Prófugos

×Capitulo treinta y tres

×Especial Dylan×

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Pov's Dylan:

Cada vez falta menos para que Maia vuelva a ser mía, ese imbécil no sabe con quién se está metiendo.

—jefe, permiso. —escucho que alguien tocar mi puerta para luego después entrar y sacarme de mis pensamientos de mis pensamientos.

—Si pasa James ¿que necesitas?

—Ya está todo listo para hoy en la noche, según la gente que tenemos infiltrada en las pistas hoy es la gran vuelta de Caleb Miller y como ya todos sabemos estará acompañado de su novia.

—Ok. Llama a Luciana, debo explicarle lo que tenemos planeado para esta noche.

—Ok señor. —Dice saliendo de mi oficina.

Ya está todo organizado solo falta que llegue la noche y Maia volverá a ser mía por las buenas o a las malas.

—Permiso Dylan ¿me ha llamado? —Dice Luciana entrando a mi oficina.

—Si Luciana pasa, siéntate te explicaré todo lo que tendrás que hacer para que salga perfecto lo de hoy en la noche.

—ok ¿qué debo hacer?

—Principalmente tenemos que separar hoy en la noche a Caleb y Maia para así poder lograr el resto del plan.

—¿Y que tendría que hacer para separarlos? —dice sin comprender. Esta chica es media estúpida no es tan difícil.

—Cuando Caleb terminé de correr y gane, tú irás a felicitarlo e intentar seducirlo primero, antes que Maia se acerque él seguramente te saque de encima, pero tienes que intentar besarlo justo cuando Maia los vea, logrando que ella se aleje de donde él está y poder terminar con todo lo planeado. ¿Entendido o debo volver a explicarte?

—Si muy bien no creo que sea tan difícil, debe seguir siendo el típico mujeriego. No creo que esa idiota lo haya cambiado. —Al insultar a mi Maia logra que se concentre toda la furia que tengo en mi interior haciendo que me pare rápidamente y el agarre del cuello contra una de las paredes.

—Nunca más insultes a Maia maldita perra asquerosa. —Digo apretando los dientes. Ella se esta quedando sin aire y trata zafarse de mi agarre. —¿entendido?

—Si por favor suéltame —dice con un hilo de voz ya que no logra respirar.

—No te escucho ¿entendido zorra estúpida?

—Si señor. —la suelto y ella cae al piso intentando recuperar el aire perdido.

—Vete de aquí, e intenta hacer bien tu trabajo sino te arrepentirás. —Sale rápidamente de mi oficina dejándome solo. Hoy Maia volverá a ser mía y esta vez no se alejará.

—Hola bebé ¿cómo estás? —Dice Amira entrando en mi oficina. Por dios no se puede estar un minuto tranquilo maldita sea.

—Hola Amira ¿qué quieres?

—A ti bebé —dice sentándose en mi regazo, besándome el cuello.

—No estoy de humor ahora. —digo apartándola.

—Bebe sabes que en un minuto puedo cambiar tu humor de perros. —se desprende la camisa y sube su falda, realiza movimientos circulares con su cadera logrando que la erección en mi pantalón crezca. La tomé y la subí a mi escritorio y le di lo que tanto quería. Luego de sacarme de encima a Amira, acomodé mi ropa y salí de mi oficina rumbo a la cocina en busca de mi madre.
Al entrar la encuentro cocinando unas galletas.

—Hola ma —saludo dándole un beso en la mejilla.

—Hola mi niño ¿cómo estás?

—Bien ¿y tú?

—Bien, hoy en la noche vendrán a comer tus tíos asique no organices nada.

—Mamá hoy no podré tengo un asunto referido a Maia. —deja abruptamente lo que está haciendo y me mira.

—Dylan Jackson Cook cuando dejaras a esa pobre niña en paz. Entiende que ya la lastimaste demasiado, tu no eras así hijo.

—Pero yo la amo mamá y sé que ella a mí también, y sacaré a todos los que estén en el camino separándonos.

—Hijo entiende que la lastimaste tú mismo fuiste el culpable que ella ya no te ame, fue culpa de tus estupideces.

—Cállate mamá —digo molesto —tu no entiendes yo la amo y ella volverá a ser mía cueste lo que cueste.

—Mi niño debes entender que ella no te pertenece deja a ella y su familia en paz, si la amas déjala ser feliz.

—Conmigo será feliz sino no lo será —digo para salir echo una furia de ahí.

¿Porque nadie comprende que yo la amo de verdad? 
Se que fue un error acostarme con su amiga, pero debía saciar mis necesidades como hombre, y la fácil de su amiga pudo cumplir todos mis deseos. Admito que fui un idiota pero que iba a imaginarme que la idiota de su amiga había hecho todo un plan para que Maia nos encuentre y así destruir a mi pobre Maia.

Pero Maia volverá a ser mía ya saqué de mi camino a la idiota de su mejor amiga la cual le hablaba mal de mí y al imbécil de su padre.
Pero se ve que mi pequeña rubia no entendió que soy capaz de todo con tal de que vuelva conmigo. Se ve que el susto no le sirvió al idiota de Miller para alejarse de mi chica, pero hoy todo se acabará y Maia se dará cuenta de que Miller sigue siendo el mismo idiota mujeriego de siempre y que no cambio para ella.




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