Prisionera del amor

Capitulo 10

–Es una naca la tipa, no se que brebaje le habrá dado a mi hijo para apoderarse de su cabeza pero le está funcionando bastante bien—La señora Martha estaba hablando por teléfono desde su cómoda habitación con la que aún deseaba fuera de su nuera.—Anoche fue un verdadero caos. Quería jugar a la familia feliz pero obviamente yo no lo permití.

–No me digas eso. No puedo creer que Ulises me haya dejado por esa cualquiera.—Ella dos tenían muy buena comunicación, se habían hecho confidentes y amigas en el tiempo que dura la relación. No se podría decir que eran iguales pero si compartían intereses y gustos similares. Lo principal era que no aceptaban a cualquier persona pero cuando lo hacían era difícil que la soltaran.—El otro día la vi, estaba jugando a la niña rica en el restaurante con tu hijo. Resaltaba tanto pero para mal, daba una mala impresión.

—Me lo imagino, ¡Que vergüenza para mí hijo andarse exhibiendo de esa forma.—Estaba acostada muy cómodamente en la enorme cama del cuarto principal. Cada vez que se enojaba con su marido a este lo corría a otra habitación sin importar que el fuera el dueño de la casa. —Ayer me enojé hasta con él estúpido de mi marido. ¿Puedes creer que se pudo de su lado como si nada?

–Creo que yo nunca le caí bien aunque nunca me esperé que aceptara a cualquier otro antes que a mí.—Su tono de envidia era muy notorio.–Eso es tan injusto, me da mucho coraje esta situación.

–Calmate ya por favor.–Le hablaba con prepotencia, era evidente que no le gustaban los dramas ni las quejas.—Ya te dije que no permitiré a esa tipa salirse con la suya. Tengo un plan y tú me vas a ayudar.

—Eso me agrada, ¿qué tengo que hacer?

La conspiración entre ambas comenzó. En esta no solo tratarían de desprestigiar a Esperanza para que Ulises se alejara de ella. Irían mucho más lejos pues se metería directamente con ella.

Para ellas, el hecho de tener dinero y poder lo era todo. Así que con eso en mente se les hizo fácil investigar su vida para encontrar un punto vulnerable y así actuar.

Su operación les llevó un par de días, tiempo en que un investigador particular supo todo de ella pues era un libro abierto. Esperanza no tenía la intención de esconder nada así que fue fácil dar con sus datos. La vida de Esperanza estaba limpia. Trabajaba honestamente y era querida por muchas personas así que por ese lado no pude hacerle nada.

—Para mi será más fácil que la desaparescamos.—Dijo el investigador en la reunión con la señora Benz.—Después implantaremos todo para hacer creer a su hijo que se fue con otro hombre a vivir a otra ciudad.

—No, no. Eso no servirá.—Respondió la señora muy intranquila.—Mi hijo está tan embobado que la buscará por todas partes. Necesito que se desilusione de ella y eso solo le hará buscarla.

—Pero sin ella en mi camino podrá entrar a y recuperar a su hijo.—La guapa modelo intervino para dar su punto de vista.—Poco a poco me lo podrá ganar de nuevo.

—Como se ve que no conoces a los hombres y sus caprichos.—Le respondió muy severamente.—La trae tan metida que aunque tú te acuestes con él todos los días, la seguirá buscando y pensando en ella. Necesitamos algo diferente.

—¿Qué propone usted señora?—Preguntó muy interesado y con temor de decir algo inoportuno nuevamente.

—Es una mujer de bajos recursos ¿no?—El investigar afirmó con la cabeza.—Entonces no se resistirá a la tentación de una joyas nuestras. Con esa y otras situaciones Ulises entenderá que esa mujer solo estaba con él por dinero y se desilucionará.

Los dos que escuchaban se quedaron sorprendidos por aquello. No desaprobaron la situación solo había que afinar detalles.

—Pero ¿Cómo haremos que caega?—Preguntó la modelo muy intrigada.—Dudo que sea tan tonta como para venir y robar algo.

—Si no lo hace, nosotros le haremos creer a Ulises que si lo hizo.—Respondió con voz muy seria e imponente.

—Osea ¿Haremos un engaño?

—Por supuesto querida. La vida se puede manipular de esta forma.

La sopresa llegó nuevamente a los rostros de quienes escucharon dicha idea. El cargo moral llegó en ese momento pero no sé atrevían a contradecir a la poderosa señora.

—Nuestro trabajo requerirá un poco de paciencia.—Contonuó la señora con su explicación.—Tenemos que hacer el momento justo para inculparla no solo de las joyas, también le haremos varios escadalos. Juntaré a algunos vecinos y todos van a colaborar.—Tenia una grata sonrisa en su rostro mientras redactaba todo eso.—Ulises seguramente dudará de todo. Por eso necesitamos pruebas contundentes, al grado de meterla a la cárcel.

—¿Está hablando enserio?—Preguntaron al mismo tiempo.

—Muy enserio. O ¿Qué pensaban?, que la vano a difamar solo para presentarla una vez que Ulises se dé cuenta.—Hizo fracciones y movió las manos en señal de desapruebo.—Claro que no, ¿para que dar oportunidad que ella se defienda? Con el tiempo podrán verse nuevamente, en camino si la metamos a la cárcel ella no podrá decir nada.

—Pues si va a ir a la cárcel esperemos que muerda el anzuelo de robar las joyas.—Exclamó el investigador.—Meterla a la cárcel sin haber cometido delito, suena un poco intenso.

—Por favor señor Javier.—Le habló con dureza.—No finja que en su profesión no ha hecho nada ilegal. Aquí sabemos con quién estamos hablando.

El investigador solo agachó su cabeza para no levartala más. Eso daba a entender que si había recurrido a varias situaciones deshonestas.

—Además es culpa de esa mujer.—Se atrevió a afirmar.—No debió meterse en la vida de mi hijo. Tampoco involucrarse en la alta sociedad sin serlo. Un pichón que quiere volar demasiado alto, termina siendo derrotado por la gravedad o comido por las aves que si viven ahí.



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En el texto hay: #drama, #tragedia, #romace

Editado: 15.04.2025

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