Prohibido Enamorarte.

19.- Domingo 28 de julio del 2019.

Adri:

    Davide se encuentra durmiendo, me he despertado hace unos minutos, estoy en el balcón de mi departamento con una taza de café entre mis manos y en la mesa de cristal mi Mac apagada, sé que tengo que hacer una videollamada.

    Debo seguir el plan estratégico realizado por un equipo; somos prácticamente una mafia, no sé si esto entra en la categoría de ilegal, lo que sí sé es que nunca le he robado nada a nadie, lo que me han dado siempre ha sido de sus manos, puede que pusiera en su subconsciente cosas materiales que quería obtener de ellos con pequeños mensajes subliminales, pero nunca fue a la fuerza, no soy una ladrona, quizá puede que una estafadora, pero tampoco soy una prostituta porque no me acuesto con todos los hombres que se me asignan, yo los elijo, así como quise acostarme con Liam y así como hace un par de horas estaba obteniendo los orgasmos que me brindaba el chico de mi habitación. 

    Soy un desastre, una mala persona, a tal grado que no sé si ayudo lo más que puedo en África por gusto propio o por tratar de aliviar mi remordimiento. 

    Sé que los chicos que me asignan no son buenas personas, la mayoría son infieles, drogadictos, alcohólicos, mentirosos, incluso también son estafadores, aunque de otra manera, por lo regular explotando a sus trabajadores o engañando a sus socios empresariales, pero Davide es un caso a parte, solo tuvo la desgracia de ser mi compañero de baile que es una de las únicas cosas que me llenan el alma, una de las únicas cosas que me anclan a la humanidad; no estoy diciendo tampoco que sea perfecto, seguramente el ser vulnerable hasta cierto punto depresivo sea los 

defectos que lo lleven a sufrir porque son los mismos que utilizo en su contra para que deposite el dinero que no tiene, porque sé que mi cuenta de banco está cien veces más elevada que la suya, y aún así rentó toda una maldita plaza comercial nada más porque a esta hija de puta se le antoja que en su circo no puede haber espectadores, es decir, lo que se traduciría como que no quiero que nuestra relación sea del dominio público, porque realmente esto no es una relación, es un engaño, él es un medio para obtener yates, carros de lujo y departamentos como estos, lo jodidamente caros como para tener de vista la preciosa Torre Eiffel.

     Suelto una maldición, me limpio las gotas saladas de mi cara, me acomodo bien el abrigo, enciendo mi Mac y sigo tomando pequeños sorbos de café, antes de cualquier otra cosa le mando un mensaje a Liam, no responde, obviamente, aunque su espía me acaba de mandar que está de fiesta con Nessie en un antro de Florencia, intento otra vez llamándole, sin embargo ni así responde, abro sesión de Skype lista para lo que tengo que hacer.

    Por fin responde mis mensajes, le pregunto por su correo electrónico y le pido que esté solo, se imagina que es para una videollamada, conozco su modo de operación, la debilidad que tiene por las novias de su mejor amigo, así que no dudo en ningún momento que seguirá mis indicaciones, le menciono que necesito hablar con él por algo respecto a Davide. 

    Cuando le envío solicitud de videollamada la primera vez no responde, en la segunda lo hace de inmediato.

    —Hola, lo siento, ¿te llamo después? No sabía que estabas fuera de casa, perdona mi insistencia —hablo en voz baja.

    Lo veo bien a pesar de la poca iluminación, por la forma de enfoque de su cámara puedo notar que está caminando, se detiene debajo de una farola para que lo vea mejor.

    —Hola, no te preocupes, ¿cómo estás?

    —No he podido dormir, estoy pensando en lo que me dijiste, es tu mejor amigo, lo conoces mucho más de lo que yo lo hago, ¿crees que sea posible que me sea infiel? Sí me dices que sí inmediatamente terminaríamos, siempre me alejo de las personas que me pueden lastimar y si tú sabes que él podría hacerlo con respecto a este tema, 

te agradecería mucho que me lo dijeras, no quiero ser una Nessie... —dejo la última frase flotando en el aire, aguardo un momento en silencio para observar su reacción.

    —Nunca le ha sido infiel a nadie, te lo puedo asegurar, pero ella le rompió el corazón, te lo he dicho antes, creo que la amó demasiado como para creer que por primera vez puede serlo.

    —Lo entiendo.

    —Pero por otra parte, él parece muy ilusionado contigo, ¿sabes? No tienes porqué terminar con él, creo que realmente debes darle una oportunidad. —Esperen, ¿qué ha dicho?

    —Bueno, supongo que tengo miedo, no estoy acostumbrada a que una persona me dedique tanta atención, creo que se siente culpable.

    —No te va a lastimar, deja de tener miedo y simplemente ámalo, nunca ha lastimado a nadie.

    —¿Estás seguro que no seré engañada por él, completamente seguro?

    —Él no es como yo, metería mis manos al fuego en defensa de que es el chico más fiel que conozco, es más, es la única persona fiel que conozco, si quiere en su momento a alguien más, o si piensa en regresar con su ex pareja serás la primera en saberlo.

    —No quiero ser una Nessie, me han engañado antes así que bueno, sé lo que es que te rompan el corazón, no quiero pasar por eso de nuevo.

    —Nessie, por Dios, es tan buena chica, no se merece lo que le hice, así como tú tampoco merecías por todo lo que pasaste, pero debes estar tranquila, Davide es buen trigo, de verdad.

    —Tienes razón, Nessie no se lo merecía... —Niego con la cabeza y tomo un sorbo de mi café.

    —Lo sé, por eso se lo he dicho. —Quito la vista de mi café para levantarla a la cámara de la Mac.

    —¿Mencionaste mi nombre?

    —No, tranquila, no le di detalles.

    —Pobre Nessie, ¿está bien?

    —Hemos terminado, pero estamos bien, claro, como amigos, de hecho está dentro, venimos con unos amigos a un antro.

    —¿Te terminó por eso?

    —No, yo la terminé, no la merezco, quizá volvamos después, cuando ya sea mejor persona y pueda ser alguien que le convenga, que le pueda ser fiel. —Asiento para darle la razón.




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