Prófugos

×Capitulo Dos

Pov's Maia:

Voy rumbo a mi nueva habitación a desempacar todo. Al terminar de sacar todo de las maletas, decido darle algunos retoques a la habitación para sentirme mas cómoda, decido colocar algunas de las fotos que traje en la pared y algunas guirnaldas de luces que tenia puestas en mi anterior habitación.

Miro detenidamente cada foto, y recuerdo cada momento en el que fue tomada cada una y comienzo a sentir una presión en mi pecho, extraño tanto a mi padre, a mi mejor amiga, cada carrera que corríamos juntas, cada pelea, cada hermoso momento, no entiendo porque todo esto tuvo que pasar, ¿tan mala persona fui? Me doy cuenta que tengo las mejillas mojadas por las lagrimas y las limpio rápidamente.

Necesito distraerme, asique decido salir un rato a recorrer la ciudad. Me doy una rápida ducha y me coloco ropa limpia, la cual consiste un jean rasgado tiró alto, junto a un crop top gris, mi chaqueta de cuero y mis botas militares negras.

Bajo las escaleras rápidamente, buscando a mi madre —Mamá voy a dar una vuelta ¿sí? Prometo llegar temprano —le doy un beso en la mejilla —Te amo.

—Hija ¿Estas bien? —Me mira preocupada

—Si, tranquila —le doy una pequeña sonrisa que no llega a mis ojos y salgo en busca de mi auto.

Al subirme en él coloco la música a todo volumen, al ritmo de Friends de Marshmello y Anne-Marie y me dispongo a salir del garaje para comenzar a recorrer las calles de NY. Empiezo a alejarme cada vez más del centro y veo que entro a la parte peligrosa de la ciudad, ya que se ven varias pandillas en las esquinas, sigo avanzando y a lo lejos logro divisar un tumulto grande de gente que llama mi atención, me voy acercando y puedo divisar una gran cantidad de autos, música a todo volumen.
Bajo la velocidad y decido bajar de mi auto, al hacerlo llamo mucho la atención, me apoyo en la parte delantera de mi auto para observar todo, hasta que alguien se para frente a mi tapando mi vista, un chico rubio, de ojos claros, muy sexy a decir verdad, para que negarlo.

—Hola preciosura, wow que hermoso auto, ¿es tuyo? —Dice el chico misterioso de manera seductora.

—Hola —contesto secamente, nunca se debe demostrar debilidad ante un chico y menos si es sexy, hay que lastimar su ego. Tomen nota chicas. —Si es mío, ¿ves alguien más aquí?

—wow, que humor chica tranquila, es raro ver una chica tan bonita con un gran auto, la mayoría vienen acompañadas y veo que tú estás sola ¿No quieres compañía? —dice de manera coqueta —Me olvidaba, mi nombre es Isaac Cocks y ¿el tuyo? — Me tira un beso. Cuando estaba a punto de responderle. Aparece otro chico, de ojos azul cielo, lleno de tatuajes, de pelo castaño, muy musculoso. Que carajo pasa aquí son todos sexys santa mierda.

—Isaac basta deja de joder a la chica, ve tras Rihanna que te está buscando —Isaac, lo mira con mala cara y antes de irse me dice —Nos vemos preciosa.

—¿Ok? —digo sin entender bien toda la situación.

—Disculpa a mi amigo, es medio idiota a veces —me sonríe —Mi nombre es Caleb Miller y ¿el tuyo?

—Maia, Maia Jones

—Lindo nombre, ¿y que hace una chica como tu aquí? Veo que no eres de por aquí, no te había visto nunca.

—No soy de por aquí —Contesto sin mucho interés para seguir observando los alrededores. —Llegue hace unas horas, a decir verdad.

—Ya me parecía. Cuando quieras puedo darte un tour —Sonrie coquetamente. Nadie puede hablarme sin pretender nada por dios. ¿A caso están todos necesitados?

—No lo necesito —lo miro —Gracias de igual forma —le doy una sonrisa falsa. Escucho los motores de algunos autos y miro hacia allí, y veo que esta por comenzar una de las tantas carreras

—ok —dice pensativo y mira hacia donde yo lo estoy haciendo. —¿Te interesaría competir? O ¿solo te gusta estar de observadora?

—Tal vez —Digo de forma despreocupada. Mi actitud lo está sacando de quicio, pero esto es divertido. —¿y tú? ¿compites?

—Claro que si belleza —dice con arrogancia —estás hablando con el rey de las pistas. —Acaso este chico se olvido la humildad en la placenta de su madre ¿o qué?

—veremos cuanto te dura eso "belleza" —digo haciendo comillas con mis dedos.

—¿Me estas retando? —dice para darme una risa sarcástica

—Tómalo como quieras —Digo encogiéndome de hombros.

—¿Qué te parece mañana por la noche aquí? —Dice cruzándose de brazos. Uy uy se enojo el rey de las pistas.

—Claro, entonces mañana por la noche veremos a ver cuanto te dura ser el rey.

—bonita morderás el polvo. —dice con superioridad

—Lo veremos. —miro la hora en mi celular, son las dos de la mañana, carajo mi madre me matara. —debo irme, tengo cosas importantes que hacer.

—ok. Nos vemos mañana por la noche rubia.

—Adiós idiota —le respondo para subir a mi auto e irme a gran velocidad hacia mi casa. Mi madre me matara, espero que se allá quedado dormida.




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