_____••Fortaleza••_____
Hazel
Despierto desorientada con un leve dolor de cabeza, recuerdo lo último que pasó y no lo creó, ví en mis sueños a Mike llevarme en sus brazos a no se dónde. Al cabo de unos segundo diviso el lugar y me doy cuenta de que está no es mi habitación y mucho menos mi cama. Trato de levantarme pero en eso alguien entra.. y es ¿Mike?
—Veo que despertaste— habla caminando hacia mí.
—Si, cuánto tiempo llevo aquí.
—Aproximadamente unas horas— toma asiento a mi lado.
—¿Que hago aquí?— pregunto viéndolo a los ojos.
—Porque lo decidí— aquí estarás más segura.
—Que te hace créer éso— me cruzo de brazos.
—Dulzura mi casa es como una fortaleza, además tengo mucho más seguridad de la que creés.
—Recuerdo que cuendo vine por primera vez, no ví mucha que digamos.
—Al traerte tuve que contratar más— tenía que asegurarme de tenerte muy bien cuidada.
Me quedo callada por lo que parece una eternidad analizando la situación, no entiendo a este hombre parece ser dulce aunque su cara muestre lo contrario y me resulta difícil creerle un poco.
—Bueno al parecer tienes razón quizás quien esté detrás de todo ésto, no me hará nada mientras esté aquí encerrada.
—No te preocupes, así será— aunque no tienes porque verlo como una cárcel, siempre que quieras puedes salir bien sea al jardín, la biblioteca, el balcón u otro lugar que llame tu atención dentro de la casa claro, con los guardespaldas detrás de ti.
—Pero acabas de decir que contrataste más seguridad..
—Sí, pero eso no me garantiza que no intenten hacerte nada viéndote sola—. Además no quiero discutir, estoy cansado y lo único que me apetece es estar tranquilo.
—Esta bien. Pero quiero saber una última cosa, que pasó con mi empleada y la otra pero no menos importante ¿donde dormiré?
—La chica está en tu departamento, si te preocupa puedo hacer que la traigan. Y en cuanto dónde dormirás, pues está demás que conmigo o es que ¿quieres una habitación?
«Esto no puede estar pasando»
«Cómo que con él»
—Admito que la oferta es tentadora— me hago la arrogada.
—Entonces— dice desesperado.
—Aceptaré sólo si me prometes que traeras a Emily. Esa es la condición que tengo— medio.
—¿Emily?— pregunta desconcertado.
—Mi empleada.
—Te prometo que mañana estará aquí.
—Es un placer hacer negocios contigo— suelto con sarcasmo.
—Sabes eres una manipuladora Hazel— se acerca posando sus manos en mi rostro para darme un beso qué no llega porque el teléfono suena.
Maldice por lo bajo y se aleja atender la llamada, no sé qué hora es y lo único que quiero es darme un baño. Mientras espero que Mike termine la llamada me acerco hasta el closet y lo abro dejándome ver su ropa, hay trajes, franelas, ropa deportiva y muchas otras cosas. Su habitación es más grande que la mía, es de un color neutro entre blanco y negro. En un rincón tiene unas medallas y una fotos donde se puede ver a su familia, otras son de las misiones en las que ha estado.
Después de terminar la llamada me comenta que mi maleta está al lado de la cama, por si quiero cambiarme, le pregunto qué hora es y me responde que son las siete de la noche, bajará para ver si la cena está lista, asiento y me voy a revisar que fue lo que empacaron, veo al menos dos pijamas, son cortas, decido irme hasta el baño para bañarme.
Bajo luego de unos minutos y veo a Mike con el mismo hombre que me ví cuando salí corriendo de aquí, me miran y el antes mencionado se retira, el enigmático hombre musculoso me hace señas para que me siente a su lado. La cena transcurre tranquila en una plática muy amena; llagada la hora de dormir me pegan los nervios y él lo nota.
—Hazel no es la primera vez que vas a dormir conmigo— habla acomodándose en la cama.
—Lo sé— pero tampoco es como que haya dormido muchas veces, y te recuerdo que estaba ebria.
—Pero bastante que lo disfrutaste o me lo vas a negar— se nota el tono de diversión en su voz.
—No lo niego, sólo que estoy algo intranquila.
—Ven, no muerdo a menos que quieras que lo hiciera.
«Por Dios»
—Deja los chistes, mejor voy a dormir— me acuesto dándole la espalda y siento un brazo rodearme la cintura pegandome a él.
—No te preocupes, no haré nada que no quieras— mejor descansa.
No le respondo solo me quedo pensando en todo lo que pasa, Mike por su parte se queda dormido al cabo de unos segundos, ahora recuerdo que no me he comunicado con ninguno, nisiquiera con Olivia. Ya mañana les escribo y los pongo al tanto de todo..
Despierto y me muevo incomoda pero siento algo en mi espalda, oh no puede ser verdad.
Intento levantarme pero el brazo que tengo alrededor no me lo permite.
—Si no quieres que pase algo más, no te muevas— habla en mi oído con voz ronca.
—Lo siento— pero necesito levantarme— susurro.
—Mi amigo y yo estamos muy cómodos así.
—No te pases, me acabas de decir que no me mueva.
—A menos que quieras que pase algo.
—Enserio no puedo contigo.
Le quitó el brazo lo más rápido que puedo y me levanto, yéndome al baño, me veo en el espejo viendo como amanecí, lo bueno es que no estoy despeina. Asi que vergüenza no pasé. Mike pasa con una sonrisa maliciosa mientras me lavo la cara.
Está sin camisa y lleva puesto sólo un boxer, antes de que pueda hacer algo, salgo y lo dejó para que haga sus cosas, me cambio por un shorts y una camisa sencilla, busco mi teléfono y revisó los mensajes que tengo saliendo de la habitación caminando hacia un pequeño balcón que está al final del pasillo. Llamó a mamá y le cuento todo lo que ha ocurrido, se siente más tranquila sabiendo que Mike me cuida, me dice que aproveche y no suelte a ese hombre.
«Mi madre y sus cosas»
Por su parte Olivia me dice que ella estaba al tanto porque Emily la llamó para decirle, le digo que estará conmigo aquí en casa de Mike. No quiero sentirme sola y por lo menos ella es alguien a quien conozco y puede hacerme compañía, no puedo negar que quisiera estar en mi trabajo haciendo lo que más me gusta pero, dada las circunstancias no es mucho lo que puedo hacer, esto va hacer difícil de llevar, lo presiento. Mi hermano no sabe nada, Olivia no le contó para que lo haga yo misma.