Pov's Maia:
Son las siete y cuarto del día lunes y debo ir al instituto, mi domingo fue super aburrido no hice más que pasarlo con mi madre y hermana mirando películas y comiendo hasta explotar.
De Caleb no se nada, luego del casi beso hicimos de cuenta como que nada ha pasado y creo que es mejor así.
Escucho los gritos de mi madre desde la plata baja y decido que es hora de comenzar a prepararme, me doy una rápida y refrescante ducha, al terminar seco todo mi cuerpo y busco algo cómodo que ponerme, me decido por mi jean tiro alto negro rasgado, un suéter rosa pálido con pequeños dibujos, y mis hermosas Nike rosa pálido. No tengo muchas ganas de peinarme asique me hago una cola alta y apenas me maquillo.
Me miro en el espejo viendo si esta todo perfecto, voy hacia la cocina y tomo un rápido desayuno junto a mamá y Cailin.
Ahora que recuerdo, nunca les he contado, recuerdan que Cailin andaba muy misteriosamente feliz saliendo de la escuela con sus labios hinchados y minutos antes había visto a Isaac salir del mismo lugar, si atábamos cabos se imaginaban lo mismo que yo, bueno ha sido una falsa alarma, después de una ardua investigación y algunas amenazas a varios individuos, he descubierto que con quien se besuqueaba mi pequeña hermanita era el hermano menor de Isaac, por eso mismo ese día el idiota salía sonriendo de la escuela, porque había visto a su hermano con una chica besándose, si un imbécil. Cuando lo descubrí fue un alivio, sino ya estaría en la cárcel por haber tocado a mi hermana, maldito depravado.
—¿Mai ya estás lista? Vámonos de una vez, no quiero llegar tarde. —dice Cailin sacándome de mis pensamientos.
—Si claro vámonos. —le doy un beso en la mejilla a mi madre, guardo mis últimas cosas en la mochila, agarro las llaves de mi auto y mi celular, y nos montamos en mi auto. Luego de veinte minutos de viaje, aparco en el primer lugar libre que logro ver, me despido de Cailin y voy dentro del establecimiento.
Siento que alguien me abraza de repente —Hola rubia. —dice Isaac cerca de mi oído.
—Maldita sea me has asustado Isaac, ¿cómo estás?
—¿bien y tú? Me olvidaba Caleb te esta buscando dijo que necesitaba hablar contigo de algo pendiente. ¿Qué se traen ustedes dos?
—Nada —Mierda pensé que todo había quedado como estaba y era mejor olvidarlo. —Hazme el favor y dile que no me has visto, adiós. — Isaac me mira sin comprender que ocurre, pero no hay tiempo de explicarle, salgo corriendo rápidamente para no cruzarme a Caleb. Hoy tengo arte y es una de las pocas clases que no tengo con la pizarra con patas asique esto me servirá para evadirlo el mayor tiempo posible.
Mi mañana se ha basado en esquivar y esconderme de Caleb, si dirán que soy una tonta y que tendría que enfrentar esto como una persona mayor como me considero ya que no es para tanto, pero sinceramente no quería hablar con él, no tengo idea de que decirle ¿Qué es un error? ¿Qué fui una idiota por estar a punto de caer? No soy las idiotas que se folla Caleb y no me dejare usar por él gracias a dios me valoro un poco.
Me encuentro en el baño lavando mis manos cuando entra Fayna. —Hola rubia ¿seguirás evitando a Caleb?
—Hola Castaña ¿ignorando a Caleb? Que cosas dices —Digo en medio de una risa nerviosa.
—Esta como loco, es muy gracioso verlo así, piensa que estas enojadas con él nos han preguntado si sabemos algo, pero nadie sabe decirle. ¿Qué ha pasado?
—No estoy enojada con él, no ha pasado Fayna.
—¿No confías en mí? Pensé que éramos amigas Maia, sabes que puedes confiar en mí.
—Lo sé y también te considero mi amiga. —Es verdad en este poco tiempo nos hemos hecho muy cercanas y creo que será bueno hablar con alguien del tema —De acuerdo te contare. Ayer cuando fui a buscar las papas que tanto pedía Isaac estuvimos hablando con Caleb y nos hubiéramos besado si Isaac no nos interrumpía y gracias a dios lo hizo. Se que si hablo con el algo ocurrirá y sinceramente no quiero que juegue conmigo. No soy él tipo de chicas que el acostumbra.
—Ahora todo va teniendo algo de sentido. ¿solo estás evitando que te bese? No creo que Caleb sea tan idiota como para jugar contigo, si te soy sincera nunca lo había visto tan preocupado por una chica, creo que de verdad le interesa estar bien contigo.
—No lo sé Fay, tengo miedo no quiero quedar como una idiota.
—No pierdes nada en hablar con él, piénsalo no te quedes con la primera impresión del idiota de mi mejor amigo.
—De acuerdo lo pensare.
—Esta bien, te quiero rubita.
—Yo a ti castañita. —Le respondo para que ella después salga del baño y vuelva a dejarme sola.