Capitulo 32

Levantó un poco su estado de ánimo, pensó que quizás él no sabía nada de esa situación y que nunca participó en esa treta para encerrarla. Fue fácil suponerlo y eso era verdad pero estaba lejos de saberlo pues la señora Benz se encargaría de imponer esa idea.

El juicio comenzó con la parte demandante haciendo lo suyo. Se expuso que Esperanza estaba ahí por abuso de confianza y robo. Lógicamente no se iban a detener en ese concepto, la atacarían completamente, incluso en su moral y personalidad al exhibir todo lo que hizo.

El ataque fue fuerte, Esperanza resistió cerrando los puños de coraje por lo que escuchaba. Su abogado le había dicho que las cosas serían así, tenía que aguantar ese tipo de comentarios sin destino alguno más que ofender, no llevaban un peso legal más que hacerla enojar.

Los argumentos contra la demanda eran los únicos que se tenían que debatir y para eso estaba él ahí.

"La señoríta se enredó con el hijo de mi clienta. La llevó un día a la casa y desde ahí las cosas se perdieron. Mi clienta advirtió de esa situación a su hijo pero él no quiso hacerle caso. Joyas de gran valor fueron en su mayoría lo que ese joven tomó. Aunque también hay registro de otros objetos personales que de ahí desaparecieron"

El abogado hablaba sobre las acusaciones que tenían. Debía ser muy astuto y lograrlo de manera verbal, sobornando y cualquier otro método que no incluya pruebas, esto último porque las habían fabricado.

"Quiero que todos miren a esta mujer, ella es una persona que siempre ha tenido una vida básica. El joven Benz decidió darle una oportunidad para mostrarle otro tipo de vida, está claro que esa joven la desperdició y no resistió la tentación. Dejando atrás las oportunidades dada, ella prefirió robar lo fácil que esperar por ese futuro. Nadie aquí puede culparla. Había estado rodeado de una vida basada en la necesidad, no tuvo padre y con su madre no bastó para llenar su vida económica ni moral. Con una situación así es muy difícil caer en la tentación Es por eso que mi clienta solo pide lo necesario para que ella experimente un castigo por sus acciones pero salga a temprana edad para recuperar su vida.

El silencio se hizo presente. Todos miraron a Esperanza con un poco de desprecio y última. Se habían dejado llevar por las palabras del abogado y en sus mentes hicieron un terrible y equivocado concepto de ella.

El dolor en su corazón resultó muy molesto, el ver a su enemigo ahí contando esas mentiras, le dió mucho sentimiento al recordar lo vivido. Sentimientos que había reprimido en su corazón y que ahora habían decidido salir para demostrar que estaban presentes y que le afectaba mucho.

El juez tenía en sus manos varios documentos que hacían referencia al caso. Como en todo juicio, se necesitaban pruebas para avalar lo que estaban diciendo pero no había nada de eso. El juez no dijo nada en ese momento pero lo notó.

Después le dió la palabra al abogado defensor quien tampoco dudaría en soltar todo con tal de ver a Esperanza fuera de ahí y que ella notara su amor, al verlo defenderla.

"Nuestra cliente fue encerrada de una manera injusta. Fue acusada de robo con pruebas fabricadas, lo cual es un delito su señoría. El día de hoy esas pruebas no han sido mostradas porque sabían lo que pasaría. En sus manos coloqué un documento que es el expediente con el que ella entró, ahí están subrayadas esas supuestas pruebas así como un análisis psicológico que no cuadra con ella, básicamente la quisieron encerrar de por vida. Si esas pruebas fueron retiradas para este juicio y no van a presentar más que un testimonio de locura...ruego que se deje en libertad a mi cliente y se le de una indemnización por el daño recibido aqui"

La señora Benz fue ahora la encargada de cerrar los puños con mucho coraje. Había entrado en un sistema que no debía entrar, nunca se imaginó que la joven tendría quien la defendiera, pensó que sería olvidada en el silencio de aquella alejada prisión, pero no fue así. Ahora estaba sometida y se le estaba yendo de las manos. Su abogado tenía que hacer algo para solucionar aquello.

El juez revisó las propuestas de cada uno y revisó la información correspondiente. Para iniciar ese vaso concluyó que había muchas irregularidades así que había un bando ganador hasta ese momento.

La señora Benz no lo dejaría así de fácil, aún faltaba su estrategia perfecta que incluía el soborbo al juez.

Para esto, el abogado dejó una pista en los documentos. Lo hizo de manera muy obvia pues no tenía tiempo de guardarse las cosas, era un situación desesperada y él lo sabía.

Como el juez fue asignado de un momento a otro, no pudo hacer un movimiento previo para contactarlo, así que tuvo que esperar hasta ese día para hacerlo, tomando el riesgo de no ser aceptado.

En ese mundo era muy raro que un juez no aceptara un soborno así que eso tranquilizó a los demandantes. La señora Benz no dudó en ofrecer una cantidad muy jugosa de dinero, un golpe fuerte a su economía pero que bien valía la pena para salir librados de aquello.

El abogado defensor sabía esto y avalaba más por el buen corazón y humanidad de quién tendría el destino de su amada en las manos.

El juez llamó a un descanso prematuro, lo hizo con la intención de escuchar la oferta del abogado. Si no había nada interesante que escuchar, era casi seguro que perderían el caso inmediatamente.

Mientras llegó la suspensión, Esperanza miró hacia atrás para encontrarse con su madre de manera visual. Ella estaba nuevamente al pie de cañón con su hija. Sintió tanta ternura que corrió hacia ella para saludarla. Se tomaron de las manos y le dijo que estaba ahí para ella.

Esperanza reconoció el gesto y muy rápida y discretamente le preguntó por su hijo. Ella le respondió queneshaba bien, su tía lo estaba cuidando en casa y que estaba feliz y contento.