Prófugos

×Capitulo nueve

Pov's Caleb:

Luego de llevar a la chica de la heladería a un motel y hacer bueno no hace falta que se los explique o ¿sí? me dispuse a ir hacia mi casa.
Al entrar me topo con mi madre, con una cara de pocos amigos —Hola mami, ¿cómo estás? ¿Paso algo en el trabajo?

—Como es eso de dejar a tus hermanas con alguien que recién conocen y tú te vas con una chica. Solo tenías que cuidarlas un rato ¿no podías esperar y hacer lo que ibas a hacer más tarde?

—¿Quién te lo dijo? ¿Fue Maia no? —Maldita, me las pagará.

—No ella no me ha dicho nada, es más te estaba cubriendo, deberías agradecerle es buena chica.

—¿entonces quién? —Pregunto sin entender.

—No importa, se supone que eras el responsable de tus pequeñas hermanas.

—Lo siento mamá, la próxima no iré a saciar mis necesidades —Diciendo eso me ganó un golpe por parte de mi madre y se me escapa una carcajada. —No te enojes mami, no volverá a pasar lo prometo.

—Vete de mi vista antes que tenga más ganas de matarte. —Dice queriendo parecer que no se le fue el enojo. Subo las escaleras y voy hacia las habitaciones de las niñas.

—Hola hola, ¿me extrañaron? ¿Como la pasaron con Maia?

—Que te importa ve con tu zorra y no me molestes. —Dice Lia muy enojada, soy un idiota no debí irme y dejarlas nunca lo había hecho no sé porque esta vez.

—Tienes razón son un idiota, pero este idiota está muy arrepentido. —Digo haciendo una cara de perrito mojado, que logra hacerla reír. —¿Perdonas a tu tonto hermano mayor?

—Está bien, está bien te perdono, pero me debes helado para mi sola y una camisa que vi en el centro que me gustó mucho.

—Trato hecho pequeña —la abrazo muy fuerte y lleno su cara de besos.

—Déjame estas baboseando mi cara, asqueroso vete de aquí. —dice haciéndome reír. Luego voy en busca de mi pequeña bebita.

—Cielo ¿puedo pasar? —Pregunto tocando la puerta, ella chilla un sí del otro lado, al entrar me encuentro a mi pequeña jugando con sus muñecas.

—¿Tú también estas enojado con tu pobre hermano?

—No Caleb, sabes que nuca me podía enojal contigo, clalo siemple y cuando me comples helado de flesa, si no lo haces si me enojale —Me dice haciendo un mohín.

—Que pequeña interesada eres.

—Cállate así me amas. —Yo largo una gran carcajada

—Si te amo pequeña y cuéntame ¿Como la has pasado?

—Supel bien, Maia plometió venil a jugal a las pincesas y llevalme al cine y a la paque, es muy buena conmigo, debe sel tu novia, no la ota tonta que se fue contigo —Al decir eso no sé si reírme o decirle que no debe decirle tonto a nadie.

—Me alegra que la pasaras bien y que tengas una nueva amiga. —Beso su cabeza, miro la hora en mi teléfono, ya son las ocho debo darme una ducha y descansar un poco para ir a las pistas —Me voy a mi habitación pequeña, te quiero. —ella asiente y sigue con sus muñecas.

Escucho la alarma de mi móvil sonar, son las once, me levanto, me coloco un short y voy hacia la planta baja por algo rápido de cenar, cuando termino vuelvo a mi habitación, lavo mis dientes y comienzo a cambiarme. Cuando veo que tengo todo voy hacia el garaje y subo a mi hermoso Koenigsegg CCR de color negro con detalles en rojo y voy rumbo a las pistas.

Pov's Maia:

Luego de tener una larga discusión con mi conciencia decidí que, si iré, no quedare como una miedosa, le golpeare el ego a Caleb así cierra de una vez el pico. Me levanto, y me dirijo al baño, me despojo de mi ropa, e ingreso a la ducha, cuando termino seco mi cuerpo, me coloco ropa interior y busco algún outfit adecuado para hoy, me decidí por un jean tiró alto color negro, un crop top verde militar, mis amados borcegos militares y mi infaltable chaqueta de cuero.
Seco mi cabello y lo planchó para que quede totalmente lacio, me coloco un poco de rímel y delineador. Agarro mi celular, dinero y las llaves de mi auto, bajo las escaleras y veo que todavía no ha llegado nadie, es muy raro, le dejo una nota a mi madre que llegaré tarde que se quede tranquila que estere con unas amigas que conocí hoy cuando fui al centro, buena mentira Maia muy buena. Subo a mi auto y empiezo a ir rumbo a la pista.

Al llegar aparco mi coche, bajo y busco con la mirada a Fayna y las chicas, cuando las veo, camino hacia ellas. —Hola Chicas.

—Hola Mai —dicen las tres al unisonó y Fayna me abraza.

—¿Y? ¿Estas preparada para hoy? —Dice Tracy

—Si, un poco nerviosa pero sí.

—Tranquila eres muy buena y segura ganarás, nadie antes que tú, nadie había podido vencer a Isaac y Gael, sabemos que Caleb es un contrincante complicado, solo ha perdido una vez en su vida y fue cuando apenas comenzó. Pero tú eres muy buena —Dice Leila, regalándome una sonrisa.

—No logras calmarme solo me ponerme aún más nerviosa —suelto una pequeña risa




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