Prófugos

×Capitulo Uno

Pov's Maia:

—Maia arriba, vamos, tenemos que irnos ya Maia, el vuelo sale en unas horas, niña levántate de una vez— Toca la puerta de manera insistente mi madre.

—mmh déjame dormir mamá —Digo escondiendo mi cabeza bajo la almohada.

—Maia debes levantarte en este mismo momento, tu hermana te espera abajo para desayunar— dice sacando la almohada de mi cabeza —Espero que tengas ya todas las maletas listas y no olvides nada.

—Si mamá tranquila —Me sonríe al escuchar eso y sale de mi habitación.

Me levanto con mucha pereza, muero por seguir durmiendo, pero si vuelvo a acostarme mi madre me matara y sinceramente no queremos eso. busco mi ropa ya preparada que deje ayer por la noche arriba del pequeño sillón violeta. Iré lo más cómodo posible ya que son muchas horas arriba del avión, iría en pijama, pero mama empezara a gritarme, me mandara a cambiarme de nuevo y ya no hay tiempo, asique opte por unos leggings tiró alto de color negro, junto a un top blanco sencillo, mi sudadera adidas y mis amadas deportivas blancas. Entro rápidamente al baño, lavo mi cara y mis dientes, me despojo de mi pijama, y entro a la ducha, al terminar me seco, coloco mi ropa, seco mi cabello y salgo disparada hacia la cocina para poder desayunar algo.

Al llegar a la cocina me encuentro a mi hermana y mi madre desayunando.

—Buen día, llego por quien lloraban —Les lanzo un beso a ambas.

—Uy si, estábamos sufriendo mucho, no sabes —Dice Cailin con sarcasmo, haciéndonos reír a mamá y a mí.

—Chicas deben apurarse en 30 minutos llegara el taxi —Dice mamá saliendo de la cocina, para revisar que no hayamos olvidado nada. Ambas asentimos, y rápidamente terminamos nuestro desayuno para ir a buscar nuestras maletas a las habitaciones.

Al bajar por la escalera veo todo vacío y me agarra nostalgia, ya no cuelgan de las paredes nuestras fotos, ya no hay muebles, solo algunas cajas y nuestras maletas, tantas cosas vividas aquí, tantos recuerdos que nunca podre olvidar, pero es hora de un cambio, no podemos seguir aquí, ya no es seguro.

—Hija el taxi ya vino ¿Estas lista? —Dice mi madre regalándome una sonrisa.

—Si mamá —Le devuelvo la sonrisa, y ambas salimos a subir las cosas, miro por última vez la casa y subo al taxi para irnos de una vez.

°°°

"Su atención por favor, Aerolíneas NYSF les da la bienvenida y anuncia el embarque del vuelo 324, con destino a la ciudad de New York, por puerta número 7, muchas gracias".

—Niñas ese es nuestro vuelo, agarren sus mochilas y vamos —Dice mi madre para empezar a caminar hacia la puerta donde fuimos llamadas. Al llegar la azafata nos sonríe y le entregamos nuestros boletos.

—Muy bien, que tengan un lindo viaje —Dice la mismas para dejarnos pasar hacia el largo pasillo que nos lleva al avión.

—Quiero del lado la ventana— Decimos al unisonó Cailin y yo, corro rápidamente para ganarle el asiento.

—Maldita yo quería sentarme allí— dice Cailin enojada a lo que yo le respondo sacándole la lengua, si muy madura.

—Chicas no peleen por dios, compórtense como personas adultas — dice mamá enojada.

Me acomodo, coloco mis auriculares y miro por la ventana, extrañaré mi ciudad, pero debemos hacer esto, alejarnos de donde todo ocurrió para poder estar a salvo, tendremos una nueva vida, lejos de todo eso, obviamente no olvidare las buenas cosas que viví aquí ya que nací en esta ciudad y tiene muchos de buenos recuerdos pero todo es mejor así. Cierro mis ojos para dormir ya no quiero pensar en nada.

°°°

— Pasajeros del vuelo 324 abrochen sus cinturones, para realizar el aterrizaje en la hermosa ciudad de New York, espero que hayan disfrutado su vuelo con —dice la azafata por el altavoz.

—Chicas vamos, debemos buscar nuestras maletas y buscar un taxi para ir a nuestra nueva casa, sé que la amaran. —dijo mamá emocionada dando pequeños saltitos.

Observo todo a mi alrededor y es un verdadero caos, gente corriendo de aquí para allá, algunos riendo, otros llorando, es una verdadera locura. Mi madre me llama para que apresure el paso y no perder más tiempo, agarro mi maleta y corro donde están ambas y buscar el dichoso taxi.
Al encontrar uno libre, nos subimos, mi madre le da la dirección al chófer y vamos hacia la nueva casa. Luego de 20 minutos de viaje, el taxi estaciona en la puerta de una linda casa color blanca, de dos plantas, con un gran parque delantero.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.