Prisionera De Su Obsesión

La Guerra que se Juega en Silencio

Alexander Montblanc cometió un error imperdonable. Creyó que el miedo seguía gobernándolos. No entendió que el terror solo funciona mientras las víctimas desean sobrevivir. Y Julián ya no luchaba para sobrevivir. Luchaba para terminar.

El plan de Julián

La casa junto al mar quedó atrás antes del amanecer..No hubo despedidas sentimentales. No hubo nostalgia. Laura observó por la ventanilla mientras el paisaje cambiaba, sabiendo que aquel refugio había cumplido su propósito: sanar lo suficiente como para volver a la guerra..Julián conducía en silencio..Elian iba sentado adelante, con una notebook abierta sobre las piernas..Elías y Leo dormían atrás, agotados por el miedo reciente.

—Alexander no vino a intimidarnos —dijo Julián finalmente—. Vino a medirnos.

Elian asintió.

—Y midió mal.

Laura giró el rostro hacia ellos.

—Hablen claro. No más medias verdades.

Julián respiró hondo.

—Alexander cree que el poder sigue estando donde siempre estuvo: dinero, influencias, secretos enterrados.
—Hizo una pausa—. Pero su verdadero punto débil no es lo que oculta… es lo que necesita que el mundo crea.

Elian giró la pantalla hacia ellos..En ella aparecía un diagrama complejo: empresas, fundaciones, políticos, jueces, clínicas privadas.

—El imperio Montblanc no se sostiene solo —explicó el niño— Se sostiene por confianza pública. Inversores, donantes, prestigio.
Si eso cae todo cae.

Laura frunció el ceño.

—¿Y cómo pensás destruir algo tan grande?

Julián respondió sin dudar:

—Exponiéndolo.

Silencio.

—No de golpe —continuó— No con un escándalo aislado.
—Miró a Elian— Sino como una infección. Lenta. Imposible de contener.

Elian sonrió apenas.

—Ya empecé.

La primera grieta

Tres días después, los titulares aparecieron.

No hablaban de Julián.
No hablaban de Laura.
Ni siquiera de Adrián.

Hablaban de una auditoría interna inesperada en una fundación psiquiátrica infantil financiada por el grupo Montblanc.

FALTAN REGISTROS. POSIBLES IRREGULARIDADES. PACIENTES SIN HISTORIAL LEGAL.

Alexander leyó la noticia en su despacho, sin perder la compostura.

—Molesto, pero controlable —murmuró.

Pero esa misma tarde, otro artículo apareció.

Un ex empleado habló. Luego otro..Luego un médico anónimo filtró documentos. Alexander comenzó a moverse. Llamadas.
Sobornos.. Amenazas..Pero algo había cambiado..La prensa no retrocedía.

El rostro público del monstruo

Laura observaba las noticias desde un departamento discreto en la ciudad.

—Están hablando de niños —susurró— No de negocios. De niños.

Julián asintió.

—Es la única verdad que no puede comprar.

Elian levantó la vista de la computadora.

—Y todavía no vieron lo peor.

Laura lo miró.

—¿Qué más hiciste?

Elian dudó un segundo.

—Preparé un respaldo. Si algo me pasa… todo se libera.

Julián se tensó.

—¿Qué respaldo?

Elian lo miró de frente.

—Los registros originales del psiquiátrico. Videos. Sesiones. Medicaciones.
—Bajó la voz— Y órdenes firmadas por Alexander.

Laura sintió que el estómago se le cerraba.

—Eso es una sentencia de muerte.

Elian asintió.

—Por eso tiene que salir todo junto.

La caída comienza

Una semana después, Alexander apareció en televisión..Traje impecable. Sonrisa medida.

—Mi familia ha sido víctima de ataques injustificados —dijo— Todo esto es una campaña para manchar nuestro nombre.

Pero algo falló..El periodista no retrocedió.

—Señor Montblanc ¿puede explicar por qué su firma aparece en autorizaciones médicas de menores sin consentimiento legal?

La sonrisa de Alexander se tensó.

—Eso es falso.

—Tenemos los documentos —insistió el periodista— ¿Desea verlos?

Por primera vez, Alexander dudó..Ese segundo fue suficiente..Las redes explotaron.

El precio de exponerse

Esa noche, Julián recibió un mensaje cifrado..Una sola frase:

Ahora sé que fuiste vos.

Julián cerró los ojos.

—Empezó.

Laura se acercó.

—¿Qué pasa?

—Alexander ya no está a la defensiva —respondió—. Está acorralado.

Elian levantó la vista.

—Y los animales acorralados atacan sin reglas.

Como si el universo confirmara sus palabras, una alerta apareció en la pantalla.

INTENTO DE ACCESO A ARCHIVOS PROTEGIDOS.

—Está buscando el respaldo —dijo Elian— Quiere borrarlo.

Julián se enderezó.

—¿Puede?

—No —respondió Elian— Pero puede encontrarme.

Silencio..Laura se acercó a su hijo y lo abrazó.

—No te voy a perder.

Elian apoyó la frente en su hombro.

—No me va a encontrar —dijo—. Porque cuando lo intente…

Miró a Julián.

—Vos ya vas a estar esperándolo.

La guerra abierta

A la mañana siguiente, la noticia fue imposible de ignorar.

EL GRUPO MONTBLANC BAJO INVESTIGACIÓN JUDICIAL.
CONGELAMIENTO PREVENTIVO DE BIENES.
POSIBLE IMPUTACIÓN DE ALEXANDER MONTBLANC.

Laura miró la pantalla sin respirar.

—Está cayendo…

Julián no sonrió.

—No todavía.

El teléfono vibró..Número desconocido. Julián atendió. La voz de Alexander atravesó la línea, calmada, venenosa.

—Jugaste bien —dijo— Pero olvidaste algo importante.

—¿Qué cosa? —respondió Julián.

Alexander sonrió, aunque Julián no podía verlo.

—Que yo todavía tengo una última carta.

La llamada se cortó..Al mismo tiempo, Leo se despertó gritando desde la habitación. Laura corrió hacia él.

—¡Leo! ¿Qué pasó?

El niño temblaba.




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