Profesor

CP. 11 - ETÍLICO.

 

— Nada, nada. — Digo arrastrando la voz pero sintiéndome muy alegre.

— Hueles a alcohol. — Felipe acerca su nariz a mi boca para luego quitarme el vaso y olerlo.

— Danielle es alcohol. — Declara Felipe sorprendido al momento que Jess aparece por el otro lado mientras no puedo parar de reír.

— Él, él es mi amigo… — Digo a los demás chicos que continúan riéndose.

— ¿Que le paso? — Pregunta Jess mientras no dejo de reírme para de un segundo a otro parar.

— Nada, na-da me pasa.

— Esta ebria. — Felipe se ríe para que mi rostro se desfigure y mire a Felipe negando con mi dedo que veo doble.

— ¿Que, pero como?, ¿Danielle que tomaste? — Pregunta Jess tomando mi rostro entre sus manos.

— Na-nada. — Jess toma un vaso, sirve ponche y lo pone en su nariz.

— Esta super fuerte. — Recalca Jess al momento que comienzo con la risa otra vez.

— Olor jajaja…jajajaja olor…. — Felipe me sonríe.

 

De la mano de mis amigos caminamos hasta la salida para chocar de lleno con el profesor Gabriel que viene disfrazado de Vampiro y a su lado Jane “la puti-coneja”, Sam “la puti-enfermera”, Elanie “la puti-policía” y Lara “ la Gata”.

 

— Entren chicas. — Él profesor abre la puerta a Jane y su séquito mientras se acerca a Jess y Felipe.

— Oh. — Apunto al profesor que me mira extrañado.

— ¿Que le pasa? — Pregunta él profesor para que instantáneamente yo comience a reírme.

— Profe alguien le echo alcohol al ponche y Danielle tomo de eso. — Mientras Jess habla yo confirmo con mi dedo.

— Hola. — Digo de pronto para que él profesor se ria mientras yo le sonrió.

— ¿Y que van a hacer?.

— La llevaremos a su casa. — Felipe responde resignado.

— No, no, n-o no. — Comienzo a forcejar con Jess y felipe.

— Mejor me la llevo a la enfermería, ustedes vayan, diviértanse yo me quedare con ella. — Él profesor me ofrece su mano que tomo de inmediato cambiándome de lado junto a él.

— Me voy con él. — Aseguro.

— ¿Segura? — Pregunta Jess mientras asiento con inusual energía.

— Mañana va a querer enterrarse.— Jess me sonríe, mientras yo hago lo mismo hacia ella.

— Si es que se acuerda. — Felipe toma la mano de Jess mientras él profesor me gira y comienza a guiarme.

 

Entramos en la enfermería al momento que él profesor enciende la luz dejándome algo ciega.

 

— Danielle, ¿quieres acostarte un rato?. — Él profesor habla lentamente a mi lado.

— No.

— Pero para que se te pase. — Él profesor insiste y toma mi brazo jalándome hacia la camilla.

— No quiero. — Me siento en el suelo deteniendo cualquier avance.

 

Este me mira por unos segundos desde su lugar riéndose.

 

— ¿Se está riendo de mi?

— No, Danielle no.

— Usted, usted me cae muy mal. — Digo sintiendo algo de ira en mi interior.

— ¿Porque?. — Pregunta él mirándome desde su lugar.

— Porque si. — Desvió mi vista hacia la pared blanca.

— Yo sé que usted preferiría estar en cualquier lugar menos conmigo. — Hablo nuevamente hacia la pared.

— Eso no es cierto.

— Si, lo es. — Digo sin apartar mi vista de la pared.

— Danielle, tu… me agradas — Dice él profesor llamando mi atención para luego sentarse a mi lado.

— Entonces porque me dijo mentirosa. — Me giro quedando frente a él que toma mi mano entre las suyas.

— Danielle perdoname, no fue mi intención llamarte así, me equivoque, no quise hacerlo. — Él profesor no aparta sus ojos de los mios provocando que algo tibio recorra mi interior.

— ¿Me crees Danielle?. — Me quedo en silencio por unos instantes antes de responder.

— Si te creo. — Siento mariposas revolotear en mi estomago.

— Te ves preciosa, el rojo es tu color. — Él profesor se acomoda más cerca tomando un mechón de mi peluca entre sus dedos.

— Usted… ust-ed se ve lindo. — Pongo una mano en mi rostro avergonzado por lo que acabo de decir.

— ¿Que pasa?

— Es que, es que usted me pone nerviosa. — Pronuncio torpemente al momento que siento la mano del profesor posarse sobre la mia apartándola de mi rostro.

 

Apresurada intento ponerme de pie perdiendo el equilibrio de golpe aterrizando sobre él que me sostiene mientras mis ojos se conectan con los suyos, por un instante mi boca se abre ligeramente en busca del aire que creo que me falta, cuando puedo notar que lentamente él esta reduciendo la distancia y animada por mi interior cierro mis ojos sintiendo como sus manos aprietan fuerte mi cintura para que luego una de sus manos llegue a mi hombro acercándome más.

 




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