Danza Acuática
Desde mi ventana, un lienzo gris,
la lluvia pinta, suave o con frenesí.
En solitarias calles, o en pleno día,
me acompaña su melodía.
A veces un beso, bajo su velo,
otras, un llanto, que me hace veloz.
Su fuerza me aterra, su calma me encanta,
es un bálsamo, o una herida que sangra.
Recuerdos brotan, de aquel amor efímero,
y tristezas hunden, mi alma en un abismo.
La melancolía invade, mi ser atribulado,
pero también paz, cuando estoy enamorado.
Liberado me siento al sentirla caer,
lavando mi alma, haciéndola crecer.
Es dualidad pura, un juego de contrastes,
que moja a todos, sin hacer distantes.
Hermosa y terrible, a la vez es ella,
la lluvia que cae, sin hacer contempla.
Un regalo del cielo, o una lágrima amarga,
que moja mi rostro, y mi alma embarga.