalo para darme un beso en la mejilla.

— Como se ve que no te afectó mucho nuestra ruptura. A la primera ya andas coqueteando con otro. — Dijo Patricio enojado.




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