Luis parecía sumamente emocionado mientras que Esperanza solo mostraba satisfacción en el rostro.
El querido abogado estaba aún más contento sin ser él, el beneficiario oficial de lo que acababa de suceder.
Esperanza solo sonrío y presentó de manera discreta aquello. Luis la abrazó muy fuertemente y ella lo permitió, sin embargo, no mostró señal de querer hacer lo mismo que él, simplemente dejó que el suceso pasara, mientras disfrutaba a su manera de la noticia.
—Siéntate que voy a dar los detalles de nuestra victoria.—Le dijo invitándola a pasar a su oficina.—Al fin se logró la justicia que tanto esperabas.
La joven hizo caso y entró a la oficina primero que su abogado a quién le dio el paso por una cortesía. Él cerró la puerta, aquella que solo daba privacidad de audio pues al ser transparente, la visión seguía siendo muy efectiva para los de afuera.
El lugar era muy pequeño pero bonito, tenía sillas cómodas, cuadros de arte que decoraban el lugar, así como un estante con varios libros y una computadora.
Su escritorio era de color negro y almacenaba varios archivos, expedientes y cosas personales para él. A su costado tenía a manera de recordatorio, una foto de ellos dos en unas vacaciones recientes.
Era un hombre muy romántico y sin duda se podía apreciar el gran interés que tenía por Esperanza, incluso más podía verse la felicidad que le provocaba su relación con ella.
Se recorrió hasta su escritorio para sentarse, procuró no besarla como ya era costumbre pues aunque su relación no era un secreto para nadie, se mantenían con profesionalismo y discreción, algo que para variar, ella le había pedido.
—Hemos logrado acordar un distanciamiento de más de 50 metros a tu alrededor. Si se llegan a ver cerca de ti, ellos tendrán problemas.—Comenzó con las notificaciones.—Lo siguiente es que cualquier cosa que le pase a ti oa tu familia ellos caerán como responsables además hay un tipo seguro el cual te garantiza que no sé meterán contigo nunca más. Y si son inteligentes, te tendrán que proteger.—La miró a los ojos para dar el último acuerdo.—y por último en la cuestión económica ellos tendrán que pagarte la suma de $5,000,000.00 por los agravios difamación entre otros delitos que se cometieron en tu contra. ¡Felicidades Esperanza!
Ella sonrío aunque no fue la reacción que cualquiera hubiera esperado que ella tuviera así que su abogado se desconcertó.
—Pero ¿qué no estás contenta?—Le dijo en forma de regaño.—No pudimos obtener más dinero pues elegiste que no hiciera ninguna demanda como padre, así que él no es responsable de tu hijo.
—Claro que estoy contenta, son muy buenos beneficios. Solo que ni con todo eso, se puede pagar el sufrimiento y la difamación que viví, aquellas humillaciones no se me.—Le respondió con la cabeza abajo.—¿Qué tipo de personas son? Tengo que vivir preocupada porque me hagan daño. Ni con todo su dinero fuera puedo bajar la guardia, es una vida difícil la que le toca a mi hijo.
Se quedó en silencio un momento, después de lo que dijo. Su abogado correspondió sin decir nada pues no tenía cómo justificar lo que ella decía.
Había tratado de protegerla y ayudarla en todo lo que podía pero no podía eliminar los males para que ella estuviera tranquila. Lo más que podía hacer por ella era ayudarla y protegerla.
Esperanza se levantó su abogado que yo que iba a llorar pero no fue así simplemente me dio la vuelta para salir de la oficina.
—¿A dónde vas?—Le preguntó él desconcertado.—Tenemos que ir por el dinero.
—Voy a terminar mis funciones aquí.—Le respondió con voz seca.—En cuanto lo haga, podemos ir a donde quieras.—Comenzó a caminar pero se detuvo para decir.—Gracias Luis, muchas gracias.
Esperanza había desarrollado un síntoma de responsabilidad muy elevado. No le gustaba dejar su trabajo botado ni mucho menos quedarle mal a alguien, así que fue a cumplir con sus horas y al finalizar le pidió a Luis que fueran a realizar aquel trámite.
***
El resto de días fueron muy importantes para ella, con toda la cuestión legal se sentía más segura, aunque seguía sin dormir tranquila pensando que la señora Benz podía tomar venganza. Así que comenzó a diseñar la segunda parte de su plan y ahora que contaba con mucho dinero podía lograrlo.
Ella no iba a caer en lo mismo de lo que se estaba cuidando, esto era ir y atacar a su ex suegra de manera directa porque sería también obvio que fue ella. Además ese tipo de sufrimiento momentáneo no le causaba ningún placer a lo que quería hacer.
El dinero que recibió Esperanza le vino muy bien, necesitaba cuidarlo y saber invertirlo para multiplicarlo y lo más importante, para dejarle un futuro digno a su pequeño quien comenzaba a crecer.
Con el dinero, Esperanza puso un negocio propio, una parte la tomo para asociarse con Luis en un despacho independiente en el cual ellos dos eran los dueños y ya no trabajadores, pero eso no sería todo para ella, también compró una casa en donde envió a vivir a su madre con su niño, así como contratar a alguien que le ayudara, pues con las múltiples ocupaciones que tenía, la de madre quedaba muy reducida. Aún así nunca lo descuidó y le dió mucha calidad en cuanto amor se refiere, trataba de ser noble con él pues era con la única persona con la que le quedaban ganas de hacerlo y con su madre por supuesto. Para el resto de personas ella había desarrollado una dureza y frialdad muy elevada. Nadie podía ganar su confianza a la primera ni tampoco su ayuda, pero conforme fueron demostrando ser útiles para ella y leales, se abría y les daba una oportunidad.
Para ella era un ganar pues necesitaba aliados para lo que venía.
Con el tiempo sus negocios comenzaron a ir bien. Logró recuperar lo invertido y lo juntó con lo que tenía guardado cuando los Benz le pagaron esa cantidad de dinero.