Capitulo 24

No solo eso, también corroboró la mala administración así como la desviación de fondos. Aquella prisión estaba en pésimas condiciones y todo era debido a ella.

Sin contar la evidencia que logró reclutar del caso Esperanza así como los análisis médicos que Laura le facilitó. En ellos se veía claramente que varias de las reclusas incluida Estela, problemas tenían mentales que nunca se tomaron en cuenta para sanarlos.

El abogado tenía todo listo al final del día. Ahora solo faltaba convencer a su amigo de no hacer caso omiso y sacarla de ahí. Le diría lo malo que sería para él permitir que continuaran las cosas así.

Como premio final, el abogado logró reclutar una última información. Al dirigirse a la oficina de la directora para finalizar la inspección, logró escuchar una conversación que ella tenía por teléfono y decidió escuchar a escondidas.

"Ese hombre es nefasto. Estuvo reuniendo a todas las reas y custodias para que hablaran mal de mi. Todo por salvar a esa estúpida. Usted me metió en esto y ahora no tengo como solucionar el problema. Puedo perder mi trabajo, las influencias se me están acabando"

Trató de decidir con quién se comunicaba, solo pudo afirmar que era alguien que le había pedido un favor pues la culpaba por alguna razón.

"Ya le dije que no tengo de otra. Ese hombre también es amigo de mi jefe y él ya me ha pasado varias. No creo que me dé su apoyo ahora"

La conversación continuó y pudo corroborar que tenía razón. Era aquella persona que seguramente le había dado el dinero y las órdenes para llevar a cabo el complot contra Esperanza.

"Si yo caigo, obviamente sabrán quien me ayudó y quién me dió todo ese dinero. La prisión es muy grande y cabemos las dos... no la estoy chantajeando, solo le estoy pidiendo ayuda... ¡Estúpida me colgó!

El abogado vio eso como una oportunidad invaluable, solo tenía que rastrear esa llamada y así sabría quien la patrocinó.

Dió la media vuelta y se fue de ahí para buscar aquella información.

Esperanza se había quedado en observación todo el día. Laura estaba muy complaciente con ella y se quedó ahí. La custodia que les llevó comida cumplió y regresó con agua así como con otros suministros. Ambas quedaron muy agradecidas con esa nueva aliada que encontraron.

—La jefa anda de muy mal humor.—Dijo la custodia cuando las miró.—Creo que algo no anda bien, está desquitandose con todo el mundo.

—Es porque el abogado está aquí para evaluar su desempeño y parece que no le está yendo del todo bien.—Le respondió Laura mientras estaba sentada en un sillón.—La intención es sacarla y está reuniendo las pruebas necesarias para eso.

—Qué triste que se haya tenido que recurrir a eso.—Dijo Esperanza pensativa. Ella aún seguía acostada.—Si nos hubiera tratado bien desde el inicio, las cosas serían diferentes para todas.

—Tienes mucho que conocer todavía mujer.—Le dijo la custodia compadeciendose de su forma de ser.—La vida es dura y más en estos lugares. Si quieres progresar tienes que entenderlo. No puedes ser amable o todas te comerán.

La dura realidad que se vive en ese tipo de lugares es algo que pasa desapercibido por la mente de muchas personas que día a día viven su vida normal. Un sistema que te hace perder tu humanidad así como tu salud. Estela era el caso de eso. Una mujer que entró víctima de las injusticias y que gracias a los malos tratos y a la desatención que sufrió ahí. Desarrolló una enfermedad mental que solo le hacia agresiva. No tenía comunicación con nadie más ni sé esforzaba por superarse. Era como una bestia que al sentirse amenazada atacaba sin remordimiento. Esa situación que llevó al estrés a Esperanza ya quien no pudo comprender eso, y poco pudo hacer pues la metieron en una jaula con ella. Lo único que hizo fue defenderse y hubiera tenido que seguir así de no haber contado con la fortuna de que alguien le ayudara.

Así como ese, había muchos casos en la prisión que ahora era el hogar para muchas de ellas. Tenían que lidiar con situaciones así todos los días. Incluso las custodias no sé salvaban de aquello pues entre ellas también había muchos problemas, mismos que venían por la falta de administración y humanidad de la directora. A ella solo le importaba seguir siendo la líder y nunca se ocupó de la salud mental ni física por nadie de ahí, una soberbia intensa.

Afortunadamente todo estaba por cambiar. El abogado logró reclutar información sobre la llamada y se lo envió a su amigo quien se dejó convencer y dió su veredicto final.

Quedó impresionado o al menos así se mostró. Él no sabía que todo eso ocurriera ahí y menos daría su autorización por ese abuso de confianza. Indicó via telefónica que en ese momento ella dejaba de estar a cargo y quedó de ir al siguiente día a dar la cara el mismo por esa decisión.

La información se filtró gracias a que el abogado se lo contó a Laura en una pequeña reunión, ahí lo escucharon tanto Esperanza como la custodia. Esta última fue la encargada de ir a gritarlo a todo el mundo para que la noticia se extendiera.

Al llegar la noche ya todas las personas sabían que la jefe se iría de ahí al ser despedida.

Las opiniones se dividieron, había quienes mostraban su apoyo mientras que otras más no lo aceptaban. Obviamente eran sus allegadas y amigas, aunque estas eran minoria.

La vicedirectorora no estaba presente. Era muy irresponsable y casi no iba a trabajar, pero en ese momento fue requerida para ir a asumir el cargo bajo la observación del abogado. Todos estos mientras El jefe llegaba y colocaba un nuevo orden en ese lugar.

Los festejos por parte de Laura y Esperanza no se hicieron esperar. Sentían eso como una gran victoria que les daba la vida. Sabían que con eso no solo estaban fuera de peligro, sino que también habría muchos cambios positivos para ellas dos, quienes comenzaron a ser amigas.