Prisión Infernal

Capitulo 13: Yume

                                                   Capítulo 13: Yume

Tensk estaba examinando el cadáver de aquel monstruo, que estaba siendo quemado por llamas de fuego. Alice veía como aquel monstruo se convertía en cenizas, esparciéndose en el aire, luego miraba a Tensk de nuevo, él se veía cerrando su puño, viendo hacia arriba, con una lágrima cayendo en su rostro. Berlins aún seguía abrazando a Alice, ella también estaba con lágrimas en su rostro.
 

—¿Qué ha ocurrido? –preguntó Alice, luego de ver que ellos estaban con lágrimas en su rostro.

—Lo mismo que te ocurrió a ti. Estábamos en una ilusión que mostraban nuestros arrepentimientos –decía Tensk, acercándose a ellas.

—¿Nuestros arrepentimientos? –preguntó Alice, sin lograr entender las palabras de Tensk.

—Sabes que este lugar se le llama: “Bosque del arrepentimiento”. Significa que los monstruos de este lugar, nos mostrarán nuestros arrepentimientos más profundos. –contestaba Tensk.

—“Entonces ¿Por qué razón, vi a esa mujer? ¿Esa mujer podría ser mi madre? –pensaba Alice.

—Como puedes ver, nosotros tres hemos tenido una ilusión que nos ha afectado mucho –decía Tensk.

—¿Pero por qué sentía tanta tristeza e ira? –preguntaba Alice, recordando aquellas emociones.

—Son las mismas emociones que sientes al hacer algo, que sabes que está mal, pero que no puedes remediarlo –decía Tensk.


Berlins dejó de abrazar a Alice, luego se ponía de pie y con una de sus manos, se restregaba los ojos para limpiarse las lágrimas.


—¿Quién derrotó al monstruo? –preguntó Berlins–. Estabamos dentro de la ilusión. No podíamos hacer nada.

—Eso es lo que yo me pregunto también –decía Tensk, volteando a mirar el lugar donde fue derrotado el monstruo–. Era tan fuerte, que fuimos vencidos con un solo ataque.

—¿Entonces alguien más lo derrotó? –preguntaba Alice.

—Sí, básicamente, desde el momento que el monstruo nos atacó con la neblina, ya estábamos muertos.

—Como sea, nos hemos salvado que es lo importante. Salgamos de este lugar –decía Berlins, recuperando las energías.

—¿Creen que puedan seguir? –preguntaba Tensk, a las dos.

—Sí, aún me duele un poco el golpe que me dio ese monstruo, pero puedo seguir –decía Berlins, mientras estiraba sus brazos.

—¿Tu Alice? ¿Puedes seguir?

—Sí –respondía Alice, sintiendo el dolor del ataque que recibió en la espalda.

—Creo que no falta mucho para salir de este bosque –decía Tensk–. Debemos ir con rapidez, puede que aún haya más monstruos similares.

Luego de que los tres se recuperaran un poco de lo sucedido, decidieron seguir, pero esta vez, Tensk como Berlins iban más callados de lo habitual. Ellos aún estaban afectados por las cosas que vieron en la ilusión que les provocó el monstruo, Alice podía notar el cambio de ánimo en ellos. Ella quería preguntar sobre que cosas vieron, pero, sabía que no era el mejor momento, así que, solo se quedó en silencio, siguiéndolos a ellos para salir del bosque.

Cuando cruzaron aquella parte sin árboles, volvieron adentrarse al bosque, esta vez con esperanza de no volverse a encontrar con algún monstruo similar. Iban trotando para poder salir de ese bosque más rápido, aunque tenían pocas energías, el deseo de salir de aquel bosque, les hacía trotar sin parar. Hasta que llegó ese momento deseado por ellos, salieron de aquel bosque, sin ningún tipo de contratiempo.
 

—Por fin, hemos salido de ese lugar –decía Berlins, un poco más animada.

—Ya falta poco para llegar al a ciudadela –decía Tensk–. Debemos rodear una colina para luego encontrar el camino que nos deja directo a la ciudadela.

—¿Dónde exactamente queda ese lugar? –preguntó Alice.

—Cuando estábamos en la colina no se podía ver, pero la ciudadela está rodeada de pequeñas montañas, así que, era imposible verla desde arriba –decía Berlins–. Además, que se me olvidó mencionarlo, pero la ciudadela está cerca de la torre de Babel.

—No perdamos más tiempo, sigamos –decía Tensk, queriendo aprovechar al máximo el tiempo.
 

Procuraron no perder mucho tiempo al salir del bosque, yendo a la colina que Tensk había mencionado. Alice veía que por donde iba, era montañas de rocas, con un aire secó, caminando por lugares arenosos.

Alice dudaba si era lo correcto ir a ese lugar, ya que estaba marcada. No quería ser juzgada como asesina, aunque esos pensamientos le hacían sentir hipócrita, ya que ella recordaba que había asesinado a alguien sin piedad. Entonces pasó el tiempo hasta que llegaron a una cueva que era alumbrada por aquellos cristales rojos. Tensk decía que por esa cueva iban a llegar a la ciudadela. Entonces cuando salieron de ese lugar, Alice por fin pudo ver el lugar que buscaban ellos. La ciudadela.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.