Profecía carmesí

CAPÍTULO 6- El vínculo ardiente

POV. ELARA

Intenté escapar, caminaba a pasos rápidos, intentando ignorar la sensación que me quedaba en el vientre. La marca carmesí seguía latiendo bajo mi piel como una herida viva, un pulso compartido que la conectaba al ser que caminaba detrás de ella.

Podía sentirlo. Cada respiración, cada movimiento de sus músculos, cada latido de su corazón, resonaba dentro de mi como un eco imposible de acallar.

—Puedes correr todo lo que quieras, bruja— gruñó el, sin prisa, siguiéndome entre los árboles—. Pero la marca no te dejará huir.

Yo apreté los puños furiosa. —No pedí esto, no te quiero.

—Mientes—respondio, y su voz era tan baja y grave que parecía acariciarme desde adentro.

Me detuve de golpe, girando hacia el con rabia. —¡No me conoces!

Por dentro muy bien sabía que eso no era cierto, si lo conocía. Desde el momento en que el emergió de las sombras, lo había sentido en mi cuerpo, en mi magia, en mi sangre.

La discusión continuo yo caminando, intentando alejarme de el, pero seguía insistiendome de que el sabía de la marca, que se llamaba Kael y que teníamos que irnos porque más criaturas nos estarian buscando, sabía que no podía regresar al pueblo, había desobedecido una orden del aquelarre y sabrían de la marca inmediatamente. Tenía que irme lejos y hacer todo por mi propia cuenta.

Cuando me sentí un poco alejada de el, el ardor de la marca de intensificó, obligándonos a acercarnos. Yo tropecé hacia el, jadeando y Kael me atrapó de la cintura con una sola mano. La tela de la túnica se deslizó, dejando mi hombro descubierto bajo la luz de la luna.

Yo intenté apartarme, pero el contacto me sacudió con un placer tan fuerte que mis rodillas flaquearon. Un gemido escapó de mis labios, traicionero, imposible de reprimir.

Kael bajo la cabeza hasta rozar mi cuello, inhalando mi olor como si fuera aire vital. Sus colmillos se deslizaron apenas sobre mi piel, sin morderme, provocándome un estremecimiento que me dejó temblando.

—¿Lo sientes?—susurro contra mi oído, su aliento caliente—. La marca no distingue entre miedo y deseo. Te obligará a desearme... Aunque quieras odiarme.

Reaccione apenas me dijo eso y lo empuje con rabia, pero la energía del vínculo estalló como un latigazo. La magia salto entre ambos, un destello carmesí que nos arrojo contra el suelo, entre la hierba húmeda. Nuestros cuerpos quedaron entrelazados, mi respiración desbocada y la marca brillando al unísono en nuestras pieles.

Por un instante, todo se volvió insoportable: calor, hambre, necesidad. Kael me sostuvo contra el suelo, y sentí la dureza de su cuerpo contra el mío. El impulso de rendirme me consumía, el instinto me gritaba que lo tomara, que lo dejara entrar en mi.

Con un esfuerzo brutal logro apartar mi rostro y le escupi las palabras entrecortadas: —No....aún no.

Kael rio suavemente, aunque su voz estaba levemente ronca por la urgencia. Se aparto apenas lo suficiente, pero sus ojos llameaban con una promesa peligrosa.

—Entonces corre, bruja. Corre mientras puedas. Porque pronto, ni tú ni yo podremos resistirnos.

Lo miré con el pecho subiendo y bajando con un ritmo desbocado. Sabía que decía la verdad, la marca nos estaba llevando hacia un destino que no podríamos evitar, y cada paso de ese viaje que en ese momento decidí aceptar para descubrir la realidad de esta marca, sería una batalla entre el deseo y la voluntad.




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