Profesor Jeon

capitulo 63

 

POV JIMIN.

- Rose, me iré a sentar.

- ¡NO! ¡¿Por qué?! –Grito ella, jalándome contra su cuerpo nuevamente- No seas aburrido, hemos bailado solo tres canciones.

-No quiero dejar a Jungkook solo. Entiende...Rose hizo puchero, tomando la mejor decisión en su anormal cerebrito.

-Bueno, iré a buscarlo para que hagamos un trio.

Mire a Rose con cara de desaprobación, haciéndola soltar una risita. Como si lo que fuese dicho fuera la gracia del universo.

-Rose...

-Era broma, no seas gruñón.

Rose paso de la gente, dejándome solo en la pista de baila. Y literalmente, era el único quieto en mi sitio, porque los demás estaban totalmente concentrados en su sincronía, bailando como locos al ritmo de la canción que estaba sonando. Las luces empezaron a dar un ambiente rosa, dejándome ver claramente el rostro de las personas a mi alrededor.

Nadie que pudiera reconocer...

- ¡Listo! –Grito Rose, haciéndome girar de golpe para verlos a ambos- No quiso venir, pero lo amenace con publicar su pack en mi perfil si no lo hacía.

¿Qué?

-¿Com...-

-No preguntes como lo conseguí –Dijo.

Creo que tomare ese consejo.

Mire a Jungkook, el cual estaba con más ánimos que los creadores de la bandera de Japón.

- ¿Estas bien? –hable en su oído, viéndolo asentir- podemos volver a las mesas si quieres.

-Sabes lo que quiero.

- ¿Entonces te cojo aquí mismo o espero que lleguemos a tu casa? –Me burle.

-Si quieres me lo metes aquí –Se hundió de hombros.

-Ahhh, entonces estas aceptando que eres el pasivo ¿no?

-Mámalo Jimin.

-Hola...

Los tres volteamos a esa cuarta voz, y se trataba de una chica rubia con vestido de lentejuelas. De hecho, creo que era la chica que se le acerco a Jungkook.

-Te me adelantaste y no me avisaste –Dijo ella, tomándolo del brazo- ¿Bailamos?

-Es que-

- ¡Es que él va a bailar conmigo! –se interpuso Rose en medio de ambos, escondiendo a Jungkook tras suyo, mostrando autoridad- ¿Podrías dejar de insinuártele a mi novio? Testas falsas.

Abrí mis ojos como platos ante la actitud de Rose, Mire a Jungkook, quien estaba del mismo modo que yo. La Rubia parecía ponerse de todos colores menos de su color de piel.Pero no logro descifrar si es por las luces de la disco o es por el miedo que le tiene a Rose. Porque si, Rose podrá ser pequeña y tierna, pero cuando se molesta hasta yo salgo corriendo.

- ¿Qué estas esperando para irte? O ¿Quieres que te ponga la correa de perras para guiarte a la salida?

Mierda.

La rubia le hecho una mirada asesina Jungkook, para luego darse media vuelta e irse corriendo de nuestro campo de visión. Casi que dejando polvo.

Literal.

-No seas grosera –Dije, regañando a Rosé.

-Hm, alguien tenía que frenarla –Se defendió ella, mirando mal a Jungkook- No como este idiota que no sabe decir las cosas claras en su momento.

 

Bueno, ¿pa qué quejarme? Tenía totalmente la razón.

-Bien, bailen ustedes, iré a mear.

-Ir al baño, Jimin. No seas marginal.

Arrugue mi cara haciéndole mofa, ganándome un manotazo en mi brazo por parte de ella, haciendo reír a Jungkook.

Pase de las personas hasta poder llegar al baño, y .... Me arrepiento totalmente al no haber subido a la terraza y orinar en una planta.Intente ignorar completamente la escena en la esquina del gran cuadrado azul el cual era el baño, y me pare frente a uno de los urinarios. Desabotonando mi pantalón y sacando mi pene para poder orinar.

Apreté los labios.

-Lindos pelitos.

Mire por el espejo al propietario del comentario, con la mandíbula apretada y el sentimiento de asco a punto de hacerme vomitar. Este sonrió, mientras recibía una lenta felación de su amigo rodillado frente suyo.

Maldito asco.

Volví a botonarme el pantalón, y salí del baño. Se me habían quitado por completo las ganas de orinar.

Creo que jamás en la vida volveré a jugarme con Jungkook de manera tan homosexual.

Mi cabeza inconscientemente giro hacia la derecha, como si una especie de imán me atrajera, como si alguien me hubiera llamado.

Un aroma, un sentimiento, un calorcito en el corazón.

Mire sus lindas caderas moverse en forma de serpiente, resaltando en ese mini vestido negro en su pálida piel. Sus brazos se movían lento, pero delicadamente al son de la música, y tomo su largo cabello negro para acomodarlo sensualmente sobre uno de sus hombros, dejando a la vista su sexy cuello.

Su delicioso y maldito cuello.

Allí estaba Kimi, bailando en medio de las personas, sola. Con un hermoso vestido negro.

Comencé a caminar hacia ella, decidido en hacerle caso al corazón y dejar actuar mi cuerpo. Completamente decidido en recuperarla esta noche...Sujete sus caderas, impidiéndole cualquier movimiento de escape, si es que pensaba hacerlo. Igual no iba a dejarla ir, no estaba en mis planes dejarla huir. Kimi volteo a verme asustada, con sus ojos brillosos y sus labios rojos semi abiertos. Acercando sus pequeñas y temblorosas manos a mi cuerpo, como queriendo buscar una señal de que esto no era una ilusión, si no la realidad.

Yo sabía muy bien como hacérselo saber.

Incline mi rostro hacia ella, rozando mis labios con los suyos, sacando mi lengua para remojar los míos propios, con la intención de poder saborear los suyos también. Kimi tembló en mi sitio, siendo totalmente vulnerable en mi agarre, pero jamás me detuvo. Nunca me alejo, nuca retrocedió, Mis ganas de besarla estaban matándome y yo no podía aguantarlo más.A su intento de querer cerrar sus labios, atrape su labio inferior con mis dientes, de manera suave para no llegar a lastimarla, prohibiéndole a mi manera de que no me cerrara la oportunidad, de poder saborear la vida otra vez. Con mis labios la incité a abrir su boca, y al hacerlo, oprimí sus labios con los míos, buscando de inmediato su lengua para juntarla con la mía. Volviéndose el beso más delicioso y curativo que me han dado en la vida.




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