Prioridades

26

Esta mañana Gina me pidió que le preparara un informe sobre los nuevos clientes que se incorporan a la empresa partir de este mes, desglosando los tipos de contratos que tendrán cada uno y la derrama económica que se generará para el bien de los dueños.

Me encontraba finalizando el reporte solicitado por mi jefa cuando llegó Alessandra hasta mi escritorio.

—¿Puedo ayudarte en algo, Ale? —Le pregunté intrigada por su visita. De hecho, casi nunca nos frecuentábamos en nuestro lugar de trabajo.

—En realidad tengo una cita con Gina. No tengo idea de que asunto se trata. Mi jefe me dijo que viniera a verla. —Me dijo en un susurro para que solo yo pudiera escucharlo. Volteaba a ver a mi alrededor para verificar que no hubiera un fisgón.

—¿A qué hora es tu cita?

—A las 10. ¿Cuál es la secretaria de Gina? Me dijeron que me presente con ella.

—Es Edith, La señora que está sentada junto a la puerta. Será mejor que te acerques para confirmar tu cita.

Me quedé intrigada por la cita de mi amiga con Gina. Espero que sea algo muy bueno para ella.

Alessandra se sentó a esperar que Gina la hiciera pasar en los sillones destinados para las visitas, a Io lejos mi amiga me hacía caras, estaba un poco molesta porque Edith no la dejo acercarse a mi escritorio para platicar en Io que la mandaban a llamar. Solo me limité a reír desde lejos.

Gina salió de su oficina, saludó amablemente a Alessandra y se acercó a mi escritorio.

—¿Ya tienes el informe que te solicité, Cassie? —Me preguntó un poco apurada.

—Ya los tengo, Gina, aquí tienes una versión impresa. También te Io envié a tu correo electrónico.

—Gracias, Cassie. ¿Puedes venir un momento a mi oficina?

—Claro. —Me puse de pie y caminé detrás de Gina, camino a su oficina se detuvo junto a Alessandra y le pidió también que entrara junto a nosotras.

—Tomen asiento chicas. ¿Les ofrezco algo de tomar? —Preguntó con amabilidad.

—No, muchas gracias. —Respondimos al unísono.

—Edith, ¿me puedes traer una taza de café? Por favor. —Le pidió a su secretaria por el interfono— Las cité aquí porque tengo un tema que tratar con ambas.

Edith interrumpió nuestra charla al entrar sin avisar previamente para dejar el café de Gina. Al salir cerró la puerta por instrucciones de su jefa.

—Ahora espero que no nos interrumpan. —Continuó Gina, un poco disgustada por la intromisión de Edith— Vamos al grano chicas, tengo un proyecto y está diseñado especialmente para ustedes dos.

—¿A qué te refieres? —Preguntó Alessandra incrédula. Yo aún estaba en estado shock. No podía hablar.

—Hay una nueva franquicia de restaurantes que solicita servicios de marketing y contabilidad. —Abrió el informe que le entregué minutos atrás y nos enseñó los datos de la empresa de la que nos hablaba— Pensé en ustedes dos, y que son sus áreas de especialidad y los socios solicitan que las chicas que trabajen con ellos sean becarias ya que no pueden pagar un salario muy elevado. Vean esto como su primera oportunidad para ser ejecutivas de cuenta. ¿Qué dicen?

—¿Por qué nosotras? —Preguntó incrédula Alessandra.

—Conozco el trabajo de Cassie, ya que me ha demostrado su talento y profesionalidad al ejecutar las responsabilidades que le he asignado. En cuanto a ti Alessandra, le solicite a tu jefe que me envíe a la mejor de sus chicas en marketing digital.

—Wow, está es una oportunidad maravillosa. —Dije asombrada y agradecida—Pero... ¿Qué sucederá con nuestros puestos de trabajo?

—Serán ocupados por otras personas, ustedes serán asignadas a otra oficina, podrán trabajar desde casa o en donde su nuevo jefe les indique. Es muy importante que continúen con sus estudios, ustedes siguen siendo parte de esta empresa, tendrán que enviar informes mensuales sobre los resultados de sus actividades. No piensen que las estamos corriendo.

—En ese caso, muchas gracias por la oportunidad. —Dijo Alessandra— Espero no defraudarte.

—Sé que no Io harán, confío en ustedes para esta nueva encomienda.

—¿Cuándo tendremos que trasladarnos? —Pregunté.

—La próxima semana tendremos una reunión con los socios de la franquicia para presentarlas y platicar sobre los programas de trabajo. A partir de ese día ustedes estarán a disposición de sus nuevos jefes. Es importante que esta semana comiencen a arreglar sus pendientes en la oficina. Deberán preparar un reporte sobre sus actividades en la oficina y entregárselo a su jefe directo antes de que se vayan. ¿Alguna otra duda?

—No por el momento, gracias nuevamente. —Mencionó Alessandra, quien intentaba mantener un semblante serio, aunque sabía que por dentro estaba muy emocionada.

—Gracias por tomarme en cuenta, Gina. —Sonreí agradecida.

—De acuerdo, chicas, ahora a terminar sus labores por hoy y a preparar los informes que les pedí.

Salimos de la oficina de Gina caminando lenta y pausadamente, intentábamos demostrar un semblante serio.

Alessandra se despidió de mí y se fue a su lugar de trabajo, mientras que yo me quedé en mi escritorio para concluir mis actividades diarias.

Al finalizar nuestra jornada laboral nos reunimos en la entrada del corporativo para irnos juntas a nuestra maestría, hoy es la última clase que impartida Antonio.

En el camino fuimos platicando sobre la nueva oportunidad laboral que se nos presentaba. Estábamos muy emocionadas ya que jamás nos imaginamos que estuviéramos juntas trabajando en un proyecto. En está ocasión Hugo no iba con nosotras pues tuvo que salir un poco antes y nos veríamos en la escuela más tarde.

Llegamos al lugar donde se imparte nuestra clase y vimos a Antonio en la puerta saludando a los asistentes, Io saludamos muy amablemente y entramos para sentamos al fondo del salón como Io habíamos hecho en días anteriores.

Su clase fue muy dinámica, nos explicó el tema con maestría, pudimos apreciar que no es tan cabeza hueca como pensábamos.




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