Prisión interior

Tras la Tormenta

Tras la Tormenta

Ya no me apresuro, el tiempo es mi compás,

la urgencia es un espejismo, un cruel disfraz.

Las cosas fluyen, como hojas al azar,

y yo, un simple náufrago, en esta mar.

No soy erudito, ni sabio pretendo ser,

en versos vagabundeo, sin querer saber.

Camino despacio, sin prisa por llegar,

en paz conmigo mismo, sin más por alcanzar.

La calma es mi refugio, mi más fiel sostén,

no por indiferencia, sino por saber bien

que lo importante es poco, y lo urgente, nada más.

Las decisiones pesan, pero en mi ya no pesan más.

Las críticas, como olas, van y vienen sin cesar,

pero ya no me mueven, ni me hacen temblar.

Sé quién soy y hacia dónde voy, con paso firme y lento,

sin prisa por llegar, pero sin perderme en el intento.

La vida es un viaje, y los compañeros van y vienen,

unos se quedan, otros se pierden.

No me aferro a nada, ni a nadie, con ansiedad,

solo sigo caminando, con la mirada puesta en la verdad.



#1920 en Otros
#477 en Relatos cortos
#26 en No ficción

En el texto hay: poemas, poemario, poema oscuro

Editado: 04.02.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.