Prisión Infernal

Capítulo 9: Encuentros

 Alice estaba de nuevo en aquellos largos pasillos, debía encontrar a Marie, pero sabía que era difícil, ya que no tenía idea de que camino escoger, tampoco sabía donde estaba ella, Alice volteo a mirar el reloj que Kalzamaen le regalo, preguntándose que función tendría ese objeto. Olvidándose de esa pregunta, Alice empezó a caminar, intentando encontrar un camino.

 En ese mismo momento en otra parte de la prisión; estaban aquel grupo buscando a la mujer llamada Ángela. Estaban aquellas cinco personas, en un pasillo que se dividía en tres caminos.

― Bueno Tatem, parece que el rastro de Ángela desaparece aquí –Decía Lone, mientras intentaba deducir que camino escoger.

― Ángela siempre ha sido buena para huir je, je –Decía Melins, mirando el rostro serio de Tatem.

― Entonces, ¿Qué haremos líder? –Decía Mortuss, manteniendo sus brazos cruzados esperando una respuesta de Tatem.

― Haremos esto, Lone y Melins, ustedes irán por ese camino –Tatem señalaba el pasillo de lado derecho-, Deylen y Mortuss ustedes irán por este –Señalando el pasillo de lado izquierdo-, yo seguiré por este último –Tatem señalaba el último pasillo que estaba en el centro.

― ¿Estarás bien tu solo? –Preguntaba Deylen preocupaba.

― No te preocupes, debemos encontrar rápido a Ángela, no sabemos del porque ella tomo esa decisión.

― Bueno seguro tendrá sus motivos –Decía Lone, levantando los hombros-, Tal vez Ángela ya haya hecho el contrato con un demonio del karma.

― Ella no tiene motivos para hacer eso –Repudiaba Tatem las palabras de Lone-, Algo debe haber ocurrido para que ella nos dijera esas palabras a todos.

― Bueno, supongo hasta que no la encontremos no sabremos del porque dijo eso –Decía Melins.

― Chicos, si logran encontrar a Ángela, intenten convencerla, que se retracte de su decisión, nos reagruparemos en el segundo sector, luego de que inspeccionemos este lugar.

― ¡Esta bien jefecito! –Gritaban Lone y Melins.

― Ten cuidado Tatem –Decía Deylen, sujetando la mano de Tatem-, Cuídate del payaso, nunca se sabe dónde podría aparecer.

― No te preocupes Deylen –Respondía Tatem, con una sonrisa-, nos veremos en el segundo sector.

  Entonces los otros partieron, Tatem empezó avanzar en aquel pasillo, con aquella espada única, con tres líneas, él buscaba unas puertas especiales, unas que solo eran abiertas con unas llaves muy difíciles de conseguir, por supuesto, solo podrían diferenciarlas aquellos que tuviesen la suficiente experiencias y conocimiento del lugar, Tatem era uno de ellos. Él llegó a un pasillo donde había una puerta que estaba abierta, él sabía que algo había ocurrido dentro de esa habitación, cuando se acercó a mirar que había dentro de la habitación, contemplo un sangriento escenario, donde las manos de carnes se estaban llevando los restos de varios cuerpos, pero había un tipo que aún seguía con vida. Este tipo tenía una túnica negra, con una cruz blanca invertida. Tatem se acercó rápidamente al tipo.

― ¿Qué ha ocurrido? –Preguntaba Tatem al tipo, que yacía casi muerto en el suelo.

― E-sa maldi… –El tipo escupía sangre-, esa mujer de cabello dorado, nos mató a t-todos.

― ¿Una mujer de ojos azules con un cabello dorado largo? –Preguntaba Tatem alterado.

― S-su nombre, era Ángela –Tosía el tipo, con dificultades para hablar-, Nuestro dios Kalzamaen… nos ordenó asesinarla.

― ¿Asesinarla? ¿A que te refieres? Vamos dilo! –Tatem cada vez se exasperaba por más información.

― ¡V-viva… Kalzamaen!

 El tipo a decir esas últimas palabras, su mirada dejó de mostrar vida, Tatem sabía que las personas habían sido asesinadas por esta mujer llamada Ángela, él no perdió mucho tiempo y se dio la vuelta para encontrar a esta mujer, pero al girarse para salir del lugar, la puerta se cerró de golpe y la salida empezó a cubrirse con una pared de carne, quedando totalmente bloqueada, cuando escucho un extraño sonido detrás de él, que provenía del cuerpo del tipo que acaba de morir, Tatem se giró y observo, que le tipo se convertía en un ser deformado, de sus ojos y boca salían un líquido negro, el cuerpo del tipo que parecía estar sin vida, empezó a correr directo a Tatem, él lo esquivo y uso aquella espada única para cortarlo, al hacerlo, el tipo sangraba sangre negra; la batalla seguía, a pesar que el cadáver que fue poseído por algo no tenía armas, tenía una gran fuerza física, pero para Tatem, eso no era nada, él ya estaba acostumbrado a pelear con enemigos así, luego de unos cortes más Tatem logro incrustar su espada en el corazón muerto del tipo, al hacerlo, la línea dorada que portaba la espada él, empezó a crecer más, entonces el cadáver en tan solo en unos instantes se trasformó en cenizas que tenían un color muy negro.

― Maldición, pensar que aparecería un “pecador” en este lugar –Decía Tatem viendo como la cobertura de carne de la puerta desaparecía-, eso significa que debe haber una entrada del infierno cerca… solo espero que no haya sido por Ángela.




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