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CAPITULO 3 ARTEMISA

 

ARTEMISA

 

Papá y yo pocas veces discutimos pero desde que se le ha metido en cabeza jubilarse e irse de viajero, me tiene de malas, no estoy lista para hacerme cargo de la empresa, no digo que no sepa, claro que se pero siempre lo he tenido a él, claro ahora entiendo el porqué de buscar un socio, para llevar la empresa conmigo, esos eran sus planes desde no sé cuándo y eso me pone más nerviosa, si el socio fuera cualquiera no importaba pero no es cualquiera es el hombre con el que amanecí totalmente desnuda en su departamento y por si fuera poco se acaba de casar con Dayana, la mujer con la que mi estúpido ex me puso el cuerno, solo por eso ya no me siento tan mal porque a ella también le fueron infiel conmigo, debería estar avergonzada pero muy dentro de mí no lo estoy en absoluto.

Estoy alistándome son las siete de la mañana, yo debería estar durmiendo y no combinando mi ropa, no es lo mismo ser la jefa y llegar a las ocho de la mañana a entrar a la hora que yo quería.

 

He decidido ponerme un traje de satín color violeta con cinturón negro, resalta mi cintura, siempre he sido esbelta, pero con buenas pompas, mis pechos no son tan grandes pero están en su sitio, odio el tacón a si agradezco que soy alta y no los necesito solo cuando son necesarios, y para ir a trabajar todos los días no lo son, así que uso unas bailarinas de zara que son mis favoritas, me pongo uno de mis perfume favorito, el más favorito se me ha terminado y no he tenido tiempo de ir a comprar uno nuevo, papa está esperándome en las escaleras

—Estas muy bella mi amor —me da un beso en la frente

—Es tan temprano papa tengo sueño — le digo

—Ya te acostumbraras amor mío, ya verás que si

—No tengo de otra cuando tú quieres irte de mi lado — le hago un puchero.

—Lo superaras además ya te he dicho que depende de Ethan si acepta a trabajar contigo, tienes que impresionarlo, sé que lo puedes hacer confió en ti.

Como le digo a papa que el verdadero problema ese sé que no quiero trabajar con él, yo no sé si él se acuerde de mí, si él sepa cómo fue que terminamos juntos.

 

Camino a la empresa, me he puesto muy nerviosa, quiero regresar a casa exactamente a la cama y taparme y no volver a salir en muchos años, ojalá pudiera hacerlo, el auto se detiene antes de llegar a la empresa.

—¿Por qué nos hemos detenido? —le pregunto a papa que va de copiloto.

—Buenos días Ethan — escucho a papa decir

—Me asomo por la ventana y lo veo, dios esa cara que está en mis sueños desde aquella noche.

—Sube — papa vuelve a hablar

Justo cuando la puerta se abre, Ethan entra como un torbellino, sus ojos azules me miran, solo unos segundos, mi cuerpo reacciona, la piel se me eriza, está recién bañado, su aroma a mentón invade mis fosas nasales.

—Ethan ella es mi adorada hija Artemisa

Ethan vuelve a mirarme y yo estoy muy nerviosa.

—Hola Artemisa, mucho gusto Ethan William

Me extiende su mano y yo no soy capaz de mover ni un musculo, nada solo lo estoy viendo, su cara su maldita y hermosa cara.

Tienes que tranquilizarte Artemisa es un hombre casado, te acostaste con él, sí, pero no lo recuerdas así que no cuenta. El auto ha avanzado y yo no me doy cuenta, cuando mi cuerpo decide reaccionar ya es demasiado tarde por que Ethan ya ha bajado la mano, y tampoco me mira, genial ahora pensara que soy una mal educada.

Miro de reojo a Ethan, lo sorprendo viéndome.

—¿Te conozco de alguna parte? —su pregunta llega de sorpresa

No me recuerda, y las dudas de ese día vuelven a surgir, no sabe quién soy, y tampoco sabe cómo llegue a su casa.

—No — le contesto en seco

El me mira, seguramente está pensando que soy una pesada

Cuando llegamos, soy la primera en salir del auto, papa ha empezado hablar con Ethan así que no me preocupo por él ni por esperarlo, subo al elevador, pero para mí mala suerte Ethan pone su mano lo sé porque en su anular luce su anillo de bodas. Sube primero papa y luego él.

—¿Tienes mucha prisa por trabajar? cariño — papa se burla de mí.

—Te lo dije Ethan mi chica es muy trabajadora y muy inteligente es capaz de manejar esta empresa ella sola te lo aseguro.

Ethan vuelve a verme y yo no quiero que me vea, y no quiero verlo, mi cuerpo y mi mente me fallan cuando lo hacen, y ese cuerpo que tiene no ayuda ¿Cuánto mide? 1.90 está más alto que yo y yo soy alta, mi mente me traiciona y pienso que la debe de tener grande, oh, no, no borro de mis pensamientos, pero mi entrepierna empieza a mandarme vibraciones que llegan a todo el cuerpo.

Vamos al tercer piso y nunca se me había hecho eterno el elevador, y por alguna razón Ethan no deja de mirarme y papa no deja de hablar, no le estoy prestando atención.

—Arte te estoy hablando

—Dime papa— lo miro para que sepa que ya le estoy prestando atención.

—Hoy mismo empezaras a trabajar en el nuevo proyecto con Ethan, tu oficina es muy grande, mandare a poner un escritorio para Ethan a si ambos están cómodos.

—¿Cómo?

—No estabas escuchándome verdad cariño — papa frunce el ceño

—Lo siento papa — en eso el elevador se abre.

—Te mostrare tu oficina Ethan y luego tendremos una reunión para ver todos los pormenores de los proyectos que están en puerta. —escucho a papa decir.

Yo en cambio me dirijo a mi oficina.

—Buenos días señorita Artemisa — Kate mi asistente me saluda.

—Buenos días Kate ¿Cómo estas hoy?

—Muy bien señorita, amanecí mucho mejor, gracias

Kate acaba de perder a sus bebitos, eran gemelos y no se lograron, le había dado tiempo para recuperarse, pero ella prefirió trabajar.

—Si necesitas irte, no dudes en hacerlo.

—Me iré una hora antes, mi esposo y yo quedamos en ir al cine nos hare bien pasar tiempo juntos.

—Está bien no hay problema por mi — y no la hay puedo ver la tristeza en sus ojos y siento mucho por ella y su esposo que hayas vuelto a pasar por lo mismo ya que ellos han buscado un hijo desde hace mucho y han tenido perdidas en el camino.




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