POV. ELARA
Después del ritual Nehris nos dio un lugar para dormir y en este momento estábamos sentados alrededor de los brazeros, que apenas iluminaba la cámara, proyectando sombras alargadas sobre los muros cubiertos de runas. Kael y yo habíamos permanecido en silencio tras las visiones. Fue Nheris quien rompió la calma.
—Ya lo viste, Kael. Ahora sabes porque Veynar te dijo que fuiste creado.
Kael lo fulmino con la mirada. —¿Entonces era cierto? ¿ Todo esto estaba planeado desde antes de mi nacimiento?
Nheris asintio lentamente, con un gesto que parecía pesarle. —El circulo siempre busco un arma definitiva. Pero ellos solos no tenían la fuerza para moldearla. Así que pactaron con los amos. Entregaron sangre, niños, cuerpos...y a cambio, recibieron el secreto de la marca.
Me estremeci completamente. —Entonces...¿El circulo sabía lo que era la marca desde el principio?
—No lo sabían todo—corrigio Nheris—. Creían que podían controlarla, usarla para crear guerreros invencibles. Pero los amos siempre tuvieron otro propósito: abrir el camino del Abismo a este mundo.
Kael apretó los puños. —¿Y yo?
Nheris lo miro fijo, sus ojos encendidos como brasas apagadas. —Tu fuiste el experimento más perfecto. Mitad humano, mitad vacío. Moldeado para resistir lo que nadie más pudo. Tú nacimiento fue elegido, tú infancia fue moldeada, y tú destino marcado mucho antes de que tu siquiera existieras.
Con la voz quebrada, me atreví a preguntar. —¿ Y yo? ¿ Porque yo?
Nheris suspiro, y su voz se volvió más amarga. —Porque eres la llave. El conjuro que hiciste no fue una casualidad. Fue escrito en las grietas de tu alma desde que eras niña en el circulo. Te enseñaron fragmentos prohibidos, te pusieron en el camino de los rituales, y cuando decidiste actuar....cumpliste con lo que los amos esperaban.
Baje la cabeza, sintiendo la traición en cada palabra. —Entonces nunca tuve elección.
Kael me tomo del brazo, con rabia contenida. —No digas eso. Quizás ellos planearon nuestro encuentro...pero no pueden dictar lo que haremos con el.
Nheris sonrió con tristeza. —Y ahi está la ironia. La profecía que hallaron....los amos también la conocen. Ellos saben que hay una posibilidad de romper el ciclo. Por eso los vigilan. Por eso el Abismo los llama en sueños.
Levanté mi mirada, con un brillo de esperanza. —Entonces todavía hay una opción. Aunque sea pequeña...aún podemos elegir.
Nheris inclinó la cabeza, la sombra de su voz envolviendo la sala. —La elección existe, si. Pero solo en el corazón del Abismo, allí donde la marca fue forjada. Si llegan allí... sabrán si son marionetas o si de verdad pueden desafiar lo escrito.
El silencio peso como una sentencia. La marca en nuestros pechos ardió a la vez, latiendo como si se riera de nosotros...o como si se prepara para el desafío final.