Prófugos

×Capitulo dieciseis

Pov's Maia:

Son las doce del mediodía, no sé en qué momento me dormí ayer, me dirijo al baño para ver qué tan mal se encuentra mi cara, al mirarme al espejo casi muero de un infarto, mi maquillaje estaba corrido y mi cabello no se podía explicar con palabras, soy una mezcla entre mapache y zorra barata, recuérdenme nunca más volver a dormirme con el maquillaje puesto por dios, lavo mi cara sacando todo rastro de maquillaje, cuando finalizo, me doy un lento y relajante baño, cuando veo que mis dedos se han puesto como pasas decido salir, me seco y me coloco algo cómodo, que consistía en un short de algodón de color gris, un buzo de color rosa pálido, y mis Adidas Superstar blancas.

 

       

 

Voy hacia la cocina a revolver la heladera, porque me muero de hambre, no ingiero nada desde ayer en la noche, y ya es hora de hacer feliz mi pancita. No encuentro nada que llame mi atención, asique decido hacerme un sándwich, agarro todo lo necesario para hacer mi obra maestra cuando el timbre me interrumpe, carajo nadie debe interrumpir mi momento de artista de la comida. Siguen tocando el timbre insistentemente asique dejo lo que estoy haciendo y voy a abrir.

—Ya voy —digo en voz alta para que el idiota que esta en la puerta deje de tocar el maldito timbre, pero no funciona y vuelve a sonar. —Dije que ya voy carajo. 
 

—Hola hola —Dice Fayna apenas abro la puerta, con una sonrisa despampanante. Yo no sé la devuelvo —Mai cambia esa cara. —dice tirándose encima mío para abrazarme, yo gruño y ella solo ríe —alguien se levantó de mal humor.

—Fayna es muy temprano ¿Qué esperabas? ¿Una gran bienvenida? —digo haciéndola pasar y vamos hacia la cocina así sigo con mi sándwich.

—Amiga mía son las tres de la tarde no es muy temprano que digamos.

—¿Qué? ¿las tres de la tarde? —digo sin entender nada.

—si las tres de la tarde y por lo que veo no te despiertas hace mucho. —dice para sacarme el sándwich que acabo de terminar de hacer.

—Ese es mi sándwich hazte el tuyo —digo quitándole mi sándwich

—¿Así tratas siempre a tus invitados?

—Claro, mas cuando vienen en horarios inadecuados.

—Que hermosa amiga tengo —dice con ironía haciendo que yo ría.

—lo se me amas. —digo tirándole un beso

—Claro que si —dice guiñando un ojo —pero bueno vamos a lo importante ¿Qué paso con Caleb ayer?

—¿Con Caleb ayer? No sé de qué hablas querida amiga —digo haciéndome la desentendida.

—no te hagas la tonta, ayer Caleb te buscaba como loco en la fiesta ¿Como es eso que casi se besan? —pregunta subiendo y bajando sus cejas de forma picara.

—¿y tú como sabes eso? —Me pongo roja como un tomate ¿acaso alguien nos vio? Ay no carajo.

—Sinceramente no estaba segura, pero tú me lo acabas de confirmar —yo la fulmino con la mirada. —Bueno y ahora cuéntame todo lo que paso

—No fue nada Fayna, no te imagines cosas, sabemos bien como es Caleb, el solo busca tener aventuras de una noche y yo no soy ese tipo de chicas que van a caer tan fácil a sus pies.

—No lo creo Maia, esta vez lo vi distinto, estaba como loco buscándote. Él dijo que no quería que pienses cualquier cosa de él y necesitaba explicar todo.

—Cállate seguro entendiste mal.

—Yo entendí todo muy bien, hasta Gael se ha dado cuenta y cuando se lo pregunto, se hizo el desentendido y se puso nervioso, asique te pregunto a ti ¿te gusta Caleb? —No sé qué responder, ¿me gusta Caleb? ¿solo es atracción física? Y si me gusta y solo soy una distracción para él no quiero volver a quedar como idiota ya no. Fayna vuelve a hablar sacándome de mis pensamientos.

—El silencio otorga.

—Cállate no digas estupideces.

—Sigues sin negarlo, viva el Team Maileb —Yo la miro sin entender con una ceja alzada. —¿Que? Déjame no soy buena con los shippeos, después pensaré en uno mejor. —estallo en carcajadas, y la abrazo amo a esta chica, es la mejor amiga que alguien podría tener.

—Te amo tonta —reímos ambas

—yo a ti rubia tonta.

Nuestra tarde se basó en hablar sobre distintas cosas entre ellas su romance con Gael, hace unos días comenzaron a estar más juntitos y ayer por la noche decidieron comenzar a salir. ¿Quién tenía razón? Está chica.

Son las siete y media de la tarde y ya no sabemos qué hacer. —Fay me aburro, ¿qué podemos hacer?

—no lo sé ¿si invitamos a los chicos? Ya que tienes piscina podríamos divertirnos un rato y comer algo ¿Qué te parece?




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