A Medio Camino

A Medio Camino

He recorrido senderos de sombras y luces,

donde el sufrimiento ha sido mi compañero,

un peso en el alma, un eco de lamentos,

que resuena en el silencio de mis noches vacías.

He reído a carcajadas,

con el viento acariciando mi rostro,

pero aún me faltan risas que desborden el alma,

sonrisas sinceras, sin máscaras ni dudas.

He amado con cada latido,

en el susurro de un abrazo,

sin embargo, el amor se me escapa,

como el agua entre los dedos,

buscando su cauce, aún no he hallado el todo.

He aprendido lecciones,

sabiduría en las caídas,

pero todavía ignoro tanto,

como un niño ante el vasto océano de lo desconocido.

En este viaje de idas y venidas,

me siento a mitad de camino,

con el horizonte dibujado,

pero la meta siempre distante,

un espejismo que se derrite al acercarse.

Cuando creo haber llegado,

solo encuentro un nuevo sendero,

un avance en la carrera,

que nunca cesa, que nunca se cansa,

y el pulso de la vida me empuja a seguir.

Estoy preparado para lo que venga,

con el corazón abierto,

como un libro en blanco,

dispuesto a escribir nuevas historias,

a enfrentar la tormenta con valor renovado.

Así, en este vaivén de emociones,

entre risas y llantos,

sigo buscando mi esencia,

un refugio en el amor,

y el conocimiento que aún me elude,

porque en cada paso,

en cada suspiro,

la vida se despliega,

y yo,

a medio camino,

me levanto y sigo adelante.

Siempre listo para lo que venga,

con la mirada en el horizonte,

y el corazón latiendo fuerte,

porque sé que aún hay mucho por vivir.