Un cumpleaños, Una explicación

La feria sera hoy, de ahí que ahora estoy digiriendo mis alimentos de la mañana; por lo visto Michael me

habia dejado ropa nueva, una blusa con bordados, shorts y unas botas invernales; Con el calor de todos los dias.

—Buenos días pequeña y feliz cumpleaños por supuesto—pronuncio felicitándome

—Gracias tío y, por cierto, me encanta esta blusa —agradecí con una sonrisa.

—Claro, te representa a ti y tu cultura; además hice tu favorito —comento.

—Tarta de fresas con merengue, me conoces demasiado bien y como hoy es mi cumpleaños me…— interrumpió mi tío.

—No te vas a cortar el cabello—dijo con tono firme.

—Ay porque —dije con puchero.

—Priscila, ya hablamos de esto ¿Cuál es la razón por la cual quieres cortarte el cabello? Y dos ¿Quién te metió la idea a la cabeza? — pregunto.

—Tío, mi cabello me llega por debajo de la cintura y nadie me dio la idea, solo quiero probar algo nueva—respondí con toda la lógica.

—Oye cualquier chica que te vea envidiaría tu hermoso cabello crespo, enserio incluso me aburro de ver a las mujeres de cabello lacio—reprocho mi tío.

—Está bien, no cambiare nada —conteste convencida.

—Lo único que vas a cambiar es tu look, ya que…—exclamo mientras me entregaba una cajita de color blanco con un listón celeste.

Al abrirla había un collar de cuerda negra que sujetaba un símbolo extraño hecho de plata.

—¿Qué es esto? —pregunte confundida.

—Es la letra Omega, esta se encuentra en el alfabeto griego y significa “detonar el fin de algo”—respondió como si se tratara de algo místico.

—Ok, gracias—respondí incomoda.

—Pero prométeme que no te lo quitaras por nada del mundo—dijo con tono serio. Mientras me lo ponía.

—¡Está bien—BEEP— es el autobús, nos vemos a las 15:00! ¡Adiós! — exclame con prisa.

Varios de los precidentes de clase estaban fuera de sus respectivos salones, era obvio, son los encargados de guiar a los estudiantes para la feria, pero antes teniamos que estar atentos a cierta hora.

—No es muy comun que la escuela este tan movida—

—Es posible que alguien famoso venga—dijo entre susurros.

—No seas exagerado Moshee—dije, bajandolo de su nube.

—Si gracias por levantarme los ánimos — menciono sarcastico —Por cierto, Adom te está mirando; le hiciste algo —dijo con tono nervioso.

Voltee para ver si era cierto y si estaba en lo cierto me estaba mirando fijamente.

—Si de echo ahora que lo mencionas desde ayer dijo que tenía que tener los ojos abiertos por que algo malo iba a pasar—mencione con desconfianza.

—Si, por cierto, ¡Feliz cumpleaños! —grito a todo pulmón.

—Crei que no te acordabas—le dije con sonrisa labia

—Cómo olvidarme del cumpleaños de mi persona preferida—dijo mientras me abrazaba.
¡Cielos!, ¿Cuando obtuvo tanta fuerza este chico?

—Moshee no respiro—comente asfixiada.

—Uy perdón, no medí mi fuerza—respondió

—Uff tranquilo solo mídela para la próxima—dije recuperando el aliento.

—Chicos sé que están emocionados por la feria, pero tengo un anuncio—exclamo la directora la Ivanov.

—¿De qué se trata directora; no nos metimos en problemas? verdad—pregunto Sam otro compañero.

—No en este caso, hoy un nuevo estudiante ingresa a nuestro instituto! ¡Puedes pasar! —aclaro llamando a alguien.

Por la puerta paso un chico un poco más esbelto, de cabello rubio y pomulos perfectos era lo que hacia suspirar a las “damas” de mi salon.

—Alumnos este es mi sobrino, Petrof Petrovo, viene de Moscú, Rusia—dijo mientras le sostenía el hombro.

—¿Es mudo? —Averiguo Moshee, entonando curioso.
Yo solo le di un codazo por su falta de tacto; Claro, el reacciono de mala manera.

—Bueno joven Biton, Petrof sufrió una experiencia traumática, así que compréndalo por favor—pidió la directora.

Después de esa corta presentación, petrof se fue a sentar detrás de mí.

—Hola soy Priscila —me presenté amable pero lo único que recibí fue una mirada fría.

— займись своими делами—me contesto.

Lo observe confundida, pero por su ceño fruncido, parece que no quiere ningun tipo de atencion.

—Bueno chicos faltan 20 minutos, así que todos al gimnasio—exclamo la directora.
En la tarima se encontraba la tan esperada invitada que mantenia a la escuela patas arriba; era demasiado joven para ser profecional.

—Hay muchos dioses de esta civilización conocidos en todo el mundo, entre estos los más importante son Quetzalcóatl, Huitzilopochtli, Tezcatlipoca y Cipe Tótec—explicaba la historiadora.

Vaya que los aztecas tenian imaginacion, una gran serpiente decorada con coloridos plumajes de vuelo lo hacian lucir como un prominente dragon.

Un mechon cayo frente a mis ojos, pero al tratar de peinarmelo, mi castaño se volvio palido, me espante, y con solo un segundo de parpadeo; note que el mechón era castaño otra vez, me retire del gimnacio para doblar la esquina en direccion al santario, empecé a lavarme la cara seguro no dormí bien y estoy alucinando, al salir,me estaba redirigiendo al punto de feria, cuando alguien me estampo contra los casilleros observe quien era mi agresor y como me lo suponia era Rex.

—Ya sabes que dar, rarita—dijo con tono de amenaza.

—Déjame en paz, no traje nada para el almuerzo ni traje el almuerzo—contesté con miedo y enojo.

—Ah sí y qué tal si me das esa porquería que tienes en el cuello—dijo con una sonrisa cínica. Refiriéndose a mi collar.

—Ni loca, me lo regalaron hoy por mi cumpleaños—le dije con reclamo.

Este chico no acepta un no, por respuesta, empezó a jalar de mi collar tratando de quitármelo, mientras yo me defendía.

Con ser capitan de futbol ya me ganaba en fuerza, pero tuve que estar firme, con toda mi fuerza le di un leve empujon, pero… ya no sentia los tirones que amenazaban mi cuello, fue cuando mi vista se detuvo en el,quejandose, a Rex estampado contra los casilleros, el gran bache en el que estaba apoyado era prueba de que no supe medir mis fuerzas.