Prohibido callarse

Caperucita y el lobo

Tú, ser destructor,

que rompes hasta lo inquebrantable. 

 

Ya no me haces emitir gritos de dolor

si no alaridos que desangran mi corazón. 

 

Estoy tan cansada 

que me pesa el aliento.

 

Asi que, ven, tócame,

y me moriré entre tus brazos

terminando este trágico cuento.

 



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En el texto hay: poesia, pensamientos, inefable

Editado: 25.01.2019

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