Prohibida

Capitulo 6| Puta bata

Capítulo 6

Después de la comida con Owen, me fui directamente a mi casa a acostarme en mi deliciosa cama. No pensaba moverme de ahí a menos que me diera hambre. Mis padres de último momento tuvieron que hacer un viaje de negocios, y mis hermanos estaba segura de que no se pasarían por la casa en todo el fin de semana por lo que estaba acostada en mi cama solamente con mi ropa interior que básicamente consistía en un conjunto Calvin Klein negro.

Caí en un coma de dos horas, el sueño reparador más reparador honestamente. Pero no todo es perfecto, el maldito timbre de mi casa sonaba y sonaba, por un momento pensé que dejarían de joder, pero no seguía sonando. De mala gana me levante, agarre mi bata y cubrí mi cuerpo semi-desnudo.

-¡YA VOY! –Grite bajando las escaleras.

Si es un vendedor de libros lo matare, lo juro.

-¿Si? –Dije al tiempo que abría la puerta y me vi de cara a cara con Owen- ¿Qué carajos haces en mi casa?

-Hola a ti también Dulzura –Se recargo en el marco de la puerta y el olor a alcohol golpeo mi nariz.

-¿Estas borracho?

-¿Yo? Pff, no –Comenzó a reírse como estúpido y unas ganas de golpearlo me dieron de la nada.

-Owen, deja de joder y lárgate ¿Cómo sabes en donde vivo?

-Sabes, eres muy linda cuando te enojas, pareces un conejo, mueves tu nariz como uno y tus ojos se hacen chiquitos, desde ahora te diré conejita –Empezó a carcajearse y yo lo golpee en el hombro- ¿Qué hice? dolió.

-Ni se te ocurra decirme conejita, ahora, ¿Qué quieres?

-¿Puedo quedarme aquí?

-No

-¿Por qué?

-Porque no.

Y así se desató una discusión sobre que quería quedarse a dormir en mi casa, ¿Qué le sucede? Como la chica estúpida que soy al final termine diciéndole que sí.

-¡Esta bien! De acuerdo, Joder pero que insistente eres –Pase mis manos por mi cara y me aparte de la puerta para que pasara.

-Consigo lo que quiero.

Pasó a la casa y se sentó en el sillón, mientras yo cerraba la puerta y caminaba directamente a él.

-¿Porque no vas a tu casa? –Me senté a su lado mientras bebía de una lata de cerveza que traía con él.

-No me gusta, mi padre se la pasa jodiendome y mis amigos están en un viaje.

-Ah.

Nos quedamos en silencio, un silencio nada incomodo, eran de esos silencios que haces para pensar en algo, no era incomodo, hasta te relajaba. Solo se escuchaban nuestras respiraciones.

-¿Por qué traes una bata? –Me miro y yo me sonroje- ¿Por qué te sonrojas?

No le digas que estas prácticamente desnuda.

-Po-por qué… Nada más –Mordí mi labio inferior rogando porque se lo creyera.

-No te creo.

IDIOTA, IDIOTA, IDIOTA, PIENSA ALGO CARAJO.

-Eso no te importa.-Conteste simplemente y él se acercó más a mí- ¿Qué haces?

-Eres muy linda ¿Lo sabes? –Paso un brazo por mi hombro- Pensaba que eras una chica como las demás, pero no, eres distinta y me gusta, ¿sabes que cuando estás muy concentrada o estas planeando lo que haremos con el dinero te ves sexy?Te prohíbo que te sonrojes estúpida- Cuando me estabas explicando tu plan me dieron unas ganas de follarte. Me resultas completamente excitante, y tú ni siquiera lo intentas, es como si fuera parte de tu naturaleza.

No dije nada, solamente sentía su respiración golpeando mi mejilla, no quería moverme, sentía que si lo hacía, pasaría algo. Empezó a darme calor.

-Mírame.-Pidió a lo que cerré los ojos- Hope, mírame.-Tomo mi barbilla, no abrí los ojos- ¿Por qué no abres lo ojos hermosa?

-Porque no te quiero ver.

-Anda, mirarme.-Me tomo por mi cintura y sentía como me quería poner a horcadas sobre él. No me moví.-Hope ven.



#29074 en Otros
#4055 en Acción
#44194 en Novela romántica

En el texto hay: traumas, amor de dos, amor adolecente

Editado: 05.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.