Hace cientos de años, un grupo terrorista llamado Ilunight, derrocó a todos los líderes religiosos del mundo, proclamándose como la única religión mundial. Posteriormente y de manera misteriosa, derrocó a los líderes políticos de todas las potencias mundiales. Logrando así, que estallara la tercera guerra mundial la cual, redujo considerablemente el número de la población del mundo.
Ya no existían ni naciones, ni fronteras, en cambio, el mundo se dividió en cinco secciones, las cuales fueron nombradas en honor a los supuestos fundadores del Ilunight; Athala, Evenigh, Prímula, Aomine y Kebhek.
Cada una de las regiones era gobernada por un inquisidor quién, no era si no, un títere mas del clero mismo.
Tuvo que pasar cerca de un siglo para que los pueblos decidieran rebelarse, llegando así, a la cuarta guerra mundial, en la cual, se descubrió cual era el secreto de la grandeza del clero. Un grupo de seres humanos a los que todos bautizaron como Nikkeis, seres capaces de controlar su cerebro en más de un cincuenta por ciento, lo cual, los llevaba a tener habilidades inimaginables para un ser humano común.
Los Ilunight, organizaron y crearon por cuenta propia un ejército comandado por cientos de Nikkeis, lo cual los llevó nuevamente a la victoria. Sin embargo, habían cometido un grave error, ya que habían dado a conocer su más grande secreto al revelar la existencia de dichos seres. Pronto, el ejército rebelde comenzó su propia investigación a cerca de esos seres superiores, a quienes en un principio llegaron a considerar como enemigos. Dicha investigación obtuvo muy rápidos resultados. Se descubrió que la causa del origen de los Nikkeis se debía un virus no letal, que se producía en el organismo femenino, a causa de la radiación que habían dejado como consecuencia, los estragos de las guerras anteriores. Gracias a dicha información, los rebeldes pusieron manos a la obra. Se introdujeron en territorio enemigo y robaron una muestra del virus al que denominaron "VIRUS N" y lo distribuyeron a todas las mujeres embarazadas de las cinco regiones. El resultado, fue un poco más rápido de lo que se esperaba, ya que los Nikkeis nacidos a causa de este experimento no necesitaron nueve meses para desarrollarse, si no seis y en algunos raros casos, de tres. Los pequeños Nikkeis eran verdaderamente extraordinarios y aprendían con una rapidez asombrosa. Algunos de ellos eran capaces de hacer flotar objetos con su mente, otros eran capaces de cambiar su apariencia física o de leer la mente de alguien más. Al principio, los rebeldes creían que todo esto le serviría de gran ayuda en su lucha, pero se equivocaron. Conforme esos pequeños crecían, crecían también sus conocimientos, y la gran mayoría de esos pequeños se negaba a ser utilizados como armas, en una guerra en la que, ellos no tenían nada que ver. Pronto los rebeldes se dieron cuenta que los Nikkeis eran un peligro, pero no fueron los únicos que tuvieron problemas. Los Ilunight, se dieron cuenta al igual que sus enemigos del riesgo que eran sus supuestos aliados, y por tal motivo se dieron a la tarea de destruirlos. Pero destruir a seres tan avanzados como ellos, no era una tarea fácil, pues después de todo, muchos de los Nikkeis eran capaces de leer la mente y por consecuencia, conocían muy bien sus intenciones. Tanto el clero, como los rebeldes tuvieron que unir esfuerzos y hacer algo que ninguno de ellos consideraba digno; pedir ayuda al enemigo.
Muchos de ellos no eran para nada violentos y no tenían ninguna intención de hacer daño a nadie, por lo que se ofrecieron para exterminar a sus compañeros, que habían sido corrompidos por su sed de destrucción. De esa manera las cosas volvieron poco a poco a la normalidad. Sin embargo, el clero no podía dar su brazo a torcer. Tenían miedo de que una nueva rebelión se llevara a cabo y que en esta ocasión llevara las de perder. Por tal motivo convenció a los Nikkeis para que los ayudaran a crear armas usando las habilidades que ellos mismos poseían. Nadie sabe cuales fueron las condiciones bajo las que accedieron a realizar dicha acción, pero en muy poco tiempo, el clero contaba con el llamado "armamento Nikkei" el cual era para uso exclusivo del ejército inquisitorial. Los Nikkeis se vieron traicionados al ver como dichas armas eran usadas para someter a los demás pueblos. Sin embargo en esta ocasión no hubo guerras.
El Ilunight, temía que los Nikkeis quisieran deshacerse de ellos, puesto que sabían que tarde o temprano terminarían por vencerlos. Por dicha razón comenzaron a investigar hasta encontrar una supuesta cura para el "VIRUS N".
Obligaron a todas las mujeres de las cinco regiones a vacunarse con la escusa de siempre, una llamada "Ley Divina". Poco a poco la población de Nikkeis se redujo, llegando al borde de la extinción. En su lugar, el "VIRUS N" dio paso a la generación de "niños Dotados" los cuales, al igual que los Nikkeis, poseían una memoria asombrosa. Aunque ninguno de ellos manejaba ninguna habilidad que fuera de peligro para el clero.
Aún con todo esto, los Ilunight están completamente seguros que aún queda por exterminar al último de los Nikkeis. Muchos rumores aseguran que este ser, es capaz de controlar su cerebro, en un cien por ciento, lo cual, asusta mucho más al clero ya que las habilidades que pueda poseer aun son desconocidas para todos.