Prisión Infernal

Capítulo 8: Recuerdos

— Alice… Alice…. –se escuchaba una dulce voz pronunciando el nombre de Alice.

 Alice sentía que estaba en el suelo, al abrir los ojos para saber de donde provenía aquella voz, se deslumbro con el rostro delicado de aquella niña de kimono negro, con un rostro pálido y aquellos ojos grises, la niña estaba en la misma posición que Alice, tendidas en el suelo, medio cuerpo de ellas estaba sumergido en el agua y la otra mitad no, entonces Alice empezó sentir como su cuerpo fue lentamente tragado por el agua, mientras ocurría aquello, la niña no cesaba de llamar a Alice, cuando estaba a punto de ser tragada por el agua, Alice escucho a la niña decir.

— Búscame Alice.

 Alice despertó abruptamente después de aquello, pasaron pocos momentos para que recuperara la memoria sobre lo que había sucedido a ella, rápidamente llevo sus manos a su abdomen, donde había sido apuñalada, Alice podía ver como su vestido estaba rajado por aquella espada oxidada, pero al observar su piel, veía que no había cicatriz solo un rastro de sangre seca, luego llevo sus manos a su pecho, intentado sentir alguna herida por la daga de aquella mujer, pero fue lo mismo, tenía parte de su vestido rajado con sangre seca pero sin ninguna cicatriz.

 Eso le parecía demasiado extraño pensaba que tal vez, murió y las manos de carne se llevaron su cuerpo, entonces ella observar un poco el lugar donde había despertado, lo que veía era que estaba en un lugar circular, los bordes de este lugar tenían un canal que trasportaban sangre que provenía de las paredes, Alice levantó la mirada para encontrar la fuente de luz, solo pudo observar que ella estaba debajo de unas mallas con orificios pequeños, y que la luz provenía de alguna parte. Bajo su mirada y vio que como de la pared, se empezó a formar un cuatro de sangre del tamaño de una puerta, la sangre brotaba sin parar, hasta que un momento apareció una puerta.

 Alice realmente no sabía si estaba viva o muerta, pero intento que su mente no fuese atacada por esos pensamientos, se levantó y se dirigió a pasar por aquella puerta, al hacerlo se encontró con otro espacio igual, circular, rodeado de unos canales que trasportaba sangre, pero en el centro de este lugar había un letrero parecidos a los que están en las pruebas. Alice se acercó para leer lo que decía.

El ciego ve, el mudo habla, el sordo escucha, todo a la vez

 Ella pensaba que no podía estar en una prueba, no podía entender lo que estaba sucediendo, entonces de nuevo broto sangre de la pared para crear la siguiente puerta. Alice siguió sin pensarlo mucho, ya que no podía entender lo que pasaba. Cuando entro a la siguiente parte, era un pasillo, pero este era corto, al observar vio como de la parte superior del lugar había picos de acero que permanecían arriba, luego vio que las paredes estabas hechas de carne, pero al acercarse más, quedo aterrorizaba por lo que estaba viendo, eran cientos de rostros pegados en la pared, de diferentes formas, como si fueran mascaras sin ojos ni boca, hechas de músculo, Alice no sabía si lo que estaba viendo era real, así que acercó su mano para tocar un rostro, pero al hacerlo, todos aquellos rostros empezaron a mover sus bocas y los orificios de sus ojos, con movimientos perturbadores, el lugar de repente se empezó a llenarse lamentos y gritos.

 Alice se asustó, ya que nunca había visto semejante cosa, ella ya se había acostumbrado a ver la irrealidad de las manos de carne, pero nunca de un pasillo lleno de rostros que gritaban de lamentos, era como si estuviera en el infierno. Corrió al otro extremo del pasillo, pero no había puerta, solo había un extraño mecanismo, hecho de madera, en su interior tenía la figura de un rostro tallado, Alice sabía que definitivamente era una prueba, tenía que hacer algo para que apareciera la puerta para salir del lugar, cerró sus ojos y empezó a concentrarse, evitando los lamentos de aquellos rostros sin vida. Entonces ella volvía al pasillo donde estaban los rostros, aunque le parecía un poco aterrador empezó a observar estos rostros, ella se percató que algunos, movían su boca, pero no emitían sonido, otros seguían con la “vista” a Alice a pesar de no tener ojos, otros rostros parecían no escuchar los lamentos del lugar, Alice pensó, recordó lo que decía el letrero.

 Ella se acercó a un rostro que movía su boca, pero no tenía voz, lo agarró y arranco de un solo tirón el rostro de la pared, al hacerlo, el rostro empezó hacer expresiones extrañas como si sintiera el dolor de ser arrancado de la pared, Alice corrió al mecanismo e introdujo el rostro de manera que quedará similar al tallado, solo pasó segundos para que de aquel mecanismo saliera estacas de maderas muy finas, el rostro quedo despedazado, entonces los picos de acero que permanecían arriba del pasillo,  empezaron a descender, pero descendían muy lentamente, Alice sabía que tenía que hallar la respuesta correcta, parecía que cada vez que ponía un rostro equivocado en el mecanismo, los picos descendían. Ella rápidamente se devolvió a escoger otro rostro.

 Pensaba una y otra vez en la frase del letrero, “El ciego ve, el mudo habla, el sordo escucha, todo a la vez” entonces su próxima suposición fue que debía juntar tres rostros y ponerlos en el mecanismo al mismo tiempo, que debía encontrar un rostro que no pudiese hablar, otro que no pudiese ver y uno que no pudiese escuchar. Sin pensarlo mucho, empezó a buscar esos rostros, con la presión de que los picos descendían lentamente, y los lamentos se hacían cada vez más fuertes. A Alice le aterraba arrancar aquellos rostros de la pared ya que podía ver los movimientos que hacían como si sintieran algún tipo de dolor, mientras intentaba ignorar aquello, se fue al mecanismo a intentarlo con aquellos tres rostros, Ella pensaba que al colocar juntos aquellos tres rostros haría un solo rostro que “escuchaba, hablara y viera” pero su suposición fue incorrecta.




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