21.- Lunes 29 de julio del 2019.

Liam:

    He decidido que no me voy a rendir, tengo claro que quiero a Adri como quizá nunca voy a querer a otra mujer. Sé que es egoísmo puro y me importa un carajo. Si consigo que me dé una oportunidad le pediré que termine con Davide, para así poder formalizar un tiempo prudente después lo que lleguemos a formar, pero no solo será de nuestro conocimiento, el mundo entero tiene que saber que es mía. 

    No aguanto un día más sin ella, sin tener una cita, que cocine para mí, me hable bonito, hagamos acciones de cualquier pareja normal, por ejemplo que lavemos la ropa sucia juntos, poder verla dormir algún día, notar su respiración lenta, sus facciones perfectas completamente relajadas y en armonía. Quiero el lugar de Davide, quiero todas esas experiencias que él está viviendo a su lado. 

    Tenemos más en común de lo que piensa y no es solo que seamos parecidos, es que no se da cuenta de que somos el uno para el otro y que su cuerpo se amolda al mío a la perfección. 

    Quiero quitar de su mente a Alastair, borrar de su piel todos los besos que le haya podido dar, eliminar de sus recuerdos las promesas que no le cumplió. Puede que ahora no esté con él pero lo amó mucho y al parecer por mucho que se esfuerce estando en otras relaciones todavía no lo olvida. Le he preguntado por curiosidad a Nessie quien más habla finés de su familia aparte de Seelie y dijo que sus padres, primos y tíos, casi toda su familia paterna, entonces comprendí el tatuaje de Adri, el mensaje para quién iba dirigido, más de cinco años y aún le recuerda, ¿qué tiene de especial? 

    La puerta de la entrada se abre, he estado tan absorto en mis pensamientos que no he escuchado la reja abrirse, se trata de Davide 

que entra con el bolso de deporte Nike al hombro, lo tira enseguida al suelo, sin dirigirme la palabra va a la cocina y regresa con dos botellas de cerveza ya destapadas.

    —¿Te dejó? —le pregunto aceptando la botella que me ofrece. 

    Se sienta en el sillón de mi lado y antes de responder le da un trago a la debida.

    —No —responde. Ojalá hubiese sido así. 

    —¿Entonces?

    —La amo, pensé que no podría amarla más pero lo hago. Es más compleja y fuerte de lo que parece, tiene más versiones de sí misma que las que muestra en redes sociales, no solo es la chica buena que es activista, es mucho, mucho más. En el aspecto sexual me sorprendió, pensé que era solo de las chicas que únicamente les gusta hacer el amor con la luz apagada, todo lo contrario. —Sonríe tranquilo mientras a mí se me vuelve lava la sangre por su declaración—. Es una Diosa en todo el sentido de la palabra, me enseña poses y hace cosas que no he hecho con ninguna mujer, no tiene inhibiciones y eso me agrada aunque siempre he pensado lo contrario, en cuestiones de sexo siempre he sido muy ordinario y aburrido pero ella me motiva a la exploración, podemos pasar de hacerlo lento a hacerlo salvaje a volver a hacerlo lento, no me canso y nunca se cansa, pero no es lo único que disfrutamos del otro, cocinamos juntos, hacemos los deberes de su departamento a la par mientras pone música en varios idiomas, porque ella es así simplemente, le da paz encargarse de la limpieza de su hogar, no contrata a nadie como lo hacían las chicas con las que un día salí, vemos películas románticas por abrazarnos mientras las vemos pero sus ojos brillan cuando vemos películas de acción porque son sus favoritas o cuando se pone a hablar por largos ratos sobre mitología nórdica o porque en la actualidad no cree en ningún Dios. 

    »Despierta temprano, hace su rutina del club de las cinco mientras me deja dormir más tiempo, se toma la tarea de todos los días prepararme el desayuno, me despierta siempre con una sonrisa porque sabemos que todo nuestro tiempo va a ser invertido en nosotros y lo que nos gusta hacer, hay más posibilidades que nunca para que pueda pasar a las mundiales porque ella me inspira mucho, 

bailando nos hemos vuelto un buen equipo y aunque estoy casi seguro que me ganará en las mundiales estoy feliz con eso, porque jamás estaría envidioso de sus triunfos. He conocido a su padre, me presentó con su exnovio como su pareja, pensé que lo haría como amigo pero no, le dejó claro que está conmigo. 

    »Disfruto tanto con ella de esta etapa de mi vida que a veces creo que no es real, no hay muchas personas que puedan decir que su amor ficticio altamente famoso les hizo caso y les quiso, así que a veces lo dudo, pero no he tenido miedo, no he pensado en las migajas a las que me reduciré si me deja al darse cuenta de que no tengo mucho que ofrecerle, que hay cientos de chicos que matarían para que les hiciese caso, pero está conmigo y ahora sí siento miedo, porque ha notado el vacío que tengo por la falta de cariño y empatía de mis padres, lo tengo que solucionar, superar, pasar página, lo que sea necesario porque no quiero pensar ni en la más mínima posibilidad de que esto nos pueda afectar en el futuro, tengo claro que no quiero formar un patrón de conducta, no quiero pensar que le haré lo mismo a nuestros hijos...

    —Detente —lo interrumpo, su discurso me ha hecho doler el estómago y no quiero escuchar más—. Deja de rayarte la cabeza, lo que tenga que ser será, si te deja no te vas a morir y no puedes estar considerando tener hijos con ella tan pronto, les faltan muchas cosas que hacer antes de eso, cuando llegue el momento y seas padre estoy seguro que no serás como los imbéciles que te engendraron, eres mejor persona que ellos, mucho mejor.

    —Gracias por tus palabras. Perdona por solo centrarme en mí, no he tenido tiempo para preguntarte como estás después de la separación con Nessie, ¿qué ha pasado?

    —Le fui infiel, no esperé a que alguien más se lo dijera, yo mismo se lo conté.

    —Nunca escuchas consejos. —Niega con la cabeza—. Nessie vale la pena.

    —Pues quédatela —respondo a la defensiva queriendo agregar que así me deja el camino libre con Adri.