Atrapado en el barro
Creí que era un juego, un paso fácil de dar,
Que con un soplo de aire, volvería a volar.
Ignorante y vanidoso, subestimé la aflicción,
Y ahora me encuentro sumido en esta pesadumbre sin fin.
Mil veces he intentado, mil veces he caído,
La vida, un laberinto, donde estoy perdido.
La crueldad del destino, me ha puesto a prueba,
Y he descubierto que la felicidad no es como la pintan.
La aprobación ajena, una sombra que me persigue,
Y en el espejo, un extraño que me sonríe.
El orgullo herido, la esperanza desvanecida,
¿Cómo levantarme de esta caída tan profunda?
La vida, un campo minado, donde cada paso es una apuesta,
Y la derrota, un fantasma que me acecha.
Pero en la oscuridad, una pequeña luz se enciende,
La fuerza de voluntad, que me impide rendirme.
No necesito aplausos, ni reconocimientos vanos,
Solo mi propia satisfacción, mis logros alcanzados.
Mil veces me levantaré, aunque mil veces caiga,
Porque en la lucha constante, mi espíritu se forja.
Así que seguiré adelante, con la frente en alto,
A pesar de las heridas, del dolor, del desaliento.
Porque la vida es dura, y no promete nada,
Pero en la lucha encontramos nuestra sincera verdad.