Días después Kiara había terminado de empacar todo, así que el camión de mudanzas llevo lo último a su casa. Kiara dejó toda la habitación vacía, solo dejó el vestido y todos los accesorios que Alex le había comprado para pedirle matrimonio, además de dejar otros regalos en el closet.
Alex bajó y vio a Kiara entrando.
—Que bueno que lo veo señor, ya terminé de llevarme todas mis cosas, las niñas están con sus abuelos, entonces yo me voy y regresó mañana para ayudar a arreglar a las niñas —dijo Kiara recogiendo su bolso.
—Kiara… yo de verdad… no quería que las cosas terminaran así, espero que algún día me perdones, mis hijas te extrañaran demasiado.
—Es triste pero así es esto, los trabajos se terminan y no queda de otra —respondió Kiara con un tono frío y desinteresado.
—¿Quieres que te lleve a casa? —preguntó Alex mostrando interés.
—No gracias, señor, un amigo vino a recogerme, bye.
Kiara salió y Alex vio por la ventana como Matt la abrazaba y le abría la puerta del coche, sintió su corazón rompiéndose y por si eso fuera poco, pudo ver como Kiara sonreía para alguien más que no era él.
—¿Y tu esposa?, dijiste que la traerías hoy —preguntó Kiara.
—Ese era el plan, pero ella decidió que sería mejor que te llevara a su restaurante para que lo conozcas porque apenas llego de su viaje y lo primero que hizo fue revisar su restaurante.
—Qué emoción, después de tanto puedo conocerla —respondió Kiara con alegría.
Llegaron al restaurante y una chica muy hermosa con el cabello corto de color marrón los recibió con mucha euforia. Camino hasta Kiara y la abrazó.
—Hola, ¿qué tal?, tu debes ser Kiara ¿verdad? —preguntó Sofía tomándole las manos.
—Si soy yo, es un placer Sofía; Matt me ha contado mucho sobre ti —contestó Kiara.
—El placer es mío, estas hermosa, mi esposo me contó muchas cosas sobre ti; espero que nos podamos llevar bien —dijo Sofía.
—Por supuesto, yo encantada —menciono Kiara dejando ver una enorme sonrisa.
Sofía la tomo de la mano y la llevo a una mesa, se sentó frente a ella y Matt a su lado.
—Kiara, Matt me contó cómo se reencontraron, espero que no te moleste y si necesitas algo; cualquier cosa cuenta conmigo —comento Sofía con preocupación mientras le tomaba la mano.
—Gracias, lamento mucho la situación en la que nos volvimos a ver; es algo que quisiera borrar —dijo Kiara con tristeza.
Sofía la abrazó muy fuerte, por lo cual Kiara decidió contarles toda la historia del porque esa noche estaba en el puente. Ambos se quedaron asustados y en completo silencio.
Kiara con un nudo en la garganta dijo —Y eso es todo, confíe de nuevo en quien no debía.
—Tranquila Kiara, nosotros te apoyamos... no estás sola, ambos cuidaremos de ti a partir de ahora, ¿verdad amor? —respondió Sofia sin pensarlo.
—Así es, nosotros dos te conseguiremos un nuevo empleo.
Kiara sonrió dulcemente para agradecerles.
—Oye mi tía es una cantante sumamente exitosa y le vendrás como anillo al dedo, está buscando una buena abogada que lleve todos sus contratos y cosas legales, le llamare ahora mismo y le preguntare —comento Sofía con gran emoción.
—Te lo agradezco, pero no quiero hacerte quedar mal, si algo no sale bien —respondió Kiara con preocupación.
—Kiara, con solo verte me doy cuenta del gran ser humano que eres, tú no te preocupes, confía en mi por favor, ahora vuelvo.
—Tu esposa es bastante dulce.
—Lo sé, ella es tan impulsiva y así ha hecho demasiados proyectos.
—Me alegra que estés tan enamorado de ella, contagian a todos con su felicidad —dijo Kiara con los ojos brillantes.
—Gracias Kiara, no tenía ni la menor idea de lo mal que la estabas pasando aquel día, realmente lo siento mucho, ese idiota no supo lo que perdió.
—Lo hecho, hecho está y no hay de otra, mañana tendré que verlo casarse y será lo último —dijo Kiara suspirando de tristeza.
—¿Para qué torturarse?, ya no deberías estar presente, que vea lo que perdió.
—No es que me agrade la idea, pero lo hago por las niñas, además de que es algo que debo presenciar, solo así podré irme con tranquilidad sabiendo que yo conserve ese amor hasta el último momento.
—Entiendo, entonces mañana paso por ti y te llevo a tú casa —respondió Matt.
—Pero antes de llevarla a casa, debes venir para conocer a mi tía, porque ella acepto contratarte, solo quiere conocerte en persona, felicidades por tu nuevo empleo—menciono Sofía.
—¿De verdad? —preguntó Kiara sin poder creerlo.
—Así es, mañana después de presenciar esa horrenda boda, que Matt te traiga aquí para que conozcas a mi tía —dijo Sofía sosteniendo las manos de Kiara.
Kiara estaba tan feliz que abrazó con demasiada fuerza a Sofía.
Al día siguiente…
Kiara llegó a la casa para preparar a las niñas, los padres de Alex ya estaban ahí esperando…
—Linda ¿cómo estás?, lamento tanto que tengas que estar aquí; la que debería estar casándose hoy deberías ser tú y no ella, de verdad no te imaginas cuanta pena tengo contigo, debí oponerme aún más a esta estupidez —comento la madre de Alex con pesimismo.
—No se preocupe, usted no tiene que disculparse por nada, después de hoy no nos veremos muy pronto, me pone triste, pero es lo mejor para todos, las niñas tienen todos mis números y correos para poder contactarme, así que solo le pido a usted y a su esposo que no le digan nada a Alex, por favor.
—Nosotros no diremos nada, no te preocupes, por cierto; quisiéramos que nos ayudaras con algo, hoy debería ser tú día así que, ¿por qué no hacer una pequeña broma? —dijo la madre de Alex sonriendo sarcásticamente.
La madre de Alex la llevó al cuarto de Lia donde se encontraban tanto el papá de Alex como las niñas, en la cama se encontraba un vestido corto en color blanco, que daba las vibras de un vestido de novia.
—Kiara, queremos que uses este vestido hoy; toma el lugar que te pertenece, no es venganza, pero así como ella te quito esta felicidad, tú también quítale ese momento especial —menciono el padre de Alex.