Kiara comenzó a leer minuciosamente su contrato su contrato, sorprendida por la cantidad de su pago, pregunta —disculpe creo que hay un error en este contrato, parece que se le fue la mano con los ceros y también tengo otra duda, sé que tengo que cuidarlas por las mañanas, pero ¿Por qué debo de vivir aquí?
—Es por la seguridad de mis hijas, no quiero que te estés trasladando a diario de tu casa a la mía, eso sería muy cansado para mi chofer, si te preocupa ver a tu familia o como te iras a la universidad, mi chofer te estará llevando y recogiendo de la universidad, los fines de semana son libres para que hagas lo que más te plazca, esos días mis padres cuidan de mis hijas. Por otra parte, tu sueldo es bastante, porque quiero que hagas un excelente trabajo y también para que te mantengas callada, sobre esta situación —respondió Alex.
—Me parece bien, pero ya le dije que no es necesario comprar mi silencio, soy profesional siempre —dijo Kiara amablemente.
—Eso espero, quiero todo tu compromiso en ello, no quiero tonterías y menos llevarme sorpresitas de que no puedes, este trabajo es muy exigente, espero que estés a la altura —dijo Alex con un tono soberbio.
Kiara firmo ese contrato, ambos estrecharon sus manos, como un acto solemne del cumplimiento del contrato.
—″Bienvenida a la familia señorita Kiara″, espero que mis hijas y usted se lleven bien, espero grandes cosas de usted —dijo Alex mientras sostenía una sonrisa.
Kiara muy sonriente respondió —No lo voy a defraudar, ya vera lo buena que soy en mi trabajo.
—Muy bien, entonces comience con la mudanza ahora mismo, mi chofer la llevara para que empaque lo más que pueda, sé que tiene clases por la tarde, así que mandare un servicio de mudanza a su casa, para que le ayuden a empacar y termine rápido —contesto Alex.
—Se lo agradezco mucho, hasta luego, nos vemos por la noche —respondió Kiara sonriente.
Kiara subió al auto de nuevo, al llegar a casa un camión de mudanza frente a su puerta ya la estaba esperando, ella los saludo y los dejo entrar a su apartamento, comenzaron a meter en cajas su ropa, junto con algunas fotografías y demás objetos personales, los de la mudanza cubrieron todos los muebles para que no se dañaran.
Terminaron de empacar todo después de una hora, el camión de la mudanza partió a su destino, Kiara se quedó un poco más observando cada rincón de su pequeño departamento, recordando todos los esfuerzos que hizo para poder comprarlo, y aunque su madre había muerto años atrás, ese lugar siempre le recordaba a ella, pero no tenía un solo recuerdo grato de su padre, pues él al siguiente día de la muerte de su madre la abandono con su abuela materna, pero ella también partió de este mundo un año atrás.
Paso el tiempo mientras ella seguía perdida entre sus recuerdos, con la nostalgia a flor de piel y los ojos llorosos, su celular timbro varias veces, ella tomo su celular y sonrió, era su mejor amigo Max quien le estaba mensajeando, para saber si se verían antes de clases o llegaría justo a la hora, Kiara limpio sus lágrimas y se dispuso a responderle a Max, que llegaría cuando la clase empezara.
Kiara se arregló y salió de su casa se detuvo fuera de la puerta y se despidió de su hogar, cerró la puerta con llave y se fue a la universidad, una vez llego, Max la esperaba en la puerta del salón como todos los días, ella sonrió y lo abrazo fuerte.
El profesor entro al salón y les dio la clase libre por que tuvo una urgencia médica. Por lo cual todos se pusieron a platicar.
Kiara muy emocionada dijo a Max —algo muy bueno paso esta mañana, tengo un nuevo cliente y estaré trabajando permanentemente con él, ¿No es increíble?, ya no me preocupare tanto por el dinero, por fin puedo seguir mi sueño.
A lo que Max un poco celoso respondió —felicidades, pero, como esta eso de que permanentemente, o sea, ya no te vas a mover de ahí o como, explícame porque no lo entiendo y aún más importante, ¿Te contrato un hombre o una mujer?
—Bueno, me contrato un hombre, tiene dos hijas muy lindas, lo haré lo mejor que pueda, se ve que son algo serias, pero, confió plenamente en mi capacidad de ser una buena niñera —contesto Kiara con mucha euforia.
Max en un tono molesto le respondió —de seguro ese hombre es divorciado como todos los que te llaman para que cuides a sus hijos y seguramente quiere conquistarte como todos los anteriores.
—No lo creo, él solo está interesado en sí mismo, es tan egocéntrico y se cree la gran cosa, ni siquiera tiene tiempo de estar en su casa, así que no tienes de que preocuparte, además se ve que sólo le gustan las millonarias como él —dijo Kiara muy segura de su respuesta.
—Eso espero, no quiero que se intente propasar contigo o algo por el estilo, cualquier cosa llámame e iré corriendo, sabes que me preocupo por ti y te quiero mucho —respondió Max.
—Si, si, ya lo sé, tengo el mejor amigo del mundo, eres como un hermano para mí, no sé qué haría sin ti —respondió Kiara mientras abrazaba a Max.
Cada vez que Max escuchaba esas palabras lo destrozaban, pues él sabía que Kiara nunca iba a corresponder a sus sentimientos, pues ella no estaba interesada en el amor, y siempre vería a Max como su hermano, aun así, Max sonrió para ocultar la tristeza que estas palabras le ocasionaban.
El día termino y con ello las clases, y como lo había prometido Alex, el chofer ya la estaba esperando para llevarla a su nueva casa, Kiara saludo al chofer y subió al auto, mientras avanzaban por la carretera comenzaba a oscurecerse el cielo, la brillante luna azul y las estrellas, parecían resplandecer más que cualquier otro día, Kiara admiraba el brillante cielo y sonreía, estaba un poco preocupada por su nuevo empleo, pero estaba dispuesta a darlo todo y a hacer lo necesario por llevarse bien con las hijas de Alex.
Esa preocupación se dispersó poco a poco, pues el cielo parecía darle la bienvenida a un nuevo capítulo en su vida, a lo lejos podía ver las luces de aquella mansión que se iban haciendo cada vez más grandes, entraron a la casa por aquel enorme portón y el jardín era aún más hermoso, pues de noche las luces brillaban intensamente.