Prófugos

×Capitulo ocho

Pov's Maia:

Al terminar de comprar todo lo necesario para mi primer día de instituto y el de Cai decido ir a tomar un helado.
Cuando entro en la heladería hago la fila, no hay muchas personas asique supongo que no tardaré mucho en comprar. De un momento a otro alguien llama mi atención detrás mía hablando.

—Pero miren a quien me vengo a encontrar —Me tenso al escuchar esa voz que puedo identificar rápidamente, me doy la vuelta lentamente y confirmo quien esta atrás mío, Caleb, y se encuentra junto a dos pequeñas niñas, muy tiernas, se parecen mucho a él deben ser sus hermanas, salgo de mis pensamientos cuando sigue hablando y me dice —¿Como estas preciosas? —Ruedo los ojos y le doy una sonrisa falsa.

—Cuando está por responder la pequeña que está en sus brazos lo corta pide que la baje y me habla

—Hola, me llamo Cielo y ¿tu? ¿Eles amiga de mi hemano? —y me da una sonrisa que me causa mucha ternura. me pongo a su altura para contestarle.

—Hola linda, mi nombre es Maia y se podría decir que soy amiga de tu hermano —digo dándole una sonrisa.

—¿Somos amigos? —Lo fulmino con la mirada para que se calle, no le diré a la pequeña niña que nos conocemos de las carreras ilegales. A veces pienso si es idiota o se hace.

—Si Caleb somos amigos —Lo miro con los ojos entre cerrados dándole a entender que se calle, el solo suelta una carcajada. —Hola y ¿tú cómo te llamas? —le digo a la otra niña que está al lado de Caleb mirando hacia otro lado incómoda porque nadie le da importancia.

Me mira y me pregunta —¿Me hablas a mí? —Asiento con una sonrisa —Lia

—Qué lindo nombre —ella me sonríe agradeciendo

Y vuelve a hablar Cielo llamando nuestra atención —Maia ¿queles tomar un helado con nosotos? —Me hace puchero y junta sus manitos pidiendo por favor.

Lia también habla —Maia acompáñanos, me caes bien aparte con Caleb Es aburrido. —Miro a Caleb a ver qué respuesta me da, el asiente entonces yo acepto. Cielo agarra mi mano para ir al mostrador, Lia camina a mi derecha.

—Chicas ¿qué gusto quieren? —les pregunto a ambas

—Yo quiero uno de chocolate con chispitas de colores y salsa de chocolate —dice Lia.

—Yo quelo uno de futilla con chispitas de chocolate —Pide Cielo. La chica asiente y les prepara sus helados.

—Aquí tienen, ¿y ustedes? —Le intento pagar los helados de las niñas cuando Caleb niega y le paga antes que pueda entregar el dinero, la empleada me mira a mí y luego a Caleb, a él le da una mirada coqueta y muerde su labio, y aquí empezamos con las chicas de hormonas alborotadas no se pueden calmar o por lo menos disimular su calentura.

—Yo quiero uno de chocolate con chispas de chocolate blanco —Le contesto de mala forma, él se ríe y ella asiente sin mirarme, su mirada está posada en la pizarra con patas, si ese será el nuevo apodo del idiota que tengo a mi derecha.

—Yo quiero uno de vainilla con salsa de chocolate lindura —Le responde Caleb y luego le guiña el ojo, yo solo me limito a rodar los ojos. Cuando me entrega mi helado, le pago rápidamente y me voy a sentar con las niñas, Caleb se queda coqueteando con la empleada, pero que idiota deja a sus hermanitas solas por una zorra.

No sé ni porque me preocupo, si ya sé que es idiota.

Porque te gusta y estás celosa por eso te molesta

Cállate conciencia tú no sabes nada, como me va a gustar la pizarra con patas, por dios diu.

Dejo de mirar lo que hace Caleb y me pongo a hablar con las niñas, son muy lindas y me caen muy bien. —Niñas, ¿le gustan sus helados? —Ellas asienten y me sonríen.

—Maia eles muy bonita, ¿queles sel mi amiga? Polemos jugal a las pincesas o lo que tú quielas —Me dice Cielo, ay esta niña me mata de ternura, no puede ser tan bonita.

—Claro preciosa, o sino un día le podemos pedir permiso a su hermano y salir las tres al cine o al parque donde ustedes mas les guste —Ambas gritan sí, muy felices y hacen que yo me ría.

Luego de un rato aparece Caleb —¿Niñas ya terminaron su helado? Debemos irnos a casa, ya está por llegar mamá y yo debo salir —ambas hacen puchero.

—Caleb no queremos irnos aún —Dice Lia.

—Caleb si quieres yo los llevo, no tengo problema, no tengo nada que hacer.

El duda, pero luego de un rato de las niñas insistirle, acepta y cuando está por decirme algo más aparece la empleada —Caleb mi turno termino, ¿prefieres que vayamos ahora? —Le dice de manera sensual, yo ruedo lo ojos, no puede ser tan idiota cambia a sus hermanas por una zorra.

—Bueno si no te molesta, niñas nos vemos más tarde, las quiero ¿pórtense bien sí? —les dice a ellas —Te veo hoy a la noche, acuérdate que todavía queda algo pendiente entre nosotros —Me dice refiriéndose a la carrera, yo asiento.

—Adiós Caleb —Dicen ambas al unisonó.

—Ay adiós lindas, cuidare a su hermanito muy bien —Dice la zorra.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.