Prisionera del amor

Capitulo 13

—Las joyas estaban aquí donde siempre. —Se quejaba la señora Benz enfrente de su esposo e hijo.—Esa mujer ha sido la única desconocida que ha pisado esta casa. ¿Qué explicación le dan?

—Que tú estás inventando todo esto.—Dijo Ulises molesto.

—¿Cómo te atreves a decirme eso?—El drama se hizo presente.

—Mamá fue evidente que Esperanza no te cayó bien.—Seguía sin creerle.—No necesitas seguir finciendo. Se que eres capaz de inventar cualquier cosa para lograr lo que te propongas.

—Hijo por favor no digas esas cosas.—El señor Benz intervino en la conversación.—Estoy de acuerdo en que tu mamá no se mostró muy fan de tu novia, pero de ahí a inventar un robo. No creo que sea capaz.

—Por favor papá le falta originalidad a mi madre.—Los miraban muy retadoramente.—Es un plan muy común, lo he visto incluso cuando desean despedir a algún trabajador.

—Esos son mitos.—El señor Benz era un pacificador entre aquel probema.—Yo no estoy diciendo que tu novia sea responsable de la acusación. Es muy vil decirlo sin pruebas. Podemos buscar bien.

—Suena a que soy una tonta que no sabe dónde deja sus cosas. Se perfectamente dónde las tenía y alguien las tomó.

—No te preocupes querida, llegaremos al fondo de esto.

Esa familia nunca se había caracterizado por entenderse bien, sin embargo la comunicación y una buena relación les había caracterizado por mucho tiempo. Nunca habían presentado un problema similar y siempre se habían cuidado muy bien entre ellos. Sin duda está situación les estaba afectando más a todos de lo que querían aceptar.

Ulises y el señor Benz se fueron a sus habitaciones después de acordar una investigación y no de llegar a nada más después de una larga discusión.

La señora de la casa fue la única que quedó ahí para celebrar el comienzo de su plan.

Llamó a su investigador para pedirle que siguiera con lo acordado. El buscaría crearía información falsa sobre Esperanza y se la daría a Ulises.

La paciencia en este plan era la virtud más importante y ellos lo sabían. No esperaban que el joven millonario se desencantara de Esperanza de un día para otro, pero con la constancia adecuada sin duda lo lograrían.

El resto era más sencillo, la señora pondría cámaras en lugares precisos, ahí donde Esperanza tuviera acceso, grabando así sus movimientos y de ser necesario alterando los vídeos para hacerla parecer como una ladrona.

La parte final sería la de crearle un novio falso, uno que estuviera con ella recibiendo lo robado tal cual cómplice enamorado. Esto último terminaría por hundir la ilusión de Ulises hacia su amada.

El investigador se encargaría de muchas de esas cosas pero el modelo quien también participaría, sería la encargada de encontrar al individuo ideal para el montaje. Todos quedaría en fotos y grabado para evitar que su palabra valiera.

La señora Benz estaba jugando a algo peligroso pero tenía todas las ventajas para ganar. En ocasiones el poder te hace pasar por las virtudes humanas y te hace realizar cosas que no debes hacer con tal de ganar en un tonto capricho por lograr tus planes. Está señora y su voluntad, eran la prueba ideal de esto.

El plan no podía esperar y al comenzar el día la señora pidió que se implementara.

Esperó en el comedor a su hijo para hablar con él. Sabía que no podía dejar las cosas así.

—Ulises por favor siéntate conmigo.—Le pidió al verlo pasar.—No podemos permitir que esas cosas nos afecten. Debemos tener la unión de siempre.

—Me pides unión cuando ni siquiera aceptas mi relación con alguien. Me parece absurdo.

—No es que no la acepte. Eres mi hijo y siempre voy a querer lo mejor para tí, y en mi opinión ella no lo es.

—Es tu opinión. Lo mejor para mí debe ser quien me haga feliz y eso debería bastarte.

—Tienes razón y por eso quiero desayunar contigo y pedirte que traigas a esa muchacha más seguido.—Lo miró tiernamente, así como cuando deseas conseguir algo de alguien.—Creo que entre más convivamos, más podré conocerla y se me hará fácil ver porque te hace feliz.

—¿Estás hablando en serio?—Ulises puso ilusión en sus ojos, había caído ya en el plan de su madre quien le dijo lo que quería escuchar.

—Por supuesto hijo, no veo porque siempre dudas de mis palabras.—La señora dominaba muy bien las palabras y el arte de hacerse la víctima.

—Será porque justo ayer en la noche me hablaste mal de ella y querías que terminaramos lo antes posible.

—Y hoy te estoy diciendo que tu felicidad es lo más importante. —Sonrió y lo tomó de la mano.—Vamos a darnos esa oportunidad de conocerla, ¿Ok?

—Estoy de acuerdo.

Ulises le dió un beso a su madre y acordaron que Esperanza iría por la tarde para convivir con ella.

El desayuno fluyó muy bien gracias a esa nueva actitud de su madre. Su estrategia se basaba en la manipulación así que comenzó por su hijo.

Después de esto el joven se fue de ahí muy contento con la ilusión de hacerla pertenecer a su familia.

La señora llamó a la que quería fuera su nera, le recriminó su esfuerzo nulo por recuperarlo. La modelo tenía un orgullo muy grande y por más que quería tener a Ulises, de hacia la difícil.

Era una persona muy popular y tenía muchos pretendientes, por esa parte se sentía bien pero Ulises era el mejor partido que podía tener.

Aceptó el plan de la señora, no tanto por gusto si no también por miedo hacia ella. Estaba conociendo los alcances que tenía y prefería tenerla de aliada a un enemigo potencial.

Tuvo que modificar su actitud y comenzar a buscar a Ulises por más que le doliera el orgullo. Sabía que el plan de la señora funcionaría y ella tarde o temprano se quedaría con el que había sido su gran amor hasta ese entonces. Así que se volvió la mejor cómplice para la estrategia más retorcida de la que había sabido.



#7435 en Novela romántica
#1171 en Joven Adulto

En el texto hay: #drama, #tragedia, #romace

Editado: 15.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.