Prófugos

×Capitulo Cuarenta

Pov's Caleb:

Pasaron tres días y ni mi padre, ni el de Maia han llegado. Estamos muy preocupados, no contestan a sus teléfonos tanto ellos como Martin y Liam. No sabemos que habrá ocurrido, pero si en lo que queda de la semana no aparecen iré a NY a buscarlos, está decidido.

Estos días hemos recorrido un poco de la provincia en la cual nos encontramos viviendo ahora aquí no se separa el país en estados como en estados unidos, pero es todo muy hermoso, nos encontramos viviendo con la familia de Martín hasta que nuestros padres lleguen y digan donde nos quedaremos definitivamente.

Con Maia no pasa ni un minuto separados, todo este tiempo que estuvo secuestrada por Dylan nos sirvió para darnos cuenta que no podemos vivir lejos el uno del otro, no sé si es muy apresurado para decirlo, pero es la mujer de mi vida, no sé qué haría sin sus sonrisas, sin sus malos chistes, sin sus enojos, sin sus bellos ojos color del cielo. Bueno me calmare estar lejos de ella me puso más cursi de lo que ya estaba.

Miro mi reloj y veo que son las doce del mediodía, y mi estómago ruge asique decido ir hacia la planta inferior donde se encuentra la cocina. Al entrar me encuentro una imagen demasiado chistosa, cielo y Lía se encuentran maquillando y pintando a mi pobre y bella novia, la cual al verme intenta esconderse para que no me burle de ella.

—Hola pequeñas ¿qué están haciendo? —digo aguantando mi risa.

—CALEEEEEEB —Gritan Cielo y Lía para venirme a abrazar —Jugamos a las estilistas con Mai, ¿no que la estamos dejando perfecta? Somos las mejores —Dice Lía poniendo pose de diva.

—si hermosa —Digo aguantando la risa, mientras Maia me fulmina con la mirada.

—Niñas, yo debo ver si está la comida porque no peinan y maquillan a Caleb —dice Mai con una sonrisa maliciosa puesta en sus labios. Que traidora.

—Siiii —chillan ambas. Bufando me siento en el sillón.

Ya eran las 6 de la tarde, me encontraba con Mai mirando una película en la sala de la casa, mi madre y la de Maia se encontraban en la cocina hablando con la madre y hermana de Martín

Ya eran las 6 de la tarde, me encontraba con Mai mirando una película en la sala de la casa, mi madre y la de Maia se encontraban en la cocina hablando con la madre y hermana de Martín. Mis pequeñas hermanas luego de hacerme un desastre en el rostro se aburrieron y se fueron a jugar en su habitación.

Estaba concentrado acariciando a Maia, cuando el timbre suena. Me levanto y voy hacia la puerta para ver quién es.
Al abrirla no sé qué hacer, si abrazarlos o cerrarles la puerta en la cara. Maia mira quien está en la puerta y sus ojos se abren muy grandes, se levanta rápidamente y salta a los brazos de su padre.

—Para mí no hay un abrazo hijo? —dice mi padre.

—No te lo mereces, pero bueno —Lo abrazo y le digo —Nos tenían muy preocupados ¿Dónde mierda se había metido? No lográbamos comunicarnos con ninguno de los dos.

—Lo sentimos, tuvimos que hacer algo de poder venir hacia aquí sin problemas. —Dice Ed.

Seguimos hablando hasta que la voz de mi madre hace que mi padre se tense. —Que es todo ese albor —No termina la oración cuando ve quien está enfrente de sus ojos, los cuales se le llenan de lágrimas. —¿Jack?

—Elena ¿qué ocurre porque tanto alboroto? —Dice entrando a la sala Clarisa. Cuando levanta la vista y se encuentra con su esposo "muerto" —No puede ser —dice retrocediendo.

—Clarisa mi amor, déjame explicarte —dice Ed conteniendo las lágrimas.

—No no no tú-tú estás muerto —dice Clarisa mientras lágrimas caen por sus ojos.

—Nosotros mejor nos vamos, los dejamos hablar. —Dice Mai agarrándome del brazo y me arrastra escaleras arriba.

Pov's Edward:

No podía creer, estaba mucho más hermosa que la última vez que la Vi, en sus ojos podía ver el miedo de que no fuera verdad lo que estaba viendo.

—Clary debes escuchar lo que tengo para decirte.

—Pero no entiendo, tú estabas muerto yo Vi tu cuerpo, tenía nuestra alianza de matrimonio. Porque fingir tu muerte ¿acaso no nos querías? ¿Dónde has estado todo este tiempo?

—No mi amor no yo te amo al igual que a las niñas, te contare todo.

—Los dejaremos solos, yo también debo hablar con Elena. —Dice Jack para luego seguir a Elena hasta no sé dónde.

—Clary yo no las abandoné ni fingí mi maldita muerte, eso debes entenderlo. El día que me fui, fui hablar con Dylan para que deje en paz a Maia, pero nada salió como planee. Cuando termine de hablar con él, perdí el conocimiento ya que me dieron un golpe en la cabeza, cuando desperté estaba en una habitación atado a una cadena, pasaron los días y no encontré como escapar, luego vino Dylan a contarme que nadie me buscaba ni le importaba porque todos pensaban que había muerto pero no era así, nunca me dijeron para que les serviría ahí, con Jack intentamos salir de ahí en varias oportunidades pero no lo logramos, luego de un tiempo Jack se convirtió en alguien de confianza para Dylan y fue justo cuando llevaron a Maia allí y logramos salir. Nosotros llevamos a los chicos hacia la pista de aviones, donde ustedes se encontraban y organizamos esto para que estén seguros, porque Dylan no descansaría hasta vengarse de todos, por eso no vinimos con ustedes. Primero tuvimos que arreglar algunas cosas, al finalizarlas vinimos hacia acá para recuperar a nuestras familias. 
Te amo Clarisa, no pase un solo maldito día sin extrañarte y sin pensar en ustedes. Ustedes son mi vida, espero que sepas perdóname por no haber podido volver antes, y que logremos recuperar el tiempo perdido.




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