Profesor

Epílogo

Dos años en la universidad y aún no puedo llegar a tiempo a los desayunos con Aidan, salgo corriendo de la residencia y atravieso el campus a toda velocidad hacia el gran buffet. Sí, mis desayunos suelen ser allí ya que ambos podemos vernos de manera más cómoda. Al entrar lo veo tomando de su café y preparando algunos apuntes, me acerco por detrás y me lanzo sobre él dándole un beso en la mejilla. Su sonora risa inunda mis oídos y me hace totalmente feliz. 
Las vacaciones pronto llegarán y planeamos viajar a Europa para​conocer Italia, Camile y Luna nos veran allá dos días después por lo que podremos pasar tiempo juntos.

Mamá y Luke se mudaron a California, Luke está a punto de recibirse de la universidad, ¿Y qué creen? ¡Me hizo tía! ¡De una niña! Lo mejor es que soy la madrina y me llevo de maravilla con su futura esposa Michelle, aún no saben el nombre pero definitivamente les prohibí darle el nombre de Isabella o Isabel, no quiero llamar a mi sobrina por mi nombre habiendo tantos otros muy hermosos. 
En cuanto a mi madre, ella conoció a un señor muy educado y amable y tienen una relación muy bonita, incluso abrieron una pastelería y es la joya de la ciudad. Con mi padre hablo muy pocas veces al año, luego de que demostrara su desdén hacia mí ya no pude volver a verlo de la misma manera. 
Periódicamente visito la tumba de Anabella, suelo contarle todo lo que hago y lo que logro, espero que dónde sea que esté se sienta orgullosa de mí.

Ya no siento la necesidad de parecerme a ella, ni de querer llenar su lugar. Me gusta el mío, así estoy feliz y satisfecha.

Si se preguntan que ocurrió con Lucy, bueno ella volvió a su hogar e hizo las pases con su hermana melliza pero volvió a marcharse ya que su carrera había progresado en Europa.
James me envía mensajes cada cierto tiempo contándome sus aventuras pero desaparece nuevamente y su número telefónico cambia también, no sé dónde esté ni con quién, sólo sé que está bien y la pasa genial. Su profesión ha cambiado  y sé que no tiene la más  mínima intención de volver a ser profesor, pero no lo culpo, ¿Quién querría?

¿Si lo extraño? Sí, lo hago. Fué una persona muy importante para mí y lo seguirá siendo.

La vida nos lleva por distintos caminos, conocemos gente que nos llena y nos enseña tanto; muchas veces se van, y con tristeza sufrimos esa pérdida aún cuando no hayan muerto. Las personas no se quedan siempre a tu lado, se marchan y otras simplemente siguen estando y por lo general de maneras en las que no lo esperamos. 
Tuve suerte de conocer a James, pude conocerme a mí misma también y logré saber qué era lo mejor para mí y para él.
El transcurso del tiempo y la vida dirán si debemos estar juntos o si sólo fué eso, un enamoramiento pasajero que nos trajo tantas malas consecuencias.

Ahora resta vivir, ser feliz y luchar por lo que queremos, lo demás vendrá sólo y a su debido tiempo.

 




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