La sensación de que te has salvado de una situación peligrosa que ponía en riesgo tu vida es sumamente placentera, pero saber que te has salvado dejando una vida detrás de ti es algo que enfermaría a cualquier persona, hasta la más malvada ha de saber que si tratas de salvar a alguien y no lo consigues, el sentimiento de frustración envolvería cada molécula de tu cuerpo. Eso es lo que sentía Joey en ese momento, bueno realmente él lo asociaba de esa manera hasta que se dio cuenta otra vez que no era frustración lo que envolvía su cuerpo, sino agua. ¿Qué es lo que está ocurriendo? Por lo menos tenemos una variable para nuestra ecuación, Joey es el responsable del brote de agua, pero por ahora debe tener otras preocupaciones como saber el lugar donde se encuentra. ¿O talvez sea mejor preocuparse por esa silueta de fuego que se aproxima rápidamente no por tierra sino por aire?
¿Preocupación? ¿Quién conoce esa palabra? Para definir esa situación sería mejor utilizar la palabra “terror”, tanto terror que Joey al correr, levantaba tanta arena desde sus pies que se llenaría una cubeta en menos de treinta segundos; tanto terror que ni siquiera se daba cuenta que corría en dirección contraria a su escape. Pero de qué serviría regresar a la dirección original si esa silueta ya estaba al frente suyo, al notarlo mejor la silueta tenía forma humana. ¿Hay una persona que aguante estar cubierta de llamas? Pues la respuesta Joey la tiene frente a sus ojos pues veía claramente que una persona cubierta de fuego está levitando delante de él, asimismo está viendo como su vida llega a su fin.
J: En serio, qué me ocurre… ha... hahahaa ¡AAHH! ¡DIME QUE OCURRE! – Grita Joey con desesperación— Tú debes saber qué es lo que está pasando ahora mismo. ¿Me dirás? ¿O acaso me matarás sin que me entere de la situación? No respondes, supongo que hasta aquí llegaré, tenía tantas ganas de seguir vivien…
Bueno, ésta sería la tercera vez que nos encontramos en esta situación, quién diría que una persona en un corto lapso de dos horas puede llegar a quedar inconsciente tres veces. De todos modos Joey aún no se desmaya por completo, supongo que en su condición desearía estarlo ya que el golpe que recibió no fue de esa persona en llamas sino algo más inesperado, se trata de otra persona, ésta no se envolvía en fuego, parecía más como si se tratara de tierra y rocas, para señalar más semejanza se podría decir que era una “mole”.
Aunque paralizado o inerte debido al golpe, Joey aún sigue observando los hechos y lo que está presenciando no tiene descripción, o talvez si, el caso es que ambas “cosas” están peleando. El personaje de fuego mientras está levitando está haciendo de lanzallamas, pero no uno común y corriente, era como si estuviera lanzando bolas de fuego; esas bolas de fuego son tan calientes que inmediatamente devolvieron la cordura a Joey quien de lo sorprendido que está no se da cuenta que tiene el camino libre para huir. Además, está viendo cómo un desconocido cubierto de una capa mineral le está salvando la vida ya que ¿de qué sirve lanzar bolas de fuego cuando una lluvia de rocas te golpea? Motivo por el cual el que está cubierto de fuego decide dar una pelea cuerpo a cuerpo, al parecer ahora sí tiene más posibilidades de ganar, está aumentando su temperatura cada vez más, provocando que entre más golpes reciba el acorazado, más se esté deshaciendo su caparazón. Realmente soy un poco malo narrando las peleas, aunque lo que sucede no es una pelea en sí porque la mole está perdiendo contra la antorcha humana. Debo dejar las referencias de lado.