Dardos y espinas
Serán risas huecas las que llenen el aire,
Si no sigues el ritmo de la economía ansiosa,
La sociedad, con su juicio implacable,
Despreciará tu camino, marginal y extraño.
Se burlarán de tus sueños, llamándolos vanos,
Cada burla, un dardo, cada palabra, una espina.
Mas con cada herida, la piel se endurece,
Formando un caparazón contra la humillación.
No se trata de convencer al mundo,
Ni de seguir ciegamente los pasos de otros.
Es la certeza en tu corazón lo que importa,
La convicción firme de seguir tu deseo.
Las humillaciones, combustible para tu fuego,
Las risas malintencionadas, viento bajo tus alas.
La pasión y la determinación son tu escudo,
No te dejes vencer por la ignorancia ajena.
Que tus sueños sean el faro en la tormenta,
Guiando tu camino con luz inquebrantable.
Y aunque el camino sea solitario y escarpado,
Sigue adelante, sin miedo al qué dirán.
Es tu vida, tu viaje, tu lucha constante,
No dejes que la presión te desvíe de tu ruta.
En cada caída, en cada tropiezo, hallarás
La fuerza para levantarte y seguir intentando.
Porque al final del día, en la quietud de la noche,
Serás tú quien sepa el valor de tu esfuerzo.
No se trata de convencer a todos, sino de saber
Que tu búsqueda es sincera y tu pasión auténtica.