Profesor

CAPÍTULO 34

Sara 

Últimamente tengo extraños sueños, al principio eran solo alucinaciones pero ahora también los veo en mis sueños. No sé que me esta pasando, he empezado a dudar que es lo real y que la ficción. Y tengo mucho miedo de que mi vida ses solo un sueño y que mi realidad este encerrada en aquel cuarto. 

He intentado hablar con el profesor pero nunca me he atrevido. Creo que me he enamorado de él y mi miedo es que si todo esto es un sueño, el no exista tampoco mi gran amigo Karin. 

Creo que el profesor sabe algo sobre mi pero por una extraña razón no me lo quiere decir.

Se supone que esta vez iremos a un sitio tranquilo pero nunca es así, siempre que dice que vamos a un sitio acabamos casi siempre lucy por nuestras vidas. A veces solo hace falta hablar y llegar a un acuerdo amistoso. 

Ahora estoy en mi casa, se me hace raro volver a tener por un tiempo una vida normal. 

He ido ami trabajo y mi jefe, es un hombre mayor y está al punto de jubilarse. Me ha ofrecido su puesto, si acepto sera la directora de la clínica veterinaria y aunque es mi sueño pero he empezado a dudar sobre mi situación propia existencia......... 

En algún lugar del futuro......... 

Profesor 

He llegado hasta el local con mi amigo Sean, el ha traído a varias personas que me deben mucho. 

Sean — Profesor, la guerra es inhabitable. La Orden ya esta moviéndose, he conseguido cierta información mSean — Profesor, la guerra es inhabitable. La Orden ya esta moviéndose, he conseguido cierta información muy útil pero es escasa.

uy útil pero es escasa. 

Profesor — Dímelo. 

Sean — Es difícil de creer, pero me han dicho que Sarna es muy especial y por desgracia ellos tienen a otro lord del tiempo ayudándoles. 

Profesor — El señor.... 

Sean —Pero no es de fiar, el ya había hecho muchos trtos con otros y siempre es el único que sale con vida. 

Profesor — Es un traidor, es normal que siempre esté vivo. Por cierto ¿ Porque esa niña es especial? 

Sean— Tu fuiste a un planeta llamado oisiris ¿ Cierto? Pues había una mujer que ayudaste. 

—Creo que si, pero no entiendo que tiene que ver eso. 

—Pues, según mis fuentes. Esa mujer es........ 

 

Sara 

El profesor ha venido a búscame, nos vamos de viaje peey esta vez sin Karin. El esta ocupado con otra cosa.... 

Me pregunto a donde quería ir, lo cierto es que por una sola vez me gustaría ir a un sitio tranquilo y me viene a la mente un sitio ase. 

—Quiero ir, a una biblioteca. 

— ¿ Biblioteca? ¿ En serio? Te puedo llevar a cualquier lugar del espacio /tiempo y tu solo quieres ir a una simple y aburrida biblioteca. 

— Veras, hay una cosa que me gustaría saber. En las bibliotecas de aquí no puedo conseguir cierta información y quizas en el futuro. 

—¿ Que quieres saber? 

— Yo... Es una tontería, no vale la pena. 

— Bien, entonces yo volveré a elegir el distino. ¿Que tal Alejandría? Allí tienen una gran biblioteca, quizas puedas encontrar lo que buscas. 

Me reasigno, total creo que jamás podré encontrar respuesta a mis preguntas y sobre mis sentimientos hacia él, bueno.... El ha tenido a muchas compañeras y nunca ae ha casado. Creo que lo entiendo, el es un ser inmortal y yo solo una simple humana.. Mi vida es muy corta comparada con la suya pero tengo la esperanza de que el sienta lo mismo que yo. Al fin acabo nada más conocernos, me dio la llave de su nave, pero creo que también lo hizo con las otras........ 

Llegamos a una ciudad en medio del desierto. 

— Bienvenida a la gran Alejandría, la ciudad de la cultura y donde se valora mucho el arte y el conocimiento. Bueno también es muy religioso, así que procura no blafema sobre ningún Dios.

En algún lugar en la ciudad....... 

Alguien tocaba una extraña estatua de barro. Poco a poco la estatua comenzó a moverse de forma rígida y cumpliendo las órdenes que se  le daba. Las monedas cambiaron de manos y el monje salió de la casa..... 

Sara 

La ciudad no es muy diferente a una actual: mercado que vende frutas y verduras, carnes, útiles de labranza, decoración y telas. 

Algo llamo mi atención y me acerque al puesto. Pero alguien choca conmigo. 

— Ehhh, por lo mes debes disculparte. 

El chico que chovo conmigo ni se inmuta, llevo puesto una capucha, me auede perpleja porque el lleva algo que brillo. Parecía un monje pero si eñ lo era yo soy un hada. 

El profesor también vio ese brillo metálico, parece preocupo por algo. Se dirige al vendedor de uno de los puestos. 

— Disculpe, ¿ Ese monje de donde es? 

—De muy lejos, tiene la protección del prior. Pero son, como era....... Ah si, automatas . A los nobles les encanta y todos en la ciudad tienen uno o dos. La iglesia se lleva un porcentaje. 

Miro al profesor extrañada.. No puede haber robots ni nada parecido en esta época. 

Profesor — ¿ Automatas? 

— Si, en la biblioteca los veras. Los nuevos monjes se ocupan de ellas y..... 

—Y¿ Que? 

—Pues, desde que llegaron.... Han desaparecido gente. 

Hay por dios, ni aquí podemos evitar los problemas y por la mirada del profesor, se lo que esta pensando. 

Nos dirigimos hasta la biblioteca, no nos cruzamos con ningún autómata. El camino esta hecho de barro o eso es lo que quiero creer. 

Nos cruzamos con uno de ellos, cuando le vi la cara me asuste mucho. Su mirada es tan vacía que aterrar. 

Llegamos a la puerta de la biblioteca. 

Monje — Motivo de su visita. 

El profesor le mostró su papel médium y el monje llamó un guardia. 

Sara —¿ Que pasa? 

Profesor — Por lo que parece, somos del servicio de reparación de autmatas. 

Guardia — Sois rápidos, envie una paloma  hace cuatro i. 

Profesor — Estábamos cerca y dime ¿ Cuál es la avería? 

Guardia — Yo solo soy un guardia, señor técnico. Es mejor que sea el propio prior quién  os lo diga. 




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