Profesor

CP. 9 - DISFRAZ.

 

Felipe llega mi lado abalanzándose sobre mi.

 

— Gracias por ayudarme, de verdad no estaba muy seguro.

— Bien. — Sonrió a Felipe al momento que ambos vemos a Jess salir de la sala.

— ¿Que paso?

— No sé si me fue bien o mal. — Jess habla con un tono de voz desanimado.

— ¿Pero estudiaste? — Pregunto.

— Si, pero tenia la cabeza en otro lado.

— De seguro con su nuevo novio. — Felipe tiene un ligero toque de resentimiento que deja notar.

— No tengo novio. — Jess le responde a Felipe al instante que este guarda silencio.

— Tienes que estar tranquila, no te pudo haber ido tan mal. — intervengo antes de que alguien diga algo más.

— Creo que al final no podremos ir de compras. — Hablo nuevamente lamentándome falsamente para que los ojos de Jess vayan directo hacia mi.

— No, no eso si que no, tenemos ir que ir hoy, es el único día que podremos ir, no puedes hacerme esto y menos hoy que me siento fatal. — Protesta Jess

— Jajaja es broma. — Respondo entre risas.

— Más te vale, mira que arrastras te llevo igual. — Advierte Jess.

 

Por unos instantes sale él profesor llamando a todo el curso adentro.

 

— Pueden sacar sus cosas y tienen 30 minutos para hacer lo que quieran hasta la nueva prueba.

 

Todos los alumnos salen disparados al patio y comienza la conversación sobre la próxima prueba. todo pasa demasiado rápido hasta que llega el momento del nerviosismo otra vez, prueba de física, la que termino más lento ya que no es mi fuerte, finalmente llega el momento de irse para despedirme de mis amigos y quedar de acuerdo en la hora de llegada al centro comercial para buscar los disfraces.

 

— Mamá, ¿donde…? — Pronuncio al instante de entrar en la casa dándome cuenta que no hay nadie.

— ¿Mamá? — Llamo nuevamente para no obtener respuesta, camino por la sala hasta que decido recorrer la casa completa verificando que efectivamente estoy sola.

— Nunca me avisan nada. — Refunfuño tomando mi celular y marcando a mi madre, espero al tercer timbre para que tome la llamada.

— Hola, mi amor.

— Mamá ¿donde estas?

— Pero Danielle, si te dije que tenia que venir al colegio de Dante.

— Mentira, no dijiste nada. — Reclamo.

— Danielle, te lo dije está mañana pero como andas en la luna nunca me escuchas.

 

Por un segundo me quedo en silencio pensando si de verdad. « Me lo habrá dicho y yo no habré escuchado ».

 

— Ok, ok quizás tengas razón pero te llamaba para decirte que voy saliendo ya.

— ¿A donde?

— Con Jess y Felipe por lo de los disfraces.

— Ok, ve pero cualquier cosa me llamas y cargas las cosas a la tarjeta tuya, no saques la de emergencia.

— Si, si lo sé, ya me voy que se me hace tarde. — Digo apurada.

— Ya cuidate y nos vemos.

— Chao mamá. — Corto la llamada y corro hasta mi cuarto a cambiarme de ropa para salir disparada al centro comercial.

 

Entro al recinto caminado hasta el sector de los asientos frente a una pequeña pileta que lanza agua hacia los lados y al admirar el agua caer siento mi celular vibrar.

 

— Ah.

— ¿Donde estás?. — Jess pregunta desde el otro lado de la linea.

— En la pileta.

— Ya, voy para allá.

 

Por un segundo estoy hipnotizada con el agua lanzada por la pileta cuando enfoco a la distancia al Profesor Gabriel con una mujer joven, no quito mi vista de ese punto cuando Jess llega a mi lado.

 

— Hola.

— Hola. — Respondo sin mirarla para seguir con la vista clavada en la mujer, alta, de cabello largo y un vestido muy entallado en su cuerpo. « ¿Será su novia? »

— Danielle, ¿A quién miras?. — Jess intenta mirar en mi misma dirección pero rápidamente toco su brazo deteniéndola.

— Nada, nada no miro nada ¿Y Felipe?

— Me llamo y dijo que venia algo retrasado pero que lo esperáramos.

— Deberías llamarlo y decirle que lo vamos a esperar

aquí.— Digo mientras discretamente veo como él profesor se mueve con la mujer.

— O no mejor caminemos y recorramos. — Digo rápidamente al momento que veo que él profesor está por perderse de mi vista.

— Pero Danielle, es mejor esperar aquí.

— Es que tengo que comprar algunas cosas. — Jess no parece interesada en lo que digo y como medida desesperada al ver que pierdo de vista al profesor pronuncio.

— Dejo que elijas mi disfraz.

— ¿En serio?.

— Si.

— Pero sin reclamar. — Jess advierte.

— Si, si, sin reclamar lo que sea. — Comienzo a caminar con Jess por el centro comercial sin perder de vista al profesor que va riéndose con la mujer.

 

« ¿Quien es ella? » Miro a Jess y luego de vuelta a mi objetivo.




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