Adri:
La libreta en mis manos ha pasado por tanto, está tan manchada, tan olorosa a tiempo y humedad, tan vieja que el papel se ha tornado un tanto amarillento, la tinta de la pluma se ha difuminado un poco pero todavía es legible, pero solo por hoy voy a saltarme las direcciones anotadas y voy a ir a un lugar que he querido ir desde que llegué. Meto de nuevo la libreta a mi maleta de deporte, ayer me ha contado Davide mientras dábamos un paseo por la famosa plaza de San Marcos que los venecianos están cansados hasta del ruido de las llantitas de las maletas de los turistas y han logrado hacer que las autoridades te cobren una multa de hasta quinientos euros si tus llantitas hacen demasiado ruido, sin embargo la mía la cuelgo de mi hombro, pero el saber que no lo debo hacer con mi maleta de viaje ya es un avance.
Con el GPS y audífonos camino por calle Toscana, el nombre de esta calle me suena, pero no logro recordar a qué. Sigo caminando, esquivando turistas, me dirijo a calle del Fontego hasta dirigirme después de varias callecitas más a la calle Lunga Santa Maria Formosa y por fin al cabo de diez minutos de caminata llego Acqua Alta Librería, entro en el emblemático lugar, el olor dentro se parece demasiado al de la libreta vieja que siempre viaja conmigo, es el olor que desprende los libros viejos con un toque de humedad, el olor no es molesto, es arte al paso del tiempo.
Las cosas singulares de esta librería es que en su mayoría los libros están dentro de góndolas, bañeras y otro tipo de lanchas que no sé cómo se llaman, los libros no están tan ordenados como en otras librerías comunes, se encuentran dentro de estos tipos de embarcaciones flotantes dado que cuando la marea sube demasiado el agua entra inundando el suelo, a veces más que otros días y por si
el agua entra en abundancia están preparados, las góndolas y por demás embarcaciones con la entrada en exceso de agua comenzarían a flotar protegiendo a los libros del agua; esta es una medida preventiva dado que ya ha sucedido antes, al inicio de la librería el agua entraba y destruía ejemplares de libros, los cuales ahora con el paso del tiempo han sido puestos en la estructura de una escalera artística que se encuentra disponible para ser usada, en la pared en la que la escalera está puesta se lee «follow the books steps climb, go up, wonderful view», que significa que puedes subir hasta lo más alto para admirar la maravillosa vista, ya que la invitación está ahí decido hacerlo, subir y explorar qué es lo que se presume, la respuesta es una vista doble del gran canal, casas con balcones, con la apariencia vintage de casi todas las casas y edificios venecianos, me tomo un par de selfies, después regreso al interior de la librería.
Paso mi vista por los títulos de los libros, también por los autores, quiero alguno en italiano, para practicar el idioma, pero también quiero que ese mismo que elija sea escrito por un autor italiano, para estar más acorde con el ambiente en el que me estoy desenvolviendo.
—Il tuo profumo a Venezia de Angeline Voz —susurro en italiano el nombre del libro. Leo la nota sobre la autora y ¡bingo!, es italiana, leo su trayectoria y ¡por Odín!, también es bailarina, como yo.
—Si decides comprarlo de una vez te advierto que tienes que conseguir el segundo y tercer ejemplar, es una trilogía muy famosa aquí, en Italia. —Levanto la vista al dueño del comentario, asiento, es mi vecino del diez.
—¿Ya la has leído?
—La leí en el 2014, eso quiere decir que fue hace cinco años, recuerdo poco, pero las mejores partes.
—¿Entonces me la recomiendas?
—Sin duda alguna, se publicó en el 2013, los elogios en la televisión y otros medios de comunicación hacían que te diera interés por leerlo, sino mal recuerdo enseguida tras las grandes ventas se comenzó a llevar a cabo la traducción en muchos idiomas.
—Me imagino como si me estuvieras contando de 50 sombras de Grey.
—Oh no, ni por de cerca, no te voy a mentir, tiene el toque de erotismo que casi todos los libros románticos contemporáneos tienen, pero no al estilo de 50 sombras.
—¿Cómo se llaman los siguientes?
—Il tuo sorriso a Venezia y Il nostro amore a Venezia, ¿sabes por qué más te gustarán?
—¿Por qué? —le pregunto siguiendo la plática.
—Porque están ambientados en Italia, el que tienes en tus manos inicia en Venecia, su amor, aquí realmente inicia, rodeados ambos del amor al arte, quién sabe, después quizá, cuando termines de leer la trilogía estarás igual que Eleonor, enamorada en Italia, y puede que tu historia también inicie en Venecia.
—¿Y cómo es que no supones que ya estoy enamorada?
—Por tu mirada sé que no amas a nadie, lo único que me pregunto es qué te llevó a ese trágico extremo, el amor es maravilloso, el amor todo lo puede.
—Sí, bueno, creo que te estás equivocando, hay personas a las que aprecio mucho.
—Apreciar no es lo mismo que amar.
—Hay muchas cosas que amo, es más...
—Las cosas materiales o acciones no cuentan, hablamos de personas.
—Si amo o no, es algo que no te incumbe.
—Tienes razón, mejor te ayudo a encontrar la segunda y tercera entrega de la trilogía. —Asiento.
Quince minutos después he comprado la trilogía y aún con mi vecino del diez caminamos de regreso a casa, me ha dicho su nombre, algo de origen italiano pero lo he olvidado, por eso de
momento le seguiré diciendo, por lo menos dentro de mi cabeza, mi vecino del diez.
—Espera —dice mientras introduzco la llave en la ranura de mi puerta.
Regreso la vista a él, viene hacia mí después de haber tocado el timbre de su departamento.
—¿Qué pasa? —le pregunto.
—Me acaba de llegar un mensaje de mi esposa, dice que no llegará en un rato, le ha salido un imprevisto y no traigo llaves para entrar en casa, ¿será que la puedo esperar dentro de tu departamento? Aquí me moriré de calor, además de aburrimiento.