Profesor

CP. 38 - PREGUNTAS INCORRECTAS.

MARATÓN 4/6

 

Recostada sobre mi cama y mientras mi vista se pierde por el infinito cielo de mi cuarto, Alva entra en la habitación.

 

— ¿En que estas pensando?

— Alva, no voy a volver a verlo. — Las lagrimas ruedan a cada lado de mi rostro.

 

Por el rabillo del ojo veo a Alva permanecer por unos instantes estática en su lugar para luego hacer abandono de mi cuarto.

 

— No voy a verlo nunca más… — Me giro a un lado y abrazo mi almohada.

 

No sé en que momento me quedo dormida pero al despertar veo algunas cobijas sobre mi que me mantienen tibia.

 

La semana pasa entre conversaciones com mis amigos, mis vista nerviosa hacia Gabriel a cada momento y Alex que no paraba de parlotear sobre el matrimonio, del cual ya no quería escuchar nada más.

 

Cada día que pasa queda menos tiempo para mi, menos tiempo para que nuestras miradas choquen con dulzura y un amor profundo, cada minuto me siento más miserable de no poder hacer nada para interrumpir ese evento que tanto dolor me ha causado todos estos meses, lagrimas y malos ratos que no puedo evitar.

 

Llego a mi casa cansada de otro día escolar y al pasar el umbral de la puerta encuentro a mi madre con una taza de café en sus manos en camino hacia la cocina.

 

— Hola. — Digo desde la entrada.

— Hola mi amor, ¿como te fue?

— Bien.

— ¿Quieres té con galletas?

— Ok. — Voy hasta la mesa donde me siento frente a mi madre.

 

Esta se levanta de su lugar pone una taza para mi y una cuantas galletas.

 

— ¿Como esta Alex?

— Bien, Alex siempre esta bien.

— Que bueno, hace días que no hablo con Laura.

— Por lo que Alex me contó trabaja casi todo el día.

— Ah, Danielle antes de que se me olvide, mañana tenemos que ir por los vestidos para el matrimonio de tu profesor. — Solo asiento con mi cabeza como respuesta.

— Oye mamá, ¿que pasa cuanto alguien te gusta pero no puedes estar con esa persona?

— Depende de cuales sean las cosas que los separan.

— En un supuesto, ¿que pasa si es un hijo,?

— Mmm… nunca es bueno que un hijo crezca sin un padre, ¿tu crees que tu vida sería la misma sin el tuyo?

— Bueno, no creo que no.

— Si pudieras vivir con esa decisión entonces diría que si, pero solo por un tiempo o talvez vivirían un amor por casi siempre, pero llegaría el momento donde él o ella se sentiría culpable de abandonar a su hijo de cierta manera.

— ¿Y que pasa con las relaciones prohibidas?

— ¿Como cuales?

— Mmm… ¿Adulto con un adulto no legal?

— ¿Menor de edad?

— Osea 17 pero apunto de cumplir 18

— Mmm… Es que eso es diferente y no es tan grave, ya que a esa edad tienes el poder de elegir si esa relación es consensuada o no, si no mira a tu padre y a mi, nos conocimos cuando yo tenia 17 y él 25, ¿que pasa mi amor, tienes problemas?

— No, no solo preguntaba por unas cosas que leí por internet.

— ¿Segura?

— Si, si.

— ¿Sabes que puedes contarme cualquier cosa, cierto?

— Si, lo sé

— Mi Danielle. — Mi madre toma mi mano en medio de la mesa.

— Mamá, si Alva escapara con alguien ¿la apoyarías?

— ¿Pero porque escaparía?

— Ay no sé… olvidalo, estoy viendo muchas películas.

— Danielle, ¿Alva va a huir con alguien?

— No mamá no, como crees yo solo estaba suponiendo. — Digo apurada al ver el rostro de mi madre desfigurarse.

— En serio Danielle, ¿Alva anda con alguien?

— No, no mamá. — Muevo mi cabeza enérgicamente en negación cuando escuchamos que alguien abre la puerta.

— ¡Ya llegue! — Dice Alva en la entrada asomando su cabeza.

— Alva, ven por favor.

— No, mamá si no es cierto, mamá no le digas nada.

— Dime mami. — Alva asoma con su mejor sonrisa.

— ¿Alva tu no huirías nunca de casa cierto? — Mi madre mira seriamente.

— Jajaja mamá ¿de que hablas?, claro que no.

 

Mi madre lanza serias miradas hacia mi y Alva y viceversa.

 

— ¿Que esta pasando? — Pregunta Alva intrigada.

— Tu hermana que me pone nerviosa. — Junto mis labios en una sola linea mientras Alva arruga ligeramente en entrecejo.

— ¿Y hay galletitas para mi?

— Si mi amor, siéntate, ¿quieres té o café?

— Café si.

 

Mi madre se pone de pie en busca de una taza mientras Alva me susurra.

 

— ¿Que le dijiste?

— Nada, nada.

— Danielle.— Alva achina sus ojos mientras me encojo de hombros.

 

Apenas terminar mi té, escapo hacia mi cuarto donde inicio una sesión de chat con mis amigos.

 

Yo: Hola

 

Espero por unos minutos navegando en internet hasta obtener respuesta.

 

Felipe: Hola.

Jess: Hola, ¿como vas?

Yo: Normal ¿y ustedes?

Jess: Miel sobre hojuelas mi Feli.

Felipe: Jess, se supone que es secreto.

Yo: Jajajaja tranquilo que de aquí no saldrá.

Jess: ¡Ups!, lo siento.

Yo: Mañana tenemos que ir por los vestidos.

Felipe: ¿Y no piensas hacer nada?

Yo: No puedo hacerlo, ustedes saben, ella tendrá un bebe.

Jess:¿Y no has pensado que pueda ser mentira?

Yo: Si, pero también es cierto que no a todas las mujeres les sale la media panza.

Felipe: ¿Cuantos meses tiene?

Yo: Sacando unos cálculos debe estar como en el tercer mes más o menos.

Jess: Mmm a mi mamá le salio panza a los cuatro meses y medio más o menos.

Yo: para cuando eso pase, ya van a estar casados.

Felipe: Existen los divorcios.

Yo: Pero ella jamás lo dejaría.

Jess: Pero ahí serian libres.

Yo: Creo que ni aun así seriamos libres.

Felipe: ¿Porque? Solo tendrían que esconderse un tiempo más y ya estaría.

Jess: Es cierto, tu cumpleaños es en Diciembre.




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