Prisión Infernal

Capítulo 5: Laberinto Sangriento – Parte 1

— Creo que ya es hora de irse de este lugar, esta maldita prueba ha sido de lo peor –Decía Marie mientras suspiraba.

— ¿Entonces todas las pruebas serán de esto modo? –Decía Alice mientras observa como el cuerpo del tipo desaparecía en el charco de sangre.

— Bueno, a veces hay pruebas difíciles otras veces peores que esta, no tenemos otra  opción más que hacer  que sobrevivir a esta mierda.

— ¿Cuántas pruebas se tendrán que completar para salir de este lugar? –Decía Alice mientras recordaba el caos que vivió hace poco.

— No tiene sentido ponerse a pensar en eso ahora, solo harías que caigas aún más en la desesperación.

— Tienes razón, –Alice se daba unas leves palmadas en el rostro-, Debemos seguir.

 Ellas continuaron después de a ver sobrevivido a la prueba y al tipo que intento asesinarlas, iban caminando por el ancho pasillo, era el mismo de antes, aunque raramente parecía un poco más largo, luego de llegar al final del pasillo, ahí estaba la puerta de salida, esperando a que el ente deformado emergiera de la pared para que les entregaran la recompensa por haber completado la prueba. Esta vez el ser les dio una llave de lo que parecía era de plata, Marie la utilizo para lograr salir de aquel lugar.

— Bueno por ahora creo que debemos descansar –Decía Marie mientras miraba de lado a lado.

— ¿Descansar? ¿Hablas de la habitación que tiene siete puertas?

— No, aunque podemos ir a esa habitación no podríamos recuperar nuestras energías.

— Si ahora lo recuerdo… ahora que lo pienso mi cuerpo se siente agotado, pero no he tenido hambre, ni sed a pesar de haber corrido mucho. –Decía Alice mientras observaba la herida de su brazo.

— Bueno eso es otro misterio de este lugar. Tu cuerpo se fatiga, pero no te da hambre ni sed, solo te recuperas cuando reposas tu cuerpo. Aunque si pierdes mucha sangre puedes desmayarte o morir.

— ¿Entonces en qué lugar podríamos reposar?

— Intenta abrir alguna puerta, alguna de ellas se abrirá si necesidad de alguna llave.

 Alice recordó aquel momento, cuando ella estaba escapando del bufón la primera vez, donde pudo abrir una puerta de aquel pasillo para esconderse de él. Entonces Ellas fueron de puerta en puerta intentado encontrar alguna que se abriera.

— Mira esta se ha abierto –Decía Alice mientras tiraba de la puerta para abrirla.

 Cuando Alice observo el interior de aquella habitación, no vio nada más que tres antorchas que alumbraban débilmente el lugar. Ellas entraron y cerraron la puerta, se recostaron en la pared a descansar de todo la locura y de la muerte que habían vivido hace poco.

— Este lugar parece seguro por ahora, a diferencia de la habitación que se abre con la llave especial, en este lugar los enemigos si pueden entrar y atacarnos –Decía Marie mientras observaba la puerta del lugar.

— Entonces descansemos un poco para seguir adelante.

— Solo cerrare los ojos, pero no te preocupes no  me quedare dormida –Sonría Marie a decir esas palabras-, mi cuerpo necesita descansar por un momento.

 Entonces Marie cerro sus ojos. El silencio empezó a hacerse cada vez más abundante, Alice silenciosamente observaba a Marie, en su mente se preguntaba tantas cosas, de porque sentía seguridad y confianza al estar junto a ella, también empezó a recordar esos momentos terroríficos en donde su muerte estuvo cerca, esos momentos críticos en que su cuerpo siempre reaccionaba de manera natural a esas situaciones críticas, luego dirigió la mirada hacia el lado donde Marie había sido apuñalaba, recordando el momento donde le habían incrustado el cuchillo, pero por más que observaba no podía encontrar herida ni cicatriz del ataque que recibió, luego miro la herida de su brazo que fue mucho menos profunda y que aún no había curado, cada pregunta que se hacía Alice le creaba más dudas.

 Alice también cerro sus ojos por un momento, tratando de no ser consumida por la locura y misterios del que la rodeaba a ella y al lugar. Cuando en un momento mientras mantenía los ojos cerrados escucho el sonido de gotas cayendo sobre agua, le pareció tan extraño ese sonido que abrió los ojos cuando lo hizo, Alice quedo perpleja por lo que sus ojos estaban viendo, se vio acostada en el suelo en un lugar totalmente oscuro, miraba de lado a lado, y no veía más que un infinito vacío oscuro, había una extraña luz que alumbraba a su alrededor, esta luz le daba un rango de visión en esa infinita oscuridad aunque no podía ver dónde provenía tal luz, luego de unos momento de despertar en ese lugar, escucho un ruido, el de una niña llorando a lo lejano de ese lugar oscuro, caminaba sobre lo que parecían charcos de agua, caían gotas, como si estuviera cayendo una llovizna, Alice volteaba hacía arriba pero no veía más que un vacío negro, siguió caminado intentado encontrar de dónde provenía el llanto.

 Cuando luego de deambular por el lugar logro encontrar el lugar donde provenía el llanto, era el de una niña que estaba de espalda, ella parecía estar vestida con una especie de kimono negro, dibujas en este bordados de mariposas de colores, con un cabello negro largo, con dos amarres en cada lado del cabello, estaba hincada llorando, Alice no podía observar el rostro de ella, se fue acercando poco a poco hacía esta niña, entonces de repente, la niña fue tragada dentro del charco de agua, Alice corrió rápidamente a intentar agarrar la manos de la niña que estaba siendo tragada por el agua, cuando Alice se acercó a donde estaba la niña fue muy tarde ya había desaparecido casi por completo, lo único que quedaba de la niña era la mano, Alice pudo ver que la mano tenía en los cuatro primeros dedos, cuatro anillos, de estos estaban unidos cuatro gemas, una verde, una dorada, una blanca y una roja, estas gemas parecían similar a la que Marie tenía en su collar.




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