Profesor
Estamos en mi nave. Sara y Karin están durmiendo que falta les hace... Aún estoy pensando en esa gran guerra y no sé el motivo para que yo participe en una. Sean me ha llamado y me contó todo lo que ha averiguado sobre el tema, pero tengo muy claro que Sara no es quien dice ser y con la información que he reunido, ella puede ser la peque Sarna.
La alarma sono, alguien esta en peligro....
—¡ Sara! ¡ Karin! ¡ Venid aquí!
Ellos se presentaron enseguida...
Sara —¿Que pasa, profesor? ¿ A qué viene tanta prisa?
— Acabo de intercepta una señal de socorro o al menos, es lo que creo. ¿ Veis los signos? Significa que ha sido emitida por una civilización algo antigua pero necestan ayuda.
Karin —¿ No seria mejor pasar de largo?
—No, hay una ley que obliga a los lords del tiempo a cumplir con su deber de responder a las señales de socorro captadas. Además, mi conciencia no me permite ignorar una petición de ayuda. Siempre tengo que parar y echar una mano.
Karin se golpeo el pecho con el puño, dándome a entender que esta dispuesto a ayudar. Sara se resigna con la ayuda, se que en nuestra última aventura casi pierde la vida y no quiere morir.
Aterrizamos en un planeta aparentemente salvaje. Después de que Karin se asomara fuera y diera el visto bueno, salimos de la nave y como siempre cerré mi nave con la llave.
Es un ambiente caluroso y seco ,es un bosque de árboles similares a las secuoyas. Es de día y el alto follaje no mitigaba la fuerza calorífica con que el sol castigaba este mundo.
Mi nave se materilizo cerca del lugar de donde se emitio la petición de socorro. Encontramos un rastro de destrucción que parte el bosque de los árboles gigantesco por la mitad.
Karin esta ejerciendo de rastreador, no activo su camuflaje óptico, para que nosotros podamos ver sus indicaciones mimicas en todo momento.
Seguimos el camino de árboles astillaros. Tras recorrer unos cuantos cientos de metros, avisamos la nave siniestrada a los lejos. Podemos distinguir los apagados propulsores de popa y las largas alas laterales. El artefacto de fuselaje verde descansa sobre un amasijo de troncos acumulados, astillados y aplastados.
Nos aproximamos a la nave con cuidado. Dimos una vuelta para examinarla por fuera.
Vimos un profundo impacto carbonizado en el casco de la nave.
Karin dar vuelta por la nave, estoy seguro de que ha descubierto algo importante.
La escotilla de salida de emergencia abierta. Nos asomarnos dentro, no nos atrevimos a entre dentro.
El corredor nos dejo sin aliento, las paredes están carbonizadas, hay salpicaduras de sangre y armas rotas tiradas por el suelo.
Sara —¿ Donde estan los cuerpos? ¿ No serán las serpientes otra vez?
Sara esta muy asustada con el tema, pero Karin la tranquilizo. No hay señales de ellas sino de una lucha contra alguien más.
Seguimos uno de los caminos siguiendo unas huellas. Los tripulantes de la nave se alejaron corriendo.
Las pisadas se separaron en varios grupos por distintos caminos, nosotros seguimos a un grupo de ellos. Encontramos mas señales de lucha por el bosque, los impactos que encontramos por los árboles, indican que dispaton por todas las direcciones. Karin tiene su arma a mano por si la podía necesitar. Cuando el la iba a sacar.....
Profesor — ¡ Guardala! No es buena idea que vayamos armados.
Karin — ¿ Pasa algo?
—, Creo que nos estan vigilando.
Karin dejo su arma donde la tenía, observa todo y se dio cuenta de que no se oía nada. Y de repente lanzó su cuchillo, le dio en el hombro a un ser. El individuo se quito el cuchillo y se lo iba a revulver.
Profesor — Espera, hemos captado tu señal de socorro y estamos aquí para ayudarte.
El tipo tiene una cresta azulado y es de color marrón me oscuro a igual que su ropa.
— ¿ Sois de la unión planetaria? Yo soy Kringhs, del planeta Kogaami.
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Editado: 15.07.2022